10 años sin Whitney Houston: Cronología del adiós de un mito
La habitación 434 de un lujoso hotel de Beverly Hills fue el último escenario de la diva
El 11 de febrero de 2012, la voz de Whitney Houstonenmudeció para siempre. La habitación 434 de un lujoso hotel de Beverly Hills fue el último escenario de la diva, donde pasó sus últimas horas y donde ocurrió el trágico suceso que conmocionó al mundo. Esta es la cronología de sus horas finales. De su última actuación en público o de la última charla que mantuvo con su madre antes de sumergirse en una bañera de la que nunca saldría.
Whitney y Bobbi llegan a Los Ángeles
Houston había llegado a Los Ángeles con su hija Bobbi Kristina Brown, de casi 19 años, para asistir la fiesta anual pre-Grammy de su amigo y mentor, el ejecutivo de la industria discográfica Clive Davis. Se alojaba en la habitación 434 de la 4ª planta del Beverly Hilton, un hotel de cuatro estrellas situado en Beverly Hills. Era precisamente allí donde se celebraría la gala (cena y concierto) que rendía homenaje a Sir Richard Branson (fundador de Virgin) la noche del sábado, 11 de febrero de 2012.
Su última actuación: ‘Sí, Jesús me ama’
El jueves, 9 de febrero, estaba invitada a la fiesta-concierto de la cantante Kelly Price (nominada ese año al Grammy) en el nightclub Tru Hollywood. Apareció sonriente, luciendo un vestido negro escotado, junto a Bobbi que iba de rojo. El evento se llamaba Kelly Price & Friends Unplugged: For the Love of R&B. En el transcurso del concierto, Price se dirigió al público y explicó cómo Houston había influido en su carrera. Y mirando directamente a su maestra le dijo: "Eres una artista de categoría. Eres un icono".
Kelly se sorprendió cuando Whitney se levantó inesperadamente y se unió a ella sobre el escenario. Se fundieron en un largo abrazo y, de forma improvisada, Houston agarró el micrófono y empezó a cantar. Interpretó una breve estrofa del clásico del gospel Yes, Jesus loves me. Con una voz baja y áspera. Resultó ser la última actuación ante público de la estrella.
Price recordaba en la revista Rolling Stone esa noche junto a Houston: "Nos reímos, bailamos, cantamos, lloramos y hablamos de las cosas de las que hablábamos siempre: los hijos, la vida... Estaba bien. Estaba magnífica. Se lo pasó bien, fue feliz y eso es todo lo que pasó esa noche".
Desayuno con su hija y charla con su madre
De la siguiente noche, la del viernes, 10 de febrero, hay testigos que la vieron en el bar del Hotel Beverly Hilton con un grupo de amigos. Al parecer, estuvo mucho tiempo allí bebiendo y conversando.
La mañana del sábado, 11 de febrero, Whitney y su hija desayunaron juntas en la planta baja del hotel. Después, la cantante regresó a su habitación y pidió más comida al servicio de habitaciones. Su apetito parecía insaciable. Habló por teléfono con su prima, la cantante Dionne Warwick, para asegurarse de que estarían sentadas en la misma mesa en la fiesta de Davis. En ese momento, no había ningún indicio para preocuparse. También charló con su madre, Cissy Houston. Todo parecía seguir bien. La conversación entre madre e hija fue animada y alegre.
Baño con unas gotas de aceite de oliva
En torno a las 3:00 p.m, su asistente, Mary Jones, fue a hacer compras a Neiman Marcus, en la misma calle del hotel. Antes de marcharse, sugirió a Houston: “tómate un baño”. Whitney abrió el grifo de la bañera y le echó unas gotas de aceite de oliva, que utilizaba para mantener su piel suave y elástica. Se la escuchó cantando mientras estaba dentro del agua.
Jones regresó a las 3:36 p.m. Envuelta en lágrimas, reproducía ese momento ante las cámaras del filme Whitney: Can I be me: "Cuando entré en la suite estaba muy oscura, pero mi niña no estaba en la cama. La encontré en la bañera". Houston yacía boca abajo. Los esfuerzos frenéticos de los servicios de urgencia para reanimarla fueron en vano. Fue declarada muerta a las 3:55 p.m.
Retrato de la escena
El informe forense, publicado dos meses después, desveló algunos sorprendentes detalles sobre el momento en el que falleció la cantante. En la habitación se encontró un ‘mini almacén’ de medicamentos sobre la mesa del living room de su suite con “múltiples frascos de medicinas”. En la parte superior del mini-bar había una "botella abierta de champagne" y a lo largo de la pared, tres mesas del servicio de habitaciones con platos de comida, incluida una hamburguesa con patatas fritas y un sándwich de pavo. Había también “una lata abierta de cerveza”. Y encima del sofá, estaba la cartera de Houston de la que se había extraído su carnet de conducir.
En el cuarto de baño es donde se descubrió lo más preocupante: una cucharilla con cristal blanco sobre la encimera, presumiblemente cocaína, y un trozo de papel enrollado. También “un frasco de medicación y una pequeña bolsa de plástico rasgada” además de “un cenicero lleno con múltiples colillas”. Otra pieza de la investigación forense añadía que Houston llevaba puesta una peluca de color marrón fuertemente ajustada a la cabeza, en el momento de su muerte.
Según la autopsia, Whitney falleció ahogada accidentalmente en unos 30 cm de “agua extremadamente caliente". La investigación reveló que "los efectos de su cardiopatía ateroesclerótica y el consumo de cocaína" fueron factores contribuyentes.
Una escena surrealista
Sorprendentemente, pocas horas después, la fiesta de Clive Davis se celebró... en el mismo hotel en el que acababa de fallecer Whitney. Era una escena surrealista: las celebridades caminando por la alfombra roja, engalanadas y sonrientes, junto a un coche de la policía científica y numerosos paparazzi acampados esperando que saliera el cuerpo de la cantante. El fundador de Arista Records alegó que eso era lo que hubiera deseado su amiga. Y añadía en Los Angeles Times: "Estoy personalmente devastado por la pérdida de alguien que ha significado mucho para mí durante tantos años". Rihanna, Katy Perry o Britney Spears fueron algunas de las numerosas estrellas que asistieron a la fiesta previa a la ceremonia de los Premios Grammy 2012.
Chaka Khan, sin embargo, declaraba en CBS: "Pienso que eso fue algo completamente demencial. Conociendo a Whitney no creo que hubiera dicho 'El show debe continuar'. Era el tipo de mujer que hubiera dicho '¡que pare todo! No voy a estar allí'. No entiendo cómo la fiesta siguió adelante”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop