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Marwán: Hablamos con él de amor, pasión, Tinder, poesía, nacionalismo, Sabina, Khalessi o Dani Rovira
Temas que trata en ‘Una mujer en la garganta’, su nuevo poemario
Marwán es de esas personas que han encontrado en la palabra la conexión para comunicarse con el mundo. Bien a través de las canciones o, bien a través de la poesía, que en algún punto se conectan y que, en su vida, juegan un papel protagonista. Durante esta pandemia su nivel creativo ha estado fluyendo dando forma a un disco, El viejo boxeador, y un libro, Una mujer en la garganta, en los que ha volcado su forma de pensar, de sentir y, en definitiva, de concebir el mundo.
Algunos puristas de la poesía no logran entenderle ni conectar con su forma de expresarse. Tiene algo que decirles, aunque sus lectores, cada vez más numerosos, son la mejor respuesta a sus críticas. Su poesía urbana y su forma de escribir sin reglas, que le hacen sentirse un apátrida, dan cabida a un hombre que rezuma pasión y que cree en el amor. Y de ambas hay muchas en su libro del que hemos podido charlar con él.
Hemos hablado de amor, de pasión, del nuevo tipo de relaciones, de Sabina, de las fantasías con Khaleesi, de Dani Rovira, de nacionalismos, de la juventud rebelde y de Madrid, entre otras cosas. Y de todos esos temas tiene una opinión personal y pasional.
Disco, libro, gira en mente… si no fuera por la pandemia diríamos que este último año ha sido muy bueno para ti, ¿no?
A nivel creativo ha estado muy bien y a nivel de sacar dos obras, un disco y un libro, que me tienen enamorado, que no sé si está bien que yo lo digo, pero a nivel creativo, muy bueno.
Hay como dos temas centrales en el libro: El amor y la poesía como creación. Hay palabras a las que cada uno le otorga una definición, ¿cuáles serían las tuyas para el amor y la poesía?
La poesía si hay que decir algo así cortito, es la capacidad de ver lo extraordinario, a través de la mirada poética, lo extraordinario que hay en lo ordinario en los asuntos cotidianos. Perdona la definición, es un poco reducida, porque es también una capacidad de abordar la realidad a través de símbolos, es tantas cosas. Y el amor es un concepto que va cambiando con el tiempo y a día de hoy, a mi edad, el amor no pasa por el arrebatamiento, no pasa por, simplemente, por el enamoramiento y la pasión, sino que pasa por la generosidad de permitir al otro ser quién es en todos sus aspectos. El amor podría ser la consideración que sentimos por uno mismo, la consideración que sentimos por el otro y la consideración que sentimos por la naturaleza. La consideración es más que la empatía, la compasión, es algo más elevado todavía.
Dices que el amor para ti, a día de hoy, no es arrebatamiento ni enamoramiento, pero mucho de eso en el libro…
Sí, hay mucho arrebatamiento amoroso porque quería resaltarlo también, en función de determinados momentos. El núcleo del libro es el amor rebelde, el amor que se rebela y es la rebeldía en muchas facetas. Hay una bronca generacional en el poema Covid, hay rebeldía con respecto a los caminos señalados o marcados y hay rebeldía en el amor, hablo de amores que quieren salirse de las reglas y en el ensalzamiento de la pasión.
No te gustan los convencionalismos en el amor, ni la rutina tampoco.
Es un libro en el que he intentado huir de los convencionalismos y la rutina en todos los sentidos.
En el amor y en la poesía, porque no te gustan las reglas.
Totalmente, me gusta tener mi propia voz y explorar mis propios territorios y creo que me rebelo bastante en este libro.
Dices que ahora las relaciones son producto de consumo, ¿vamos a peor?
Esto no lo he dicho yo únicamente. Hay una teoría de un sociólogo, filósofo llamado Zygmunt Bauman, que nos dejó hace unos añitos, que venía a contar que el comportamiento capitalista está influyendo tanto en todas las esferas de la sociedad que esa compulsión consumista también se ha trasladado a la esfera de las relaciones amorosas. A veces sí nos tratamos como relaciones de quita y pon y en muchas ocasiones hay menos paciencia y menos tolerancia a la frustración y rápidamente buscamos rellenar el hueco con otra pareja. Yo sí siento que es un poco así.
Algo parecido está ocurriendo con la música, ¿no?
