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Eloy Moreno crea para ‘Tierra’ el reality que conecta a toda la humanidad
“Muchos utilizan a sus hijos para tener ‘likes’ y eso me parece muy triste”
Conocí a Eloy Moreno cuando pudimos charlar tras publicar Invisible, una novela que trata el tema del bullying con una sensibilidad muy especial y un punto de vista muy diferente a lo que estamos acostumbrados. No me extraña que fuera todo un éxito y que el autor fuera reclamado desde colegios e institutos para dar charlas. Ahora negocia la adaptación cinematográfica de aquella historia.
Por eso, cogí con ganas Tierra, su nueva novela y no defraudó. Una vez más logra hacernos reflexionar a través del entretenimiento. En esta ocasión utiliza el mundo de los realities, llevado a un extremo, para hacernos replantearnos cuestiones sobre la verdad y la mentira, las apariencias, la postura que tomamos ante el cambio climático y la vida, en general. Y todo con Islandia como gran protagonista.
Un magnate de la televisión crea un formato de reality que conecta a toda la humanidad. Consiste en enviar a 8 participantes a Marte para crear en aquel planeta, la primera colonia terrestre. Paralelamente, los hijos de este dudoso hombre, tienen que enfrentarse al concurso que les diseña su padre para cumplir su sueño. Nada es lo que parece y hay que desconfiar de todo.
Sí, el argumento ya nos avanza que va a ser adictiva y lo es. Capítulos cortos que van saltando de una a otra historia hasta lograr explicarnos la verdad de un hombre que no es la que esperábamos. Y aunque no es cuestión de hacer spoiler, que Eloy es mucho de jugar a la sorpresa, hemos charlado de esta nueva novela que estaría bien poder convertida en película.
Tierra es una obra ambiciosa, ¿cuál fue el germen de esta historia?
El germen está en el escenario, en Islandia. He ido varias veces ahí y la segunda vez que fui pensé que era un escenario ideal para un concurso extraño en el que ocho personas se aíslan del mundo. Islandia tiene una superficie como la de Portugal pero la población es como la de Alicante, imagínate la gente que encuentras por ahí. Fue el germen de la idea y lo empecé a mezclar con lo que me contaban muchos amigos que trabajan en televisión y que me contaban las mentiras que hay detrás de cada programa de entretenimiento. Eso empezó a ser el germen de la novela.
Este año hemos visto a J Balvin o Maluma empezando el año en Islandia, cada vez va más gente, pero sí es verdad que todavía no es un destino mayoritario, ¿cómo te dio a ti por irte para allá?
Es cierto lo que dices y, además, hace diez años, la primera vez que fui, no lo conocía nadie, las carreteras ahora están mucho mejor. Fui porque me encanta la naturaleza, es algo que me fascina y tenía unos amigos que me dijeron que si me gustaba la naturaleza me fuera para allá. Me impactó el cambio, de repente tienes hielo, de repente tienes fuego, agua… todo esto me hizo ir a Islandia. Y en el tema de la novela, que habla de las verdades, de la mentira, que detrás de algo bonito se oculta algo que no es tan bonito. Como la portada de la novela.
Una portada con mucho significado, ¿no?
Es la explicación de toda la novela. Es una portada preciosa, una foto muy bonita, pero esa foto no debería existir. En lugar de agua, debería haber hielo. Es bonito pero cuando te das cuenta de lo que pasa, no es tan bonito.
La mentira cobra un gran protagonismo. Verdad o mentira, ¿con cuál es más fácil convivir?
Con la mentira.
No lo has dudado.
Ni un segundo. En general, tanto a nivel personal, sentimental, profesional, te das cuenta de que cuando alguien dice ‘quiero saber la verdad’, en realidad no quiere saber la verdad sino que quiere saber lo que a él le gustaría escuchar. Vivimos en una sociedad con mucha mentira alrededor y a veces más vale eso… no quiero saber cuál es la realidad. Hay mucha mentira en el aire, después de la televisión, a partir de ahí, todo lo que venga después…
Uno termina la novela y empieza a dudar de todo y de todos, ¿tu intención era crear una desconfianza extrema?
Me encanta. Miras el mundo de otra forma porque empiezas a dudar de muchas cosas. Esa es un poco la intención, que el lector se quede con la incógnita de muchas cosas, que te vaya atrapando y digas, ¿qué está pasando?
Pero es inquietante…
Vamos a intentar pensar que es solo una historia de ficción.
