Especial
Análisis de Just Cause 3
Ha llegado la hora de volver a repartir amor con Rico Rodríguez
La segunda parte de este juego de acción desmedida de Avalanche Studios nos hizo pasar muy buenos momentos la pasada generación; recién estrenada la tercera entrega y tras pasar unas buenas horas exprimiendo su potencial, os contamos impresiones y expectativas para esta nueva y loca aventura del estudio que promete petarlo en este 2015.
Uno de los principales puntos fuertes de Just Cause 3 es la capacidad de no tomarse en serio a sí mismo. Puede sonar algo fuera de lugar cuando todo el mundo espera líneas argumentales sólidas y guiones profundos incluso para los juegos de acción, pero de vez en cuando sienta bien perder esas ataduras y simplemente buscar la locura por deporte.
Rico Rodriguez (el prota de los anteriores) tiene trabajo en la isla de Medici; en ella, el general Di Ravello, un caudillo con cierto parecido al de mercenrarios, se ha hecho con el control absoluto de los 1000 Km que tiene la isla; razón más que suficiente para que rico vuelva a enfundar su guante-gancho, ponga el paracaídas más versátil de la historia a su espalda y estrene sus nuevas alitas para planear.
Porque, al final, Just Cause 3 va de eso; de navegar a tus anchas por la isla sin más limitación que lo que te pida el cuerpo en cada momento. La historia es una sucesión de locuras y peticiones que sirven como excusa para crear secuencias de acción de las que más nos gustan. Rico tiene armas de fuego; el tío es un crack lanzando misiles, las ametralladoras como ya sabeis aquí se usan para reventar barriles rojos y crear explosiones bien ricas, y por supuesto puede usar el motor físico más loco que ha visto esta generación a su favor, y ahí es donde llega la "sal" de Just Cause. ¿Por qué no atar un camión enemigo a un helicóptero y dejar que ambos barran ese puñado de soldados que hay en tu camino? ¿o derribar un estructura para verla caer hecha pedazos sobre el puesto de guardia de turno? Cualquier cosa es bueno, sólo os hará falta un poco de imaginación para usar el ganchito y ver de qué loca forma responde el motor físico del juego.
Así es como trabaja Rico en sus misiones
El desplazamiento es otro beneficiado en esta tercera entrega; navegar por la isla con el gancho y el paracaídas ya era cómodo, pero la versatilidad del traje de pájaro es algo que no tiene precedentes. Para navegar con más velocidad y precisión que Batman por su ciudad sólo tenéis que engancharos en un punto elevado o lejano y abrir vuestras alas en pleno acelerón, a partir de ese momento manejareis a rico como si fuera un avioncete y podréis surcar los cielos durante minutos sin incoveniente. Esto hace que los vehículos se conviertan en un mero recreo, mas que una necesidad. Hay misiones específicas para conseguir vehículos y que luzcan después en vuestra galería, y de vez en cuando es divertido montar alguno para despeñarlo por algún precipio y ver como un cuartelito enemigo vuela por los aires en el impacto, pero os puedo asegurar que la parte del desplazamiento queda más que cubierta con los gadgets de Rico.
Puede que la historia queda un poco en tierra de nadie, demasiado tonta para tomarla en serio pero no lo suficientemente tonta como para reírnos "con ella", también es posible que notéis el factor repetitivo en las misiones, más acentuado que en juegos como Far Cry 4 que tienen más variedad y justifican mejor la necesidad de completar las secundarias, pero Just Cause 3 es entretenimiento en estado puro, rápido y efectivo; es una forma de encender la consola (sin importar el tiempo que vayas a pasar con la máquina encendida) y sacar diversión minuto a minuto.
Gráficamente, si tenemos en cuenta la libertad que presta la isla de Medici, encontramos el gran mérito de Avalanche. Puede que las construcciones sean poco complicadas y que los personajes no sean lo más vivo de la generación, pero a nivel paisajista el juego se lleva de calle a gran parte de los vistos hasta ahora. Esperamos que la compañía consiga mejorar algunos de los tiempos de carga que tiene JC3 ahora mismo y (por pedir que no quede....) sería genial que algún parche mejorara la tasa de frames, que aunque se mantiene en los 30 de forma bastante firme, tiene caídas a los 22 – 25 a menudo siempre ligadas a los grandes derribos o grandes explosiones (sobretodo en Xbox).
Just Cause 3 es, sin duda, una gran opción para vuestras listas navideñas este año. Lo dicho, no va a cambiar vuestras vidas, pero va a daros muchas, muchas horas de diversión y, al final, eso es lo que buscamos cuando encendemos la consola.