Especial
Kourtney Kardashian y Travis Barker se casan por tercera vez en Italia de la mano de Dolce & Gabbana
La pareja ha celebrado festejos nupciales durante todo el fin de semana
El dicho asegura que 'no hay dos sin tres' y en esta ocasión Kourtney Kardashian y Travis Barker han querido demostrar eso de que 'del dicho al hecho hay un trecho' es solo cuestión de voluntad. La pareja del momento lleva varios meses copando las portadas de la prensa del corazón de todo el mundo gracias a sus numerosas bodas: la primera en Las Vegas, sin ninguna validez legal, la segunda en Santa Bárbara, que oficializó su unión ante la ley y una tercera que acaba de tener lugar este fin de semana en Italia en la que se han dado el sí quiero ante sus allegados más íntimos.
La mayor del clan Kardashian y el batería de Blink 182 no han escatimado en gastos ni en glamour. La pareja afincada en Estados Unidos no ha dudado en cruzar el Atlántico para celebrar su boda más oficial en el Viejo Continente, donde, ni más ni menos, han alquilado el Castello Brown de Portofino, Génova, que es propiedad de los icónicos diseñadores de moda Domenico Dolce y Stefano Gabbana.
Pero además de anfitriones, los modistos han sido quienes han firmado todos los looks de la celebración, inlcuído el extravagante mini-vestido de novia de Kourtney Kardashian, del que sobre todo cabe resaltar el diseño único de su velo, que conjuga un diseño floral en los bordos y la imagen de la Virgen María en posición de oración en el resto.
Por su parte, Barker ha lucido un esmoquin negro clásico que combinaba a la perfección con la iconografía del escenario que la pareja escogió para casarse. Un pequeño rincón al aire libre rodeado de naturaleza y junto al mar que ambientaron con un decorado barroco en el que no faltaron las rosas rojas, su propio símbolo desde que empezaron a salir, las velas y las decoraciones doradas que aportaban el toque old school y glam que caracteriza a la pareja.
Kris Jenner acompañó a Kourtney al altar
El escenario era más bien complicado para la celebración de una boda. La bajada desde el castillo hasta la zona en la que habían montado el altar estaba repleta de escalones y con el velo de más de dos metros que Kourtney había escogido no se le hizo nada fácil andar a la novia. Sin embargo, con la ayuda de varios asistentes y cogida de la mano de Kris Jenner, la empresaria logró llegar al lugar de la ceremonia sin ningún percance.
Abajo, en un balcón con vistas al mar, le esperaba el músico, que como manda la tradición, llegó antes que la novia para verla acercarse al altar antes de que esta le diese —en este caso por tercera vez— el sí quiero.
Un fin de semana de lujo en Italia
La ceremonia del pasado domingo solo fue el colofón a un fin de semana de lujo en Italia. El clan Kardashian y los amigos y familiares más allegados del músico llevan disfrutando de Portofino varios días, donde han visitado distintos restaurantes e incluso se han atrevido a salir a navegar para deleitarse con el Mediterráneo.
Eso sí, en ninguno de los planes han faltado los modelitos de Dolce & Gabbana. Los modistas italianos han vestido a todos los asistentes durante estos días convirtiendo la boda del año en la pasarela perfecta para sus diseños.
Y es que ¿qué mejor escaparate de moda que este?
Carolina Martínez
Periodista y SEO editorial en LOS40. Propongo estrategias y escribo sobre todo lo que mande la actualidad....