Especial
Iggy Azalea defiende la cirugía plástica
En tiempos en pro de la naturalidad ella apuesta por la libertad de ser como una quiera
El año pasado, Iggy Azalea reconoció públicamente que se había sometido a un par de operaciones de cirugía plástica: aumento de pechos y retoque de nariz. Una afirmación que no todo el mundo se atreve a hacer, sobre todo, en unos tiempos en los que prevalece la apuesta por la naturalidad y la diversidad de cánones.
Será la portada del mes que viene en Elle Canadá con la foto preferida de la gente que puede votar entre dos. Además, en la entrevista que ha concedido ha defendido la libertad de que a una le dejen ser como quiera. “Creo que en 2016, la gente debería aceptar más el hecho de que gente famosa y no famosa se someta a procedimientos cosméticos. Esa es la realidad. Y creo que más gente tiene que admitir que esa mierda no tiene que ser tan tabú porque todos lo hacemos de todas formas”, explica la rapera.
Ella está convencida de que todo el mundo tiene algo que quisiera mejorar y que el hacerlo o no depende de cuestiones económicas. Una afirmación que seguro que se va a llevar más de un detractor. “No hay nada blanco o negro sobre la belleza o la cirugía plástica”, asegura, “no hay garantías de que eso arreglará cómo te sientes sobre ti misma. Y todas esas mujeres que critican a quienes se someten a una cirugía plástica, si tuvieran 10 millones de dólares en su cuenta bancarias, las reto a no cambiar nada de sí mismas, o al menos considerarlo. Y no eso no tiene nada de malo”.
El auge de modelos como Ashley Graham, el libro de las weloversize.com o las nuevas portadas de Sport Illustrated ponen de relieve que las cosas están cambiando. Aunque si ellas apoyan la aceptación de uno como es, Iggy se inclina por la libertad de decisión. Las mujeres deberían tener la oportunidad de hacer lo que quieran sin ser juzgadas, “todos te dicen que deberías amar tu cuerpo como es, pero luego es malo decir que quieres cambiar algo de ti no porque te guste alguien más sino porque quieres hacerlo, ¿qué tiene de malo eso?”, se pregunta.
Ella se siente feliz con sus operaciones. Ahora le gusta más su pecho y también su nariz, “quería cambiar mi nariz porque no crecí con un bulto en ella, eso ocurrió cuando me golpearon con un balón de fútbol a los 16 años. Ahora siento que mi nariz luce como debería lucir”.