Las curiosidades que Brian May ha desvelado de Bohemian Rhapsody en su 50 aniversario
"No teníamos ni idea de ópera. Es un poco loco pero lo tiene todo"
Brian May y Freddie Mercury, miembros de Queen, actuando en 1984. / Phil Dent/Redferns
Este 2025 se cumplen 50 años del lanzamiento de Bohemian Rhapsody, la obra maestra de Queen que revolucionó la música rock y se convirtió en un himno generacional. Para conmemorar el aniversario, Brian May, guitarrista de la banda, ha compartido varias curiosidades sobre el proceso creativo y el impacto del tema, sorprendiendo a los fans con detalles que hasta ahora habían permanecido en la sombra.
Una de las declaraciones más llamativas de May ha sido que, a pesar del éxito monumental de la canción, para la banda no fue una sorpresa. "A la gente le cuesta mucho entender lo poco sorprendente que nos resultó Bohemian Rhapsody. Si nos fijamos en el primer álbum, tenemos 'My Fairy King', que es muy compleja y va por todos lados" desveló en Rolling Stone.
Según el músico, el tema encajaba perfectamente en la evolución natural de la banda, que había apostado por estructuras arriesgadas y arreglos sofisticados: "Estábamos plantando nuestra bandera en el suelo: 'Esto somos realmente nosotros: es un poco loco, pero lo tiene todo' (...) Mientras construíamos la parte de la ópera, nos volvíamos cada vez más salvajes. 'Pon un poco más, pon otro poco, todo estará bien cuando llegue a la sección pesada'. Y así fue".
La creación de Freddie Mercury
May también reveló que la parte instrumental de la canción fue desarrollándose a medida que Freddie Mercury avanzaba en su composición. "Freddie tenía unos procesos de pensamiento increíblemente laterales. La idea de toda la parte instrumental fue creciendo mientras lo escuchaba desarrollar la canción. Siempre me resultaba más fácil tocar en sus canciones que en las mías, porque había muchos estímulos".
Tan compleja fue en su creación y en su resultado final que el guitarrista ha desvelado que durante estos 50 años ha tenido serios problemas a la hora de defenderla sobre el escenario: "'Bohemian Rhapsody' nunca es fácil de tocar, incluso después de todos estos años. Todavía tengo que mantener la cabeza fría. Si me distraigo sé que voy a descarrilar".
Queen – Bohemian Rhapsody (Official Video Remastered)
A medio siglo de su estreno, “Bohemian Rhapsody” sigue siendo una obra única, y las palabras de Brian May nos recuerdan que detrás de su grandeza hay una historia de creatividad, riesgo y pasión. La película Bohemian Rhapsody trasladó la idea de que a la compañía discográfica tampoco le ilusionó la idea de lanzarla como sencillo de ese álbum y su entorno sorteo el bloqueo acudiendo directamente a conocidos en varias emisoras de radio.
Otras curiosidades de Bohemian Rhapsody
La canción rompió todas las reglas. Era una obra épica, de seis minutos, sin estrofas ni estribillos, muy alejada de la estructura habitual de la mayoría de los singles. Freddie Mercury, su creador, estuvo a punto de llamarla Mongolian Rhapsody, pero finalmente optó por Bohemian Rhapsody.
El grupo dedicó tres semanas enteras a grabarla, después de otras tres semanas previas de ensayos; sesiones en las que el trío tuvo que cantar en reuniones de doce horas diarias hasta registrar 180 voces diferentes, pero siempre con la dirección musical absoluta por parte de Mercury, que utilizó un piano de cola Yamaha. May, por su parte, grabó el solo de guitarra en una sola toma, guiado por su intuición artística, según ha defendido en diversas ocasiones.
Sigue siendo el tercer sencillo más vendido de todos los tiempos en el Reino Unido, certificado cuatro veces platino, clasificado en el puesto número 17 en la lista de Rolling Stone de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, y en 2018 le dio su título a la película biográfica de Mercury dirigida por Bryan Singer.
Queen se las apañó para que el videoclip de Bohemian Rhapsody fuera también un éxito icónico que llega hasta nuestros días por su atmósfera inquietante y atrayente; el vídeo se rodó el 10 de noviembre de 1975 en los Elstree Studios, lugar donde ensayaba el grupo. Para ello habían contratado al director Bruce Gowers, quien alcanzó el reconocimiento internacional gracias a este trabajo. Los cuatro se divirtieron mucho durante el rodaje y todos se involucraron y discutieron ideas. El coste total fue de 4.500 libras y tan solo tardaron cuatro horas en grabarlo (cinco más para editarlo).