¡El nuevo Mac Mini vuela!
El chip M1 de Apple es revolucionario.
Tras el lanzamiento de los nuevos Macbook Air, Macbook Pro y Mac Mini, equipados con el nuevo chip M1 de Apple, llega por fin el momento de verlos en marcha en el mundo real, y las pruebas de rendimiento están siendo mucho más sorprendentes de lo que esperábamos.
Debemos tener en cuenta que Apple no sólo ha cambiado de compañía para la fabricación de sus chips. No hablamos de “quitar un chip de Intel” y “poner uno de ARM”. No.
La arquitectura de los ordenadores de Apple, a pesar de que no estén cambiando mucho por fuera, implica cambios muy importantes para la computación y el flujo de datos interno.
Los nuevos ordenadores Apple ya no están formados por elementos independientes que colaboran entre sí. Ahora, todo lo que antes trabajaba de forma aislada como el procesador, la tarjeta gráfica y la RAM, ahora forma parte de un ‘todo’ que físicamente está soldado en una misma placa y que multiplica la potencia y la eficiencia del conjunto.
Tanto es así que ordenadores como el Mac Mini, que antes existían como centros de trabajo ligero para casas con poca demanda, como navegar por internet o procesar textos, ahora son capaces de trabajar con programas de edición de foto y video de manera simultánea y sin meterse en problemas térmicos.
Mac Mini es capaz de mover video 4K, 6K y 8K en formato RAW (sin compresión) y también puede manipular videos con compresión H.265 (una de las más duras de decodificar en tiempo real) provenientes de cámaras como la Sony A7sIII o la Canon R5.
Hasta hoy, y dentro del catálogo “home” de Apple (sin meternos en la gama Mac Pro), un iMac de 2019, cargado con 8 nucleos i9 de Intel, una gráfica Vega Radeon 48 y RAM para regalar, puede manejar esos archivos 4K h265, pero no sin sufrimiento y que un Mac Mini pueda acercarse, igualar o incluso superar el rendimiento de una máquina así es un logro enorme para Apple.
Recordemos que el Mac Mini es una cajita pequeñita que puede albergar lo justo y que tiene el espacio justo para disipar el calor. Lo que nos lleva a preguntarnos qué tipo de salto viviremos el próximo año (esperemos que no tarden mucho más) cuando Apple actualice sus máquinas de sobremesa.
La nueva arquitectura de Apple pide mucho menos espacio para su implementación y la compañía podría aprovecharse de eso en dos frentes muy diferentes. Por una parte, el diseño de la máquina podría por fin revolucionar lo visto hasta la fecha y conseguir reducir el cuerpo de los iMac. Por el otro, el espacio de sobra puede traer consigo también un rendimiento mucho mayor al provechar el espacio para enfriar la máquina.
Este salto tendrá lugar sólo cuando el software profesional de referencia esté disponible. Apple no pondrá un iMac con arquitectura ARM en la calle si, por ejemplo, la suite de Adobe no ha sido completamente re-escrita para su óptimo funcionamiento en ella.
El único ‘pero’ que trae esta nueva fórmula es la pérdida de la mejora modular de los equipos, que en Apple ya quedaba como algo anecdótico sólo dejando al usuario alterar la cantidad de RAM sin tener que desmontar los aparatos. Ahora, las mejoras y reparaciones irán siempre ligadas a la Apple Store, como pasa con los móviles, por ejemplo.
En cualquier caso, la llegada de los nuevos equipos con el chip M1 está revolucionando el mercado y crea grandes expectativas para lo que tenga que llegar de Apple en el futuro.