Al final esta novela es una crítica a la humanidad, ¿cuál es tu sentimiento real hacia nuestra especie?
Hay un momento en que el padre dice que la humanidad es como un virus. Nuestro comportamiento es un poco lo mismo, alimentarte y alimentarte de lo que te alimenta, hasta que lo matas. Eso es un poco el virus. Es cierto que no ponemos remedio, al final nos comportamos así y no lo ves hasta que lo ves a nivel global. No te das cuenta de lo que está pasando.
El título ya es una declaración de intenciones: Tierra. ¿Por qué no logramos abrir los ojos respecto a la destrucción de nuestro planeta?
Dicen los psicólogos que el ser humano es incapaz de pensar a largo plazo, solo lo hacemos a corto plazo. Eso explica muchas veces que muchas decisiones perjudiciales para nosotros, como fumar, no lo ves como un peligro porque tu mente ve el día a día, no a largo plazo. Con este tema ocurre lo mismo. Estamos viviendo como una mentira, como que no pasa nada, pero porque es más cómodo para nosotros. Es más cómodo ir en coche a todos los sitios, coger taxis, utilizar plástico…estamos viviendo una mentira, como que no pasa nada.
“La tele es mentira”. Es una afirmación muy rotunda pero, ¿no crees que a estas alturas ya sabemos qué podemos y qué no podemos creernos?
Yo creía que sí, pero no. Tengo muchos amigos que trabajan en televisión y todo lo que he puesto es de primera mano, de lo que me comentan. Incluso que yo, que soy de por sí desconfiado, me han contado cosas que ni me esperaba. Me han sorprendido, ‘¿eso también es mentira?’. Pues también.
Pero suele decirse que, en muchas ocasiones, la realidad supera la ficción, y muchos de esos comportamientos que vemos en los realities nos muestran la verdad del comportamiento humano, ¿no?
Sí, puede ser. Lo que es el ser humano, sí, pero la puesta en escena, no.
De los realities como formato de masas, ¿sacas algo positivo?
Yo nunca he seguido ninguno, he visto algún programa o dos para verlo como tema de curiosidad, temas de relaciones humanas, como experimento social pero, no más allá de ahí. Por eso lo puse como ejemplo de la primera trama. El padre empieza haciendo un reality con sus hijos.
En las últimas semanas hay uno que se ha convertido en el formato revelación de la temporada: La isla de las tentaciones, ¿qué valoración harías de este reality?
No lo he visto, he oído hablar pero no lo he visto.
Cada mañana después de emitirse el programa, en la redacción escuchaba un debate sobre la moralidad de los concursantes, ¿no crees que eso es bueno, abrir debate sobre valores?
No lo sé, y ¿no es dar la vuelta sobre lo mismo siempre? ¿No es lo mismo que pasó con Gran Hermano? ¿No es como una rueda de hámster siempre hablando de lo mismo? No me interesan ese tipo de programas y eso que los he puesto como protagonistas de la novela.
Viendo el que tú has creado, cualquiera diría que los has visto todos para crear tu propio formato para la novela…
He dado ideas para crear programas, un montón…
Aquí vemos claramente la doble vida de muchas personas que tienen una vida real que en poco se corresponde con su vida virtual, ¿un mal en auge de la humanidad?
Con las redes sociales como que se ha potenciado. Antes no estaban las redes sociales y lo que hacías era presumir delante del vecino, pero con las redes sociales todo es exponencial. Llegas a las redes sociales y presumes de coche, de fiesta, de viaje y, al final, hasta de tus hijos. Muchos utilizan a sus hijos para tener ‘likes’ y eso me parece muy triste. Cuando veo a la gente que utiliza a sus hijos para tener más ‘likes’, de todo, es quizás lo que me da más pena. No lo han elegido.
Aquí reflejas el poder que tienen las redes de informar, juzgar, destruir… ¿nos está sobre pasando el poder que les estamos dando?
No hay más que entrar un día al metro y mirar qué hace la gente, se responde todo. Te das cuenta de que todo el mundo está en las redes.
Por cierto que presentas a una de las concursantes como la niña rica y caprichosa que vive sólo pendiente del ‘like’… ¿una crítica a las influencers?
La llaman Veruca, como el libro de Roald Dahl, el de Charlie y la fábrica de chocolate. Es la niña caprichosa, ella misma lo dice, que lo ha tenido todo y lo único que quiere es tener más y más y más. También es cierto que la niña ha nacido ahí, con esa familia. Cada uno que se tome cada personaje como quiera. Ahí dejo libre al lector.
