Pablo Moya (‘La isla de las tentaciones 2’) comparte el resultado de su injerto de pelo

Estamos ya enganchados a La isla de las tentaciones 3, pero eso no significa que nos hayamos olvidado de los concursantes de las anteriores ediciones. De hecho, el reencuentro de Tom Brusse y Melyssa Pinto deja claro que el interés es, todavía, más grande que el que generan los nuevos concursantes.

Otro que nos ha sorprendido esta semana ha sido Pablo Moya, el calvito que tuvo que sufrir la infidelidad de su novia Mayka Rivera que decidió comenzar una relación con Óscar, el tentador que más ha triunfado en el programa hasta ahora.

Pasó por la humillación a nivel nacional de ver como su novia se olvidaba de él, mientras hacía popular a Rosito (el oso que le regaló su ex novia que acabó siendo un símbolo de ruptura), pero sacó un espacio en mmtmad. Ya en noviembre nos avisaba que tenía pensado cambiar de look sometiéndose a un injerto capilar. Dicho y hecho.

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Se sometió al trasplante y ahora ha mostrado el resultado. “Me quitaron 3.440 folículos de la cabeza, pero está tan bien hecho que no se nota que me han quitado ningún pelo en la parte de atrás de la cabeza", aseguraba.

La historia del pelo

El DJ tiene ahora 27 años, pero, como él mismo ha contado, “empecé con 22 o 23 a tener pérdidas, es decir clareo y falta de densidad. Eso en un chaval de 22 años, DJ, que te dan los focos en la cabeza, muy expuesto a la gente, me creaba un complejo, al principio, flipante”. Intentaba buscar sus trucos para disimular esas pérdidas, pero, la calvicie fue evolucionando y a partir de los 24 se empezó a rapar la cabeza.

“También tenía bastante complejo. Solo la gente que pierde el pelo sabe lo que es, de un día para otro, verte con pelo y luego verte rapado al cero, es un choque bastante grande. Al paso de los meses me acomodé y empecé a verme bien.

Llevaba bastante tiempo pensando en someterse a un injerto, pero su paso por La isla de las tentaciones le hizo quererse a sí mismo y tomó la decisión definitiva. “Es una operación larga. Dura entre unas seis o unas ocho horas, dependiendo de los folículos pilosos que te pongan. Después de la operación hay que guardar reposo unos días y ser muy cuidadoso”, explicaba.

En fase de postoperatorio

Lo peor ha sido el postoperatorio, “no es que duela, pero es muy incómodo”. Reconoce que no puede dormir tumbado ni agachar la cabeza. En la ducha tiene que tener cuidado con la potencia del agua y eso acaba siendo pesado.

Han pasado dos meses y empiezan a verse los resultados. Se le ve muy contento, “me veo cambiado totalmente y el tema de la confianza lo tengo mejor que antes”.

Después de dar todas las explicaciones, se quitó la gorra y mostró el resultado del injerto que ha encantado a su amigo Christian que sigue mandando mensajes a su ex, Melodie.

Volviendo a Pablo, ¿acabaremos viéndole con melenaza?