¿En el sentido de que estamos optando por lo facilón y por la poca profundidad de las cosas? Sí, está en todas partes. Hay comida basura, hay música basura, hay telebasura, hay relaciones basura. Estamos un poco consumiendo por encima de nuestras posibilidades, por decirlo así.
En ese cambio que se produce sobre las relaciones, entran las apps de citas en las que no crees mucho, pero hay parejas que han salido de ahí, ¿no?
Sí, totalmente, lo que pasa es que, a uno, en un poema, le apetece volcar lo que le apetece volcar para resaltar lo que le interesa. Yo conozco personas que en Tinder se han enamorado y han tenido hijos y todo y tienen una relación bonita. Pero en Tinder no predomina eso, predomina un uso superficial del tema y se convierte en un mercadillo. Tampoco pasa nada si la gente se ve así, pero creo que no es lo más sano a nivel relacional tratarse como objetos.
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Hombre, en la calle también hay un poco de eso, ¿no?
Sí, pero no es tan exagerado. Creo que, en las redes, directamente, estás ofreciendo y dejando claro que estás buscando eso y creo que puede dar lugar a muchos malentendidos.
Leemos que es importante en una pareja tener siempre algo por descubrir. Los que pasan 50 años juntos, lo tendrán un poco difícil, ¿no?
Sí, pero en la medida de lo posible, mantener no un secreto exactamente, no una amenaza, pero mantener un halo de misterio, me parece importante para, en la medida de lo posible, seguir resultando atractivos. Cuando algo es tan brutalmente familiar, quizá puede dejar de atraerte.
¿Crees en el amor para toda la vida?
Sí, claro, se puede dar totalmente. En lo que no creo es en la pasión para toda la vida, es hormonalmente imposible.
“No se puede sentir con calma”, ¿no es agotador tanta intensidad?
Se puede sentir con calma perfectamente, y yo alguna vez he sentido con calma y he sido muy feliz, pero no se puede sentir sin emoción. Si la calma hace que desaparezcan las emociones, vamos muy mal. Se puede vivir sin intensidad, pero la emoción a veces sustituye a la intensidad muy bien, lo que no puede ser es sin emoción y sin intensidad, eso es un suplicio.
Si en un mitin leyeras el poema sobre Madrid, te votaba el 4 de Mayo, ¿se puede sentir tanto amor por una ciudad?
Sí, totalmente. Una ciudad es donde se desenvuelve tu vida, donde tienen lugar tus encuentros más especiales, tus conciertos más especiales, tus noches más especiales, tus rincones inolvidables… esa relación que tiene la gente con las ciudades con mar que dicen que no pueden olvidarlo y no pueden vivir en una ciudad que no tenga mar, lo tengo yo con Madrid. Con sus bares, sus aceras, sus calles repletas de gente, su magia, su jovialidad, su cercanía.
Hablando de orígenes y de raíces, hay pullita al nacionalismo.
Me parece que el nacionalismo es excluyente y no ayuda a los hombres, no deja de ser un dogma que se convierte en excluyente y exclusivista. Por haber nacido en determinado trozo de tierra que está a medio metro más acá o allá, creerte más distinguido o más especial que otros que han nacido a tres metros, me parece una tontería supina y me parece que hay algo que separa mucho a los seres humanos y que crea muchos conflictos y guerras innecesarias.
En uno de los poemas aseguras que los demonios no se matan, se doman, ¿cuáles son los tuyos a día de hoy?
Supongo que tengo muchas. Muchas cosas de mi infancia que no he superado o siguen apareciendo de vez en cuando. Puede ser el complejo de inferioridad en determinadas ocasiones, la tendencia a darme caña a mí mismo. Las cosas que uno lleva dentro que le pueden hacer tener una relación poco fluida consigo mismo o con otros, son los demonios que une tiene. Hay que ser conscientes de ellos y manejarlos. La mente es una herramienta hiper poderosa que si la manejas tú es una maravilla y si te maneja ella es un horror.
Hay nombres propios en este libro y me gustaría que me dijeras el porqué de alguno de ellos: Dani Rovira, le das las gracias dejando en el aire por qué.
Porque el título del libro, Una mujer en la garganta, lo dije en un programa de radio y yo pensé que se me había ocurrido a mí, y Dani me hizo ver que había una frase de Galeano que decía ‘tengo una mujer atravesada en la garganta’ y me enseñó la frase y dije, ‘claro que sí’. Yo hice una búsqueda en google porque ‘una mujer en la garganta’ era demasiado bueno, tenía que ser de alguien y no lo encontré. Entonces me dijo eso Dani y me apetecía agradecérselo y de paso hemos hecho un homenaje a Galeano que tanto me gusta.
Joaquín Sabina y su sesentaydiez cumpleaños, ¿te ha llegado feedback?
Sí, le mandamos el poema y me dijeron que le gustó mucho. Es uno de mis dioses, uno de mis principales referentes, una de las personas que más me ha emocionado a lo largo de toda mi vida. Es un referente tan absoluto, es un artista tan tremendo y de un valor tan incalculable que no te lo puede contar.
Khaleesi, la madre de dragones, ¿metáfora o fantasía?
Es una fantasía, la verdad, todo el poema, y me encanta que lo sea.
Yendo al tema de la poesía, hay mucho rencor hacia poetas y críticos, ¿tanto te han afectado sus opiniones?
En ocasiones no me afectan y otras, cuando han sido muy duras o muchas, sí, me he sentido muy maltratado por ellos y me apetecía contestarles.
¿Qué es lo que más te ha dolido?
Que te insulten en un medio público o que tachen tu poesía de basura. El hecho de que se den a sí mismo el privilegio de la poesía y no les permitan a otros expresarse, y hacerlo de una manera tan arrogante y tan poco empática.
“Tanta gente con contactos sin talento”, ¿en quién pensabas?
Pienso en la sociedad en la que vivimos. Vivimos en la sociedad de enorme intrusismo, si tienes medios materiales, en algunas ocasiones, eso determina profundamente la capacidad de alcanzar puestos de éxito en muchas facetas y, a veces, teniendo talento, si no tienes contactos o medios materiales, puede ser que no llegues a nada. Me parece importante resaltarlo desde el punto de vista del intrusismo y una meritocracia que no puede ser tal si no hay una igualdad de oportunidades.
Dices que “vivir es seguir pese a tu historia triste”, ¿qué ha sido lo más difícil en tu caso?
Supongo que superar determinados desengaños muy fuertes, abandonos familiares, son cosas a las que nos enfrentamos todos en ocasiones. Las grandes decepciones que se te quedan clavadas durante años y a pesar de esas heridas, de esos abandonos, que normalmente se dan en el ámbito familiar o de relaciones muy íntimas, a pesar de eso, la vida sigue y uno se rehace y sigue.
“El covid le ha dado derecho a la juventud a ser rebelde y poder quejarse”, ¿antes no había esa posibilidad?
Siempre ha habido esa posibilidad, pero es un poco una bofetada generacional porque a los nacidos después de la dictadura se les ha reprochado que han vivido entre algodones y lo cierto es que hemos vivido dos crisis consecutivas y una pandemia, y una precariedad laboral para los jóvenes que es una locura y la incapacidad para emanciparse por el precio de los alquilares. Ser ha dinamitado el estado de bienestar y todavía se sigue criticando a los jóvenes y me parecía importante dar un golpetazo en la mesa.
En esta pandemia se ha criticado mucho a los jóvenes por su comportamiento, ¿crees que de manera justificada?
Hay que buscar los grises. Están siendo irresponsables muchos jóvenes, muchos, muchos, muchos, otros no lo han sido, pero muchos han sido inconscientes de lo que estaba sucediendo principalmente porque ellos no sufrían las consecuencias de la enfermedad. Pero también hay que ser un poquito empáticos con ellos y pensar que debe ser muy duro vivir esta situación cuando tienes 14, 15, 17, 18, 20 años, con las hormonas disparadas y una necesidad de contacto y de autoafirmación y contacto social. Es importante observar eso, pero dicho esto, ojalá se hubieran cuidado más y que rabia da y qué cabreo nos pillamos con botellones en os parques de gente inconsciente, porque puede haber puntos intermedios.
He visto en tu IG ‘Marwán y Funambulista. Entrenando para la gira’, ¿qué nos puedes contar al respecto?
Pronto va a haber noticias muy buenas y creo que muy bonitas sobre un proyecto de gira que estamos preparando conjunta.
Llevas ya algo más de un mes dando conciertos, ¿han cambiado mucho?
La principal diferencia es que, pese a las mascarillas y la separación entre la gente, hay una cantidad de emoción contenida y emoción que se acaba desatando que es espectacular y están saliendo espectacular todos los conciertos. Hay muchas ganas.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...