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El festival en que Queen hizo historia y Phil Collins cruzó el Atlántico en tres horas: Live Aid cumple 40 años

El macroconcierto benéfico se celebró en Londres y Filadelfia el 13 de julio de 1985

Freddie Mercury, de Queen, durante su mítica actuación en Live Aid el 13 de julio de 1985.

Las cifras demuestran que fue uno de los eventos de rock más pantagruélicos de la historia: dos conciertos simultáneos en Londres (Reino Unido) y Filadelfia (Estados Unidos); una audiencia televisiva de casi 2.000 millones espectadores de 150 países; más de cincuenta artistas participantes, entre ellos las más grandes estrellas de la época… Se llamó Live Aid, y se celebró el 13 de julio de 1985, hace cuarenta años. Hasta entonces no se había visto nada igual; y aunque se han llevado a cabo iniciativas similares, ninguna ha alcanzado tal magnitud. Porque Live Aid, aparte de sus impactantes números, acogió momentos que ya forman parte de los anales del rock.

La idea de un concierto benéfico para combatir el hambre en Etiopía surgió del single “Do they know it’s Christmas?”, que el diciembre anterior un grupo de músicos británicos de primer nivel, capitaneados por Bob Geldof y Midge Ure, había puesto en circulación con enorme éxito (fue cinco semanas consecutivas número uno de ventas en Reino Unido). Tenía todo el sentido, pues, que pasados unos meses y coincidiendo con la temporada estival, aquella loable iniciativa tomase forma de macroconcierto en directo.

Hay quien apunta que fue Boy George el primero a quien se le ocurrió. Su banda, Culture Club, estaba de gira por Inglaterra en los días en que se grabó “Do they know it’s Christmas?” y en uno de los conciertos subieron al escenario a cantar con George varios de los artistas que colaboraban en el sencillo. Bob Geldof, sin embargo, asegura que él lo pensó antes… Pero tenía claro que el proyecto no podía materializarse en cualquier recinto: debía escogerse alguno enorme que le diera eco internacional. Finalmente fueron dos los estadios: el antiguo Wembley de Londres (que sería demolido en 2002 para acoger en su terreno un Wembley renovado) y el John Fitzgerald Kennedy de Filadelfia.

Para el concierto de Londres se alistaron Paul McCartney, Queen, Elton John, David Bowie, Dire Straits, U2, Phil Collins, Sting… Y para el de Filadelfia, Led Zeppelin (que no habían tocado juntos desde su separación tras el fallecimiento de su batería, John Bonham, en 1980), varios de los Rolling Stones, Bob Dylan, The Beach Boys, Neil Young… Se comprenderá la expectación que levantó semejante elenco de leyendas.

El concepto, aparte de ambicioso por su cartel, era tan logísticamente alambicado que cualquier cosa podía salir mal, lo cual sucedió. Por ejemplo, por un problema técnico, el piano que tocaba Paul McCartney dejó de escucharse dos minutos; el dúo programado de David Bowie (desde Londres) y Mick Jagger (Filadelfia), se frustró porque la señal no llegaba en tiempo real… Pese a todo, hubo actuaciones impagables y artistas que, de hecho, salieron reforzados de la experiencia.

Casi unánimemente se considera que la media hora que Queen estuvieron sobre el escenario londinense es uno de los conciertos más impactantes de todos los tiempos. Un entregadísimo Freddie Mercury se comió el escenario, y las imágenes de los minutos en que interactúa con el público aún erizan la piel. Bono, de U2, se dio cuenta de que una chica de la primera fila estaba a punto de ser aplastada por el gentío y, tras bajar del escenario, la sacó de allí y se puso a bailar con ella para salvarla. También se estima que aquella noche los irlandeses entraron en el olimpo de los diosos del rock.

Queen - Radio Ga Ga (Live Aid 1985)

Pero si hubo un personaje que se convirtió en protagonista de Live Aid fue Phil Collins. El cantante y batería, excomponente de Genesis, logró el “más difícil todavía”: ¡actuó en ambas ciudades! ¿Cómo fue eso posible, si los conciertos se celebraban de forma simultánea? Para llevarlo a cabo, se montó una increíble operativa logística: tras cantar con Sting y Bandford Marsalis en Londres a las 3 de la tarde, tomó un helicóptero que lo esperaba a las puertas de Wembley para volar al aeropuerto de Londres; allí se embarcó en un Concorde que cruzó el Atlántico en tres horas; después de aterrizar en Nueva York, subió a otro helicóptero que lo transportó a Filadelfia; allí cantó dos de sus temas en solitario y tocó la batería con Led Zeppelin… Una epopeya única e irrepetible.

Se calcula que Live Aid recaudó alrededor de 150 millones de libras (más o menos lo mismo en euros), cantidad que se empleó en paliar el hambre en Etiopía. Corrieron rumores de que una parte importante se perdió por el camino… En concreto, en manos del primer ministro de Etiopía (Mengistu Haile Mariam), quien, al parecer la invirtió en armas… Fuera como fuese, desde un punto de vista musical, Live Aid dejó con la boca abierta al mundo y el público de más edad (que lo siguió en directo por televisión) aún lo evoca con inmenso cariño.