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Green Day revientan Madrid recordando ‘Dookie’, la biblia del punk comercial
Los chicos de Billie Joe celebraron los 25 años de su disco más importante reivindicando el derecho a ser eternos veinteañeros
Todo comenzó en una sala pequeña, y así han regresado para celebrar un aniversario marcado en cifras de oro para toda una generación. Casi tres décadas han pasado de esa noche en la que Green Day debutó en Madrid como teloneros, ante apenas 200 personas, y han vuelto, esta vez a La Riviera, a celebrar una efeméride clave en su historia. Así lo recordó Billie Joe delante de las 2.000 personas que abarrotaban la sala, llamando mentirosos a los que aseguraban haberlos visto en la Sala Revólver, donde presentaron Dookie en 1994.
25 años hace que Dookie se convirtió en la biblia del punk comercial, con la que Green Day se erigieron como herederos del grunge de mediados de los noventa y se hicieron gigantes. “Venimos a tocar Dookie completo en España para poner celosos a nuestros fans americanos”, gritó Billie Joe después de arrancar con Burnout y Having a Blast, verdaderos himnos con los que los afortunados asistentes comenzaron a viajar en el tiempo.
Green Day nunca se han tomado muy en serio lo de ser estrellas del rock, adueñándose de esa agresividad del punk y convirtiéndola en una fiesta acelerada de gamberrismo noventero. En un momento en la que The Offspring o Bad Religion dominaban en la escena punk de aquella California rebelde, los chicos de Billie Joe quitaban hierro a esos discursos y comenzaban a reclutar fans despreocupados con sus dos primeros discos.
Pero fue con el tercero, con Dookie, con el que tocaron el cielo de su carrera y el de La Riviera, en un concierto de botes y puños en alto delante de un público ávido de escuchar a su grupo de la adolescencia en directo. No es para menos, Chump o Pulling Teeth no sonaban en directo desde hacía cinco años. Welcome to Paradise, Basket Case, She o Coming Clean iban sucediéndose sin tregua, transportando a los presentes a una fiesta de hermandad universitaria, mientras a Billie Joe se le quedaba pequeño el escenario cuando gritaba "¡Viva Españñññaaa!” a viva voz o coreaba varios “eeeeeeooooo” invitando al público a seguirlo.
Finiquitado el álbum en sus bodas de plata, con un ambiente eufórico, Green Day dio paso a un carrusel de éxitos encadenados. Revolution radio, Father of All..., Holiday, Boulevard of broken dreams o Know your enemy se sucedían con el mismo ritmo frenético con el que arrancaron, espontáneo vestido de unicornio tirándose desde el escenario incluido. La cerveza ya volaba por una Riviera totalmente entregada a los grandes himnos del grupo en su tercera parada en la sala, la más inesperada, anunciada solo una semana antes.
No hubo sitio para la calma de Good Riddance (Time of Your Life) ni siquiera en el bis, que sirvió de clímax con el eufórico American idiot que la mitad de la sala llevaba impreso en sus camisetas. Para el cierre, no podía faltar Jesus of Suburbia, ese gran tema conceptual en el que se dejaron toda la energía que les quedaba. No en vano, Billie Joe reconoció hace unos días que la historia de St. Jimmy era la canción favorita de su repertorio.
De la misma manera que millones de adolescentes saludaron al punk en 1991 descubriendo Dookie, se sacudieron sus viejas camisetas en Madrid para volver a encontrarse con uno de los discos de su adolescencia. Billie Joe y los suyos llevan tres décadas reivindicando el derecho a ser eternos veinteañeros, y han demostrado que no hay nadie mejor que ellos para contagiárnoslo.
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Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic