Estas son las claves para descifrar y comprender el videoclip de 'De aquí no sales' de Rosalía

Una relación tóxica, maltrato, sororidad y empoderamiento

Rosalía lo ha vuelto a hacer: la artista ha lanzado un videoclip que de nuevo nos introduce en ese universo que sólo ella es capaz de crear. En este caso, el clip de De aquí no sales (Capítulo 4: Disputa), de su disco El Mal Querer, ha sido dirigido por Diana Kunst y Mau Morgó (Caballo ganador de C.Tangana  o Fukk Sleep de A$AP Rocky) y producido por O Creative Studio.

En este clip, Rosalía sigue apostando por reflejar esa relación tóxica que tan presente está en su disco. Esta vez, en el vídeo de De aquí no sales la artista se pone en la piel de Flamenca: una mujer que cae al infierno por los celos de su hombre para luego renacer. El nombre de la protagonista da título a esta novela del S. XIII, novela en la que se inspira todo El Mal Querer.

La cantante aprovecha el término "disputa", así es como se llama este cuarto capítulo, para mostrar su lado más furioso y guerrero. Sin embargo, no todo se enfoca de este modo: el videoclip muestra el proceso de empoderamiento de una mujer maltratada y hundida en una relación tóxica.

Durante el videoclip vemos varias imágenes que son metáfora de una relación de este tipo. Por un lado, vemos a Rosalía hundida en un lago de agua negra. Esta imagen, que nos recuerda a Ofelia de Millais, se asimila también a una de las escenas de Hamlet, de William Shakespeare: Ofelia, loca de amor, muere ahogada. Sin embargo, esta imagen no llega a producirse: Rosalía se empodera y escapa de ese agua, en ningún momento la vemos ahogarse (como sí ocurre en el clip de Bagdad).

Rosalía aprovecha el paisaje típico castellano para transgredir y aportar un nuevo significado al entorno. El clip, rodado en los Molinos de Viento de Campo de Criptana (Alcázar de San Juan, Ciudad Real) e, representa la lucha de Don Quijote contra los molinos. Rosalía (¿o Dulcinea?) se rocía con gasolina y quema el molino, haciendo explotar esa relación que tanto sufrimiento le causa. 

Tras esta imagen, vemos a Rosalía en una mesa en la que un zorro se come ante ella las sobras de comida: lo poco que quedaba de la relación eran sobras, sobras para animales carroñeros que ya no importan. 

El videoclip también muestra varias imágenes en las que Rosalía aparece vestida de motorista, con un aspecto mucho más duro y desafiante. Podríamos decir, incluso, que se acerca a una estética "más masculina". Junto a ella aparecen varias bailarinas: la sororidad es el mejor arma de las mujeres para luchar contra la desigualdad, es decir, la solidaridad entre todas ellas ayuda a que Rosalía escape y no se sienta sola. Todo esto concuerda con las imágenes finales en las que vemos a la cantante escapar en moto y a sus bailarinas en todoterrenos.

El proceso de liberación de esta relación tóxica finaliza con imágenes violentas que incluso se acercan a una milicia de mujeres, a un grupo de guerreras. Sobre el campo bailan una especie de haka, un baile en el que se empoderan y amenazan a cualquier hombre maltratador. Esta danza, que se asemeja a un ritual, es una metáfora del orgullo y la fuerza de un grupo de mujeres luchadoras.

La estética de Rosalía en este vídeo también tiene mucho que ver con la historia y el tema. Los looks, impresionantes todos, son de diseñadores españoles como María Escoté, Celia Valverde, María ke Fisherman, Manémané, Heridadegato, Moisés Nieto o Cortana.

Por otro lado, el maquillaje, que ha corrido a cargo de Javier Ceferino, es otra obra de arte es sí misma: trenzas de tirabuzón para representar la fuerza o la guerra y lentillas azules para mostrar la frialdad de una mujer castigada por su hombre.

Estos looks, por cierto, sumados a esa estética de "mujer india" con joyas y piedras en la cara, se inspiran en el que lucieron las modelos de Givenchy sobre la pasarela en varias colecciones en los años 2015 y 2016.

Si algo consiguen Diana Kunst y Mau Morgó es reflejar la fuerza y la rabia de Rosalía, encarnando a una protagonista que no puede más y que decide luchar y no hundirse. Contra todo pronóstico, Rosalía se empodera, hace explotar su relación tóxica y acaba con el maltrato del hombre al que amaba.

'De aquí no sales' es mi canción favorita del álbum y esta pieza visual refuerza la música como ningún otro vídeo lo ha hecho en este proyecto

Estas son las palabras con las que la artista, totalmente acertada, ha definido el clip. Otra obra de arte.