Especial
Irene Rosales y Kiko Rivera en ‘Secret Story’, ¿cuál será su papel?
Carlos Sobera conecta con la mujer de Kiko para conocer la respuesta
Los auténticos protagonistas de Secret Story son los concursantes que llevan ya tres meses encerrados en una casa con poca información del exterior. Pero, la organización no es tan cruel, y, de vez en cuando, va incorporando invitados que van dando un soplo de aire fresco a los concursantes.
Este martes, en Secret Story: La cuenta atrás, Carlos Sobera ha contactado vía Skype con Irene Rosales que va a dar uno de esos respiros a alguno de los concursantes. Carlos anunciaba que el jueves habría visita de familiares y amigos a la casa y ella estaba invitada. Cuando el presentador le preguntaba a quién iba a sorprender ella, tiraba de sentido del humor: “No lo sé, yo creo que voy a ir a darme un paseíto por Guadalix”.
Hecho el chiste, desvelaba a quién iba a visitar. “Es para darle una sorpresa, mucho ánimo, mucho cariño y, sobre todo, un subidón de estos que se necesita a última hora a mi amigo, Luis Rollán, que lo quiero muchísimo y está haciendo un concursazo de diez”, desvelaba finalmente.
Alegato y contra alegato
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“Yo lo estoy viendo muy bien, la verdad. Al principio lo que hizo fue disfrutar de la experiencia y conocer a la gente, pero luego yo he visto una persona que ha sido clara, que ha ido diciendo las cosas a la cara y que, a la vez, está disfrutando del concurso, que no por estar en conflicto significa que se está apagando él como personaje y como persona que está disfrutando del concurso. Por lo tanto, estoy super contenta. ¿Ganar? Bueno, es que, en este tipo de concurso, por mucho que queramos… pero ojalá que sea así”, explicaba cuando Sobera le preguntaba cómo estaba viendo a su amigo.
El presentador le recordó que cuando contactaron con la hermana de Isabel Rábago, apareció por sorpresa por detrás su marido con el torso desnudo que logró revolucionar el plató. Se preguntaba si iba a suceder lo mismo con Kiko Rivera.
Irene explicó que, aunque le había robado la habitación –no había más que ver los discos de oro en la pared- él estaba en el salón y, como mucho, podría salir en pijama. Finalmente salió, en chándal, y tan solo brevemente para decir hola con la mano. Visto y no visto, aunque se llevó los vítores del público.
Sobera también la puso en el compromiso de dar un nombre contra el que ella haría un contra alegato. Se mojó y dio el nombre de Miguel que cree que podría ser el que podría hacerle la convivencia un poco más complicada.
El jueves la veremos en la casa y seguro que Luis derramará más de una lágrima.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...