Britney Spears da el “sí quiero” sin sus hijos y con drama a las puertas de su casa

El día más bonito de su vida. Así se puede resumir la ceremonia nupcial que unía ayer en matrimonio a Britney Spears y Sam Asghari. Una decisión muy deseada por la cantante durante muchos años y que ha sido posible después de haber recuperado su libertad legal tras tumbar su tutela jurídica. Pero ni aún así ha podido vivirlo tranquila.

Porque la polémica se instaló en las puertas de su casa donde se celebró el enlace. Hasta allí acudió Jason Alexander, el que fuera primer marido de la Princesa del Pop, para montar un bochornoso espectáculo que terminó con su detención por parte de la policía después de allanar su domicilio y pasearse por la carpa nupcial gritando improperios.

Ni corto ni perezoso, el que fuera amigo de la adolescencia de Britney y su primer marido cuando su estrellato empezó a rodearse de polémica, se puso a realizar un directo allí con el objetivo de sabotear la boda de Britney Spears y Sam Asghari. Alexander aseguraba que había sido invitada y que era el único y verdadero amor de la solista.

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Ante la situación, no hubo más remedio que llamar a la policía que tuvo que reducirle a la fuerza. Una nota dramática dentro de su día más especial. El colofón a una historia que pasó por un altar de Las Vegas y que terminó en divorcio sonadísimo 55 horas después. Los abogados de Britney Spears agradecieron el trabajo policial para que el altercado no fuera a mayores.

A este drama tan esperpéntico hay que sumarle la ausencia de los dos hijos de Britney Spears de la ceremonia. Según informa Entertainment Tonight Jayden James y Sean Preston, los hijos que la cantante tuvo con Kevin Federline, decidieron por voluntad propia no estar presentes en la boda de su madre con su nueva pareja, el modelo Sam Asghari.

A pesar de que ni sus dos hijos ni su ex estuvieron presentes, si quisieron manifestar su alegría a través de un comunicado hecho público por sus abogados: "Aunque los chicos no acudieron, Kevin y los niños están muy felices por Britney y le desean a ella y a Sam todo lo mejor en el futuro. Ellos están muy emocionados porque esto suponga un desarrollo muy positivo para su vida tras el fin de su tutela".

Como decíamos, la ceremonia de Britney Spears se celebró en la más estricta intimidad. A la boda no acudió ni la madre ni el padre de la Princesa del Pop y tampoco su hermana pequeña Jamie Lynn, con quien no mantiene ninguna relación después de todo lo sucedido en los últimos 10 años. Quien sí estuvo, en representación de la familia fue su hermano mayor, Bryan Spears.