Día Mundial de la Nieve: 10 cosas que (quizá) no sabías sobre ella
Aunque no lo parezca, no es blanca. Hace poco tiñó el desierto del Sáhara. Y hay quien ha calculado el número de copos que caen al año. Te lo contamos todo sobre la nieve con motivo de su Día Mundial, que se celebra este domingo.
Hace dos años, España entera aún evaluaba las consecuencias de la tormenta Filomena, que dejó la práctica totalidad del país enterrada bajo una gruesa capa de nieve. Y aunque este 2023 aún no ha llegado de forma tan abundante, cada tercer domingo de enero se sigue celebrando en todo el planeta el Día Mundial de la Nieve. Una conmemoración propuesta por la Federación Internacional de Esquí que en El Eco de Los40 queremos aprovechar para contarte algunos de los secretos mejor guardados del fenómeno invernal por excelencia.
1. No es blanca. Aunque siempre se represente de este color, lo cierto es que la nieve no es blanca. De hecho, no tiene color alguno. ¿Cómo es posible? El fenómeno se explica por el hecho de que la luz que la atraviesa no lo hace de forma directa, sino que rebota de un cristal a otro, lo que provoca que la veamos blanca.
2. Hay mucha (pero mucha) en el mundo. Aunque en muchos puntos de España parezca un acontecimiento excepcional, la nieve es omnipresente para muchos habitantes del planeta. Se calcula que en torno a la mitad de la superficie del hemisferio norte terrestre se cubre de nieve cada invierno. El 80% de toda el agua dulce en la tierra se congela en forma de hielo o nieve.
3. Hay quien le tiene fobia. Esta patología tiene un nombre: quionofobia, palabra procedente del griego chion (‘nieve’) y fobos (‘miedo’). Es lo que sufren las personas que tienen un miedo irracional e incontrolable a cualquier cosa relacionada con este fenómeno meteorológico. No les pidas que te ayuden a hacer un muñeco de nieve.
4. Es un gran aislante contra el frío. Podría parecer paradójico, pero no lo es: la nieve es uno de los mejores aislantes para fabricar madrigueras. Esa cualidad responde al hecho de que el aire queda atrapado entre sus cristales sin poder apenas moverse, lo que reduce mucho la posibilidad de transferencia de calor. Este es el principio básico de, por ejemplo, un iglú: el frío no entra y el calor no se escapa.
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5. De cerca es espectacular. Para que se forme un copo de nieve, ha de congelarse una gota de agua alrededor de una partícula de polvo o polen suspendida en el interior de la nube. Al hacerlo, esa gota de agua se convierte en un cristal en forma de prisma hexagonal que puede tener multitud de ramificaciones según las condiciones ambientales. Las posibilidades son casi infinitas, y hay quien dice que no hay dos copos exactamente iguales, aunque todos tengan seis lados.
6. El lugar donde más nieva del mundo es… Ni Rusia, ni Alaska, ni el Polo Norte. El lugar donde cada año se producen más precipitaciones en forma de nieve se llama Aomori, al norte de Japón. Allí caen, de media, 8 metros de nieve al año. Eso sí, el premio al lugar más frío del mundo sí se lo lleva una localidad rusa: Oimiakón, en Siberia.
7. Ha llegado a caer en el Sáhara. Y no hace tanto tiempo: en 2016. Aquel año, el desierto más cálido del planeta registró la primera nevada desde 1979, la última vez que sus dunas se habían teñido de blanco, en