“No pegamos ni con un chicle”: lluvia de zascas en una de las citas más desastrosas de ‘First Dates’

El enfado de Mar porque su cita no la invite a cenar acaba en calabazas

Mar, una soltera que acude al restaurante de 'First Dates'. / Mediaset

First Dates siempre nos sorprende y es que los invitados a este programa de citas de Cuatro vienen dispuestos a ofrecer la mejor versión de sí mismos para conseguir conquistar a su compañero o compañera de velada. Sin embargo, a veces lo confunden con hacer el ridículo, ya que en muchas ocasiones acaban protagonizando escenas de auténtica vergüenza ajena.

Esto es exactamente lo que le ha pasado a Mar en su cita con Roberto. Desde el primer momento han demostrado que sus trenes iban a chocar y que lo suyo iba a ser cuanto menos anecdótico y ¡vaya sí lo ha sido! Mar es una soltera que ha cruzado las puertas del restaurante de First Dates buscando aprender algo nuevo, pero al encontrarse con su se ha limitado más bien a atacarla.

Roberto, en cambio, cuando la ha visto se ha quedado sin palabras y ha sacado su mayor artillería para seducirla. Sin embargo, esta no ha dado pie a nada y tampoco ha encontrado nada positivo en él. La aludida le ha acabado haciendo un buen traje. “La forma de vestir no me ha gustado y el corte de pelo, menos”, ha explicado comentando el aspecto físico de su cita.

Comienzan los ataques

Por si fuera poco, la chica se ha sorprendido al descubrir que Roberto era administrativo: “No me dice mucho, si fuera empresario pues bueno, te puedes ir a Turquía a ponerte pelo”.

Esto no ha impedido que Roberto siguiese intentándolo. En un acto de generosidad, el chico ha comenzado a contarle algunos episodios sobre su vida. Ella parecía seguirle, pero en realidad estaba pensando en cómo arremeter duramente contra él.

No me gustan sus dientes, los tiene amarillos de fumador. Eso no va conmigo”, ha comentado muy indignada. A continuación, ha puesto en duda que fuese un buen deportista asegurando que era imposible que le siguiese el ritmo.

Roberto, nuevamente haciendo un alarde de humildad, ha querido saber qué es lo que apasionaba a Mar y esta le ha confesado que “el baile”. Él con un toque de sorna le ha comentado que “de forma horizontal” funciona bastante bien, pero que se considera una persona “arrítmica”. Algo que ha provocado el desagrado de ella que le ha terminando etiquetando como soso y ha decidido no seguir mostrando interés en él.

Mar parecía que ya lo tenía claro porque ni se ha inmutado al saber que Roberto era de los pocos románticos, que todavía creen en el amor para siempre: “No pegamos ni con un chicle”. Sin embargo, el momento más reseñable de la velada ha llegado cuando tocaba saldar las deudas con el restaurante. Roberto no le ha invitado a cenar y esto ha desatado la indignación de Mar. “Es un tipo duro, agarrado, no es para mí”, ha declarado muy tajantemente a los micrófonos del programa.

Cuando ha llegado el momento de tomar la decisión final, parecía que ambos habían vivido dos realidades muy distintas, ya que Roberto ha llegado convencido de un 90% de compatibilidad y ella ha dejado claro que no tenían nada que ver. ¿Tendrán más suerte la próxima vez?

Teresa Moreno

Periodista a ratos, SEO todo el tiempo, aunque...