Especial
El coreano es el nuevo inglés: así estudian los fans del K-Pop el idioma
Los seguidores del K-Pop se han sumergido de lleno en la ola de la cultura coreana
El Hallyu nos ha tocado a todos. “Admitámoslo. Cuando conocimos el K-Pop intentamos aprender a hablar coreano con Duolingo, vídeos en YouTube… pero nos rendimos a la semana”, comenta un usuario de Twitter con una imagen de perfil de Jeon Jung-kook, vocalista de BTS, poniendo morritos. A la exportación de la cultura surcoreana se le ha bautizado bajo el nombre de Hallyu para denominar el fenómeno que está captando la atención internacional y del que el K-Pop es sólo un medio, un catalizador, de todo lo demás: lo que conforma la cultura coreana, incluido su idioma.
Que la música de las bandas surcoreanas esté viajando por medio mundo ha suscitado una réplica similar a lo que desde siempre hemos hecho con las letras de las canciones en inglés, sólo que ahora nuestros oídos se esfuerzan por captar el coreano y aprendernos de memoria dichos temas. Hay quienes se han dado por vencidos con la lengua de sus idols y quienes se han rendido ante ella, dispuestos a usar la jerga que han hecho del inglés los jóvenes coreanos y las expresiones cotidianas que escuchan en los K-Dramas, en los que pueden ver a D.O. de EXO o Joy de Red Velvet.
Fascinados también por la pronunciación, algunos han pasado de iniciarse online con los caracteres del hangul, el alfabeto coreano, a adelantar en vanguardia a aquellos que se atrevieron en su momento con el chino mandarín porque era el futuro. “Yo le veo futuro ahora mismo al coreano en España”, comenta Itahisa, que estudia el idioma por su cuenta y señala como un buen recurso para hacerlo la página web Talk to me in Korean, donde hay disponibles tanto vídeos como lecciones académicas. Es también un aprendizaje de trueque. Por ejemplo, a través de KakaoTalk, la aplicación de mensajería instantánea por excelencia de Corea, en la que te puedes poner en contacto con una persona nativa y enseñar un idioma a cambio del coreano.
Frank es alumno en el Centro Cultural Coreano de Madrid, donde explican que para la última convocatoria de sus cursos gratuitos más de 200 personas hicieron cola para hacerse con una plaza, cuando hace unos años apenas se completaban los cursos y sólo había dos niveles de los siete que imparten actualmente.
Estudiante de nivel 2 en el centro, Frank se familiarizó con el ritmo de los temas K-Pop con una máquina de baile similar al Just Dance pero de mayor dificultad, Pump It Up; vio la serie surcoreana de fantasía Goblin y la recomendó; y durante un parón laboral, decidió optimizar su tiempo aprendiendo coreano. Desde que habla la lengua de los artistas de moda, le ha sorprendido la polivalencia de algunos términos como amigo (친구, chingu) y novio (남자친구, namja chingu) o novia (여자친구, yeoja chingu).
No es la única sorpresa que aguarda este idioma a sus nuevos seguidores. A Cristina, parte también del alumnado del Centro Cultural Coreano, lo que más le sorprendió cuando empezó a ir a clase fue el Konglish, la unión de palabras en inglés para crear términos en coreano. “Tienen muchas palabras que a lo mejor ni siquiera existen en inglés. Por ejemplo, en vez de decir selfie, dicen selka (셀카), de self-camera. Unen el inicio de las dos palabras”, explica. Jong-Eun Lee, profesora del centro, indica que no hay un sistema definido que acote la “inventiva” con la que los jóvenes crean nuevos términos para referirse a los elementos culturales que les rodean, como hacen también Facebook o Starbucks.
Una cultura de posibilidades
Llegan ávidos de conocimiento, para entender las letras de los temas K-Pop y conocer expresiones coloquiales que han escuchado. “A mediados de curso, se nota mucho su interés por la cultura coreana en general”, explica Yumi Yun, del departamento de prensa y relaciones internacionales del centro. Por el camino, algunos de sus deberes consisten en rellenar huecos que faltan en las canciones y así descifrar el enigma que contienen las letras.
Otro de los objetivos del Centro Cultural Coreano es acercar los conciertos de K-Pop proyectándolos para ofrecer una experiencia inmersiva al público. Además, el 29 de junio celebran el Concurso K-Pop España 2019, una competición donde los participantes cantan, bailan y se juegan la oportunidad de representar a España en el KPOP World Festival de Corea del Sur. “La semilla de la cultura coreana siempre estuvo cerca de todos, como puede ser el caso del taekwondo, pero después del K-Pop se ha conseguido relacionar la ‘marca’ con Corea”, dice Yumi.
En el Instituto Kojachi, Daniela también aprende con sus temas favoritos. “Mi profesora nos puso Spring Day de BTS para enseñarnos vocabulario sobre las estaciones”, comenta. “Los K-Dramas también son muy útiles para aprender un vocabulario más natural, del día a día, y mejorar el acento. El que más me ha ayudado es Hello, My Twenties!”.
Su objetivo es hablarlo con fluidez y vivir un tiempo en Corea, donde también le gustaría estudiar. Le atrae la comida y las costumbres, además de un idioma capaz de denominar con un término tan específico y poético al frío que arrecia las flores después de florecer los cerezos al entrar en primavera. El Hallyu se lo lleva todo, y lo más natural es sumergirse.
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