Son 8 concursantes de tu reality, ¿a cuál le has cogido más cariño?
La doctora, creo que es la que tiene el alma más limpia.
Ya me pasó con Invisible, y ahora aquí, sucede lo mismo… ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos, ¿por qué haces que siempre dudemos si odiar o no al villano?
Porque nada es negro o blanco, hay matices de grises. El padre que aparentemente podía ser malo, lees su carta y te das cuenta de que también tiene su parte buena. Y el que parece bueno, luego te das cuenta de que no es tan bueno. Durante la novela vas investigando cada personaje y lo que lleva detrás y te sorprende. Es bonito porque es la vida. Todos tenemos la parte visible y la parte que no queremos que nadie vea. No deja de ser un libro que habla de la vida.
Desde una manera un poco cruda, ¿no?
O real. Todos los personajes pueden existir perfectamente.
Por cierto, ¿cómo van las negociaciones para la adaptación cinematográfica de Invisible?
Estamos ahí, es algo que me hace mucha ilusión. Son cosas que van muy lentas, cosas de productores, al final, tema de dinero, pero muy ilusionado. Con Tierra, a lo mejor también hay alguna cosa. Me han dicho hoy que somos nº2 de ventas, a nivel nacional, así que, contento me he levantado hoy.
Tierra también es muy cinematográfica. Tú ya la has visualizado, ¿no?
Si conoces Black mirror, cuando estaba escribiéndolo pensaba que esto podía ser fácilmente un capítulo.
“¿Quién vive? ¿Quién muere? ¿Quién lo decide? ¿Podrías se tú? ¿Serías capaz de decidir algo así?”… ¿Tienes respuestas para todas esas preguntas?
Yo no, son preguntas muy difíciles, por eso las ponemos en la solapa del libro porque son difícil y cuando el lector las lee se plantea también ‘¿qué haría yo?’. El lector que se acerque a la novela y no tenga mucha información sepa un poco y le genere esa curiosidad.
Tú que has trabajado mucho con jóvenes, que has recorrido muchos colegios e institutos… ¿hay esperanza con las nuevas generaciones?
Sí, siempre hay que tener esperanza en las nuevas generaciones. No soy visionario pero es cierto que voy a muchos institutos y ves cosas que no te gustan y otras que te gustan mucho. Ves gente excepcional. Hay chavales geniales. Hay una niña de 10 años que se ha leído Tierra y me ha mandado su crónica y todo y dices ‘ostras, con diez años’. Hay cosas muy chulas.
¿Cuál es el mensaje, de todos los que lanza la novela, que tuviera más poso en la gente?
Que nos paráramos a pensar un poco y abrir los ojos. A veces estamos tan en el día a día, como la típica imagen del hámster en la rueda dando vueltas, no nos paramos a ver si fuera de esa rueda hay algo, y a veces hay mucho y no lo vemos. Es un poco el mensaje, que se abran los ojos. Que la gente, después de acabarla, tenga unos días de pensar en la novela.
Vamos a acabar con un apunte musical, que alguno hay en la novela. Tiene su propia playlist con nombres muy escogidos tipo Ben Howard… ¿cuáles son tus criterios para la selección?
Oigo muchísima música, soy incapaz de leer y escribir sin música. Me encanta.
¿No te desconcentra?
No, a mí me concentra. Cuando escribo, además, si voy a escribir algo triste, me pongo música triste, si es algo más animado, me pongo música animada. Es muy fuerte pero siempre me ha pasado. Desde pequeño me encanta la música. ¿Por qué he elegido esta lista? Porque en cada momento que iba escribiendo me iba surgiendo. También que la gente conozca artistas distintos. Hay mucha gente que ha leído el libro que me ha dicho que ha descubierto música que no conocía. Yo estoy enganchado a Spotify.
¿Algún último descubrimiento que hayas escuchado en bucle?
No es último descubrimiento pero lo he escuchado en bucle, Noah Gundersen, que me encanta y, a nivel nacional, Viva Suecia que un grupo que últimamente me está enamorando.
¿Por las letras?
Un grupo español, en inglés es más complicado, pero uno español me llama por las letras, me engancha. Izal y Viva Suecia, las letras me encantan.
Tú que eres de mente inquieta, ¿ya tienes planeada la siguiente novela?
Me pasa que no, estoy esperando a ver si tengo alguna conversación con alguien y me… (risas).
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...