La decisión inquebrantable de The Beatles: Declinaron astronómicas fortunas porque “nunca quisimos regresar los cuatro”
McCartney admitía: “Puede que tres de nosotros pensáramos, ‘No sería una mala idea’, pero el cuarto decía, ‘No, no lo creo’”

La banda The Beatles, posando para un retrato en 1967. / Michael Ochs Archives
The Beatles eran cuatro hombres de palabra. Inquebrantables. Al menos lo fueron cuando, en 1966, anunciaron que no volverían a subirse a un escenario, que no actuarían más ante el público. Y así fue. Su concierto final fue en Candlestick Park, San Francisco, en Agosto de 1966. Cuando regresaban a Londres, en el avión, George Harrison se giró y le dijo a un reportero, suspirando: “Esto es todo. Ya no seré un Beatle nunca más”. A excepción de su histórico Concierto en la Azotea – en Enero de 1969 – improvisado y sin público, los Beatles se pasaron años declinando cortésmente auténticas fortunas. El famoso promotor Sid Bernstein fue el más insistente. El 7 de Octubre de 1967 les puso delante 1 millón de dólares por un solo concierto. En 1976… subió la cifra a niveles astronómicos: 230 millones de dólares. La respuesta, siempre cordial, no varió.
Una fecha para no olvidar: 29 de Agosto de 1966. Ese día, The Beatles se subieron por última vez a un escenario. En Candlestick Park, San Francisco. Era el concierto final de su extenso tour por Norteamérica. Y el último de su carrera. La decisión del cuarteto de parar de hacer giras se debió a todo un abanico de motivos.
Era el fin de una era. La disolución estaba en el ambiente. Tras ese último concierto, en el avión que les llevaba a Londres, George Harrison se giró y, suspirando, le dijo a un reportero: “Esto es todo. Ya no seré un Beatle nunca más”.
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El tour había sido tumultuoso y lleno de tensiones e incidentes desestabilizadores (como las declaraciones de Lennon diciendo "somos más populares que Jesús"). Había una insatisfacción creciente con sus presentaciones en directo, con la pobre calidad del sonido, se sentían exhaustos por los ciclos interminables de estancias en hoteles, de obligaciones con la prensa, de constantes avalanchas de fervientes fans, de presiones… la banda llegó al límite. A un punto de no retorno. A partir de entonces, los Beatles se convirtieron en una banda solo de estudio.

Si bien no hicieron más giras hasta su disolución definitiva en 1970, The Beatles fueron especialmente productivos y lanzaron discos icónicos - Revolver (1966), ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ (1967), 'The Beatles', también conocido como 'The White Album', (1968) o ‘Abbey Road’ (1969). Y entre disco y disco, no dejaron de lloverles las ofertas.

La primera fue del ya fallecido Sid Bernstein – promotor de los primeros shows del grupo en USA. El 7 de Octubre de 1967, les daba un millón de dólares por un solo concierto. Si la banda hubiera aceptado su propuesta, el show, único, hubiera sido su primera aparición desde que abandonaran la vida en la carretera en Agosto de 1966. Como es sabido, Paul, John, Ringo y George rechazaron a Sid.
Tres años después, The Beatles se disolvieron. Solo una vez, en enero de 1969, la banda británica había improvisado una actuación de 40 minutos en la azotea de Apple Corps.
Pero la oferta de Bernstein de 1967 fue solo la primera de otras muchas y los rumores de reunión perseguirían al grupo hasta el asesinato de Lennon, en Diciembre de 1980, e incluso, sorprendentemente, más allá de la prematura muerte.

El 19 de septiembre de 1976, seis años después de la separación, los deseos del público de verles juntos habían seguido creciendo. Según publicaba Ultimate Classic Rock, Bernstein decidió poner su billetera sobre la mesa y hacer una oferta que no tenía precedentes. 230 millones de dólares por un único concierto. Benéfico. Y publicó un anuncio en el New York Times.
De nuevo, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, declinaron amablemente la propuesta, aunque Paul, posteriormente, reconoció que la consideraron. En una entrevista de 2007 con Radio Times, admitió: “Ofrecían cantidades fenomenales de dinero. Sid Bernstein, este promotor de Nueva York, nos daba millones. Daba vueltas y vueltas. “Puede que tres de nosotros pensáramos, ‘No sería una mala idea’, pero el cuarto decía, ‘No, no lo creo’, y era algo así como un veto. Vamos a decirlo así, nunca quisimos regresar los cuatro”.
Rechazaron a Bernstein, y al promotor Bill Sargent, y a Mike Belkin, y a otros… y la reunión nunca se produjo. No obstante, hubo una propuesta más que la banda consideró. El productor Lorne Michaels suplicó que se reunieran durante el episodio del 24 de Abril de 1976 de Saturday Night Live. Dijo: “NBC me ha autorizado para que os ofrezca un cheque certificado de 3.000 dólares”.
Y aseguraba que podrían "repartirlo como quisieran... si queréis darle menos a Ringo, decididlo vosotros". Cuenta la leyenda que Lennon y McCartney consideraron por un momento aceptar "Paul y yo estábamos juntos viendo ese show", contaba Lennon al escritor David Sheff en el libro 'All we are saying'. "Paul había venido a visitarnos a nuestra casa en Dakota. Estábamos viéndolo y casi bajamos al estudio, solo para seguir la broma. A punto estuvimos de subirnos a un taxi. pero la verdad es que estábamos muy cansados”.












