Crónica: Bad Gyal calienta el Wanda Metropolitano con la única ‘Fiebre’ que nos gusta
La artista llenó el estadio madrileño para ofrecer un show que apenas dejó quejas en su repetorio
Aún con una pandemia, Bad Gyal no ha parado de lanzar música. Ya sea con dos de las artistas que más están dando de qué hablar en la escena urbana internacional o lanzando su EP, su discografía no para de crecer… Y por tanto, reclama un buen escenario.
Las salas y los festivales son su entorno habitual, aunque las condiciones de aforo actuales no alentan a hacer un show en las condiciones que la artista predispone en sus giras. Por ello, la oportunidad que el Festival Río Babel dio a sus artistas de tener sus propios shows en el mismísimo Wanda Metropolitano era perfecta.
De este modo, uno de los estadios más concurridos de Madrid empezó a formar colas en sus accesos para el gran día. Bad Gyal volvía a la capital por enésima vez, aunque esta vez consiguiendo algo que nadie esperaba: conseguir una verdadera fiesta concentrada en tan sólo una grada del estadio.
Un Warm Up necesario
Se hizo de rogar, pero por fin salió al escenario. Tras dos olas de aplausos a causa de pruebas de iluminación, el ejército de bailarinas de Bad Gyal consiguió arropar su entrada triunfal al ritmo de Pussy. Sin duda, una de las elecciones más certeras de su repertorio para una apertura: base potente y letra explícita. Marca de la casa.
La sucesión de temas de su aún caliente Warm Up -valga la redundancia- pasó con nota su examen: su último EP es un conjunto perfecto de temas que funcionan en directo. Y es que la grada del estadio del Atleti consiguió vibrar al ritmo de Judas, Gasto e incluso Iconic. Un paso por sus últimas ocho canciones que, por supuesto, todos consiguieron entonar al unísono.
La más pegá (y clásica)
Jacaranda irrumpió en el escenario, solo para que en su final pronunciase las primeras palabras de la noche. Aunque menospreció sus dotes de oradora sobre el escenario -algo incomprensible después de incorporar a la cultura pop su "He vuelto zorras"-, advirtió a su público de lo que venía: "Mejor no hablo mucho, voy a hacer lo que se me da bien. Vamos a darle Candela", y sonaron los primeros toques de guitarra de la misma canción.
Después de su oda jamaicana a la virtud de saber compartir -y yo me lo prendo / pásalo-, premió a los más fans yéndose atrás en el tiempo con Open The Door. Eso sí, cualquier aplauso ovación se quedó corta cuando llegó a los temas que sólo los más fieles apreciarían bien: Pai, su versión del Work de Rihanna y su costumbrista Mercadona.
Una prórroga por todo lo alto
Que se mueva como una auténtica diva sobre el escenario no la excluye de caer en las mismas tradiciones que sus colegas de profesión. Justo después de "llamar" Zorra a Rauw Alejandro cantando el Remix de uno de sus temas más icónicos, se despidió del público con una clara intención de volver.
Así, temas como Alocao, su profético Internationally o el venerado Santa María dieron la bienvenida con alfombra roja a una despedida por todo lo alto. Fiebre, tema con el que entró en el dancehall, sonó para toda esa parte de la grada a la vez que los juegos de luces del estadio se encendían en rojo y blanco.
Se marchó con la cabeza bien alta del escenario, aunque se le pudo seguir la pista hasta su camerino con el humo que desprendía su cigarro de premio por un show bien hecho. Es evidente: Las niñas siguen queriendo tra.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...