Crónica: Camilo brilla con luz propia en un Wizink Center con las entradas agotadas
El cantante colombiano demostró ser toda una estrella internacional con un espectáculo lleno de sorpresas, confesiones y momentos emotivos
Sensibilidad, fiesta y comunidad. Tres palabras que definen a la perfección la noche que se vivió en el Wizink Center de Madrid el pasado 25 de junio, cuando Camilo ofrecía en la capital española su concierto de la gira De adentro pa fuera.
Sobre las nueve menos veinte de la noche los corazones de la tribu se pararon. Siempre son habituales unos minutos de retraso a la hora de comenzar un concierto, pero la espera mereció la pena. Las cámaras comenzaron a enfocar a los asistentes, reflejando lo que capturaban en las pantallas del pabellón, y un fundido a negro hizo despertar los gritos de una multitud que entendió que el espectáculo había comenzado.
Sin duda Camilo sabe cómo dar inicio un concierto, convirtiendo el antiguo Palacio de los Deportes en una auténtica fiesta, con un público que no paraba de saltar y corear cada verso de su éxito KESI y sacando su lado más chulo con Ropa Cara. Camilo se presentaba con las entradas agotadas ante miles de personas descalzo, con su característico bigote y vestido con pantalones y camiseta blanca. No necesita llevar “Balenciaga, Gucci, Prada” para triunfar tal y como es.
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Favorito y Pesadilla cerraron un prólogo perfecto tras el que el artista se dirigía por primera vez a su público, para confesar “En Madrid no me siento extranjero”, despertando los aplausos del público que seguía escuchando: “cuando vengo de gira digo que me mudo a España por un par de meses y regreso. La siento como mi segunda casa”.
Una vez realizada las presentaciones, el colombiano cambiaba de tercio para mostrarnos su lado más íntimo, sentado sobre el escenario y con una guitarra en mano para entonar su serenata La mitad, con un público que se debatía constantemente entre prestar la máxima atención en este momento de sensibilidad o corear un estribillo que decía "nadie va a quererte la mitad de lo que yo a ti te quiero".
Para los corazones rotos
La atmósfera íntima que se había formado en torno al concierto propició el segundo discurso de Camilo, esta vez dirigido a las personas con el corazón roto. El cantante colombiano hablaba para las personas que estaban experimentando un desamor para mandar un mensaje de ánimo: "En estas situaciones, la mente comienza a decirte un montón de mentiras y a engañarte, a decirte que aquello que te está doliendo nunca va a dejar de doler. Pero ese dolor pasará". Pidió a su tribu, siempre muy unida en los momentos difíciles, que encendieran las linternas de los móviles como muestra de apoyo, para demostrar que cualquier persona que se estuviera pudiendo sentir sola en esos momentos no lo estaba, para que descubrieran que había una comunidad de fans que les apoyaba y abrazaba. Tras este momento mágico, entonó con el teclado Manos de tijera.
Su mujer Evaluna dió la primera sorpresa de la noche, apareciendo sobre el escenario para interpretar con el cantante Por primera vez y Machu Pichu, protagonizando uno de los momentos más cotidianos y celebrados de la noche cuando, después de un beso, Evaluna se acercaba a su marido para retirarle de la boca los restos de pintalabios que había dejado.
Alejandro Sanz y su hija Alma, que era una de las asistentes al concierto, serían los siguientes protagonistas de la noche cuando Camilo explicó que su colaboración con el cantante madrileño surgió precisamente el año pasado, cuando en el mismo Wizink Center Camilo daba su primer concierto en Madrid y Alejandro Sanz le visitaba en el camerino para regalarle una guitarra con el nombre de su hija. Así introducía el colombiano NASA, su esperada colaboración que se lanzaba el pasado 16 de junio y que ya apunta a convertirse en una de las canciones de amor del verano.
Camilo y su "tribu"
El show avanzaba y Camilo convertía a su tribu de Madrid en el foco de la canción Buenos días, cuando utilizaba una go pro para enfocar a la multitud y situarlos en el centro, acaparando toda la atención. Algo que no solo se quedó en este gesto, pues el símbolo de la tribu (las manos juntas con los dedos entrelazados) se convertía en un elemento principal de la canción Millones, que interpretaba después de regalarnos un vídeo en blanco y negro de sus propios tatuajes y los de Evaluna para cantar su hit Tattoo. No hubo sorpresa con Rauw Alejandro, pero su parte del remix se coreó en todo el pabellón.
Camilo se tomaba unos segundos de descanso entre canción y canción para volver a dirigirse a su público y comentar: "Una cosa que he aprendido con ustedes es que mientras más camino con ustedes y más me conozco con ustedes, es que no hay nadie como ustedes". Una frase que introdujo un discurso que celebraba la diversidad y lo que nos hace únicos a cada uno desde dentro, para después poder celebrar la diversidad que hay fuera.
BEBÉ y Vida de Rico volvieron a traer la fiesta al escenario del Wizink Center para después asistir a un cambio de ropa en el cantante colombiano, que volvía a acercarse al micrófono tras recibir en el camerino la noticia de que dos asistentes al concierto, Carla y Corina, estaban en plena lucha contra el cáncer. Con esto en mente, el colombiano decidía dedicarles todo el concierto de Madrid entre gritos y aplausos de ánimo del público.
Índigo fue concebida en España
Segundos después Camilo daba a conocer un dato de su intimidad que sorprendió a todos los asistentes, y es que en medio de un discurso en el que hablaba tanto de su nacionalidad, como la de su mujer y su hija, expresó que si la nacionalidad se otorgase en función del lugar donde fuiste concebido, la nacionalidad de Índigo sería española.
Entre las risas del público (pues una parte impotante de los asistentes eran niños y la confesión de Camilo se dio con especial cuidado precisamente por esto), Camilo presentó la canción que da nombre al tour y a su próximo disco que sale en septiembre, De adentro pa' fuera, un tema que ya pudimos escuchar en primicia en su concierto íntimo para LOS40 Stage.
El broche de oro
El final de la noche llegaría con su última sorpresa, cuando Camilo subía al escenario a Carlos Vives, a quien considera un referente y un pionero a la hora de traer a España la música colombiana, para entonar juntos su colaboración Baloncito Viejo, llevándose uno de los aplausos más largos de la velada.
Pegaos e Índigo (donde volvió a aparecer Evaluna) pusieron el broche de oro a un espectáculo lleno de fiesta, buen rollo y complicidad, donde Camilo volvió a brillar como solo él sabe, con la autenticidad que le caracteriza y la luz de la que solo disponen las verdaderas estrellas.
Mario Caridad
Redactor en LOS40. Ana Mena y Taylor Swift son mi Imperio Romano. Un poco como Lalola: en el momento...