Especial
La Amazonia también vota en Brasil
Los candidatos, Lula da Silva y Jair Bolsonaro, encarnan dos maneras opuestas de entender la relación con la mayor selva tropical del planeta.
Los brasileños están llamados este domingo a las urnas. Las opciones: el ultraconservador Jair Bolsonaro, que ha gobernado el país durante los últimos tres años, o el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya estuvo al frente del Gobierno entre 2003 y 2010.
Más allá de todas las cuestiones políticas, económicas y sociales que se decidirán el domingo, que no son pocas, el país se la juega también en materia medioambiental. Y tratándose de Brasil, en cuyas fronteras se encuentra la mayor selva tropical del planeta, la Amazonia, quizá no sea exagerado afirmar que es el planeta entero el que se la juega.
Los datos parecen dejar claro que la política de Bolsonaro no ha priorizado precisamente el cuidado de la selva tropical más grande del mundo. El mandatario del Partido Liberal (PL) ha apostado por monetizar la Amazonia: en tan solo tres años se han arrasado 34.000 kilómetros cuadrados de bosque, una superficie superior a la de Cataluña.
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Buena parte de esa deforestación la han provocado los incendios forestales: sólo en los primeros ocho meses del gobierno de Bolsonaro se registraron oficialmente más de 87.000 en toda la Amazonia. Para los ecologistas, no hay duda de que tras los fuegos está el interés económico: la gran mayoría de los terrenos deforestados se dedican a la creación de pastos para la ganadería. Una realidad a la que hay que sumar, además, fenómenos en auge como la minería ilegal vinculada al oro, contra la que se ha comprometido a luchar Lula.
Todo ello ha puesto en estado de máxima alerta a los defensores del medio ambiente de todo el planeta, empezando por los de su propio país. Y es que, dada la importancia vital de la Amazonia, existen muchas personas, colectivos y organizaciones, tanto científicas como ecologistas, enormemente preocupadas por su deforestación.
Parte de esa preocupación se plasmó en 1988 en el proyecto PRODES, una ambiciosa iniciativa del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales gracias a la cual se monitorea desde el espacio la evolución de la deforestación. Año a año, PRODES explora toda superficie de la Amazonia –unos cuatro millones de kilómetros cuadrados– en el que está considerado el mayor programa de seguimiento forestal jamás creado.
En lo que va de 2022 se ha arrasado casi 4.000 km², un 10% más que en el mismo periodo del año pasado
Las observaciones realizadas por PRODES muestran que, desde 2004, un año después del ascenso al poder de Lula da Silva, la deforestación fue disminuyendo de manera progresiva, e incluso se llegó a reducir casi un 80% durante su presidencia. En la última década no se superaron los 10.000 km² de territorio deforestado al año. Todo cambió en 2019, con la llegada al poder de Bolsonaro: la destrucción de la selva ha ido aumentando hasta alcanzar un 73% hasta 2021, el peor año de los últimos 15. Y va a peor: en lo que va de 2022 se ha arrasado casi 4.000 km², un 10% más que en el mismo periodo del año pasado. Los datos recuerdan a los años más oscuros del pasado: desde 1970, la selva amazónica ha perdido una superficie forestal superior al tamaño de Francia, según datos de Greenpeace.
El gran pulmón
Pero, ¿hasta qué punto es importante la Amazonia para la salud del planeta? El sobrenombre de “pulmón del planeta” con el que es conocido este gigantesco territorio, no es casual: los científicos calculan que produce aproximadamente el 6% del oxígeno del mundo.
Aún hay más: se sabe que la selva amazónica también actúa como sumidero de carbono. Es decir: las grandes masas boscosas absorben grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera por lo que su papel es fundamental a la hora de combatir el cambio climático. Cuando esos árboles son talados y quemados, todo ese dióxido de carbono se libera de manera abrupta a la atmósfera.
El futuro del planeta también se decide en Brasil. Y con él buena parte del devenir del cambio climático cuyas consecuencias ya estamos sufriendo, tal y como te hemos contado esta misma semana en El Eco de LOS40. ¿Lula o Bolsonaro? La decisión sólo corresponde a los 148 millones de brasileños llamados este domingo a las urnas. El resultado del escrutinio es cosa de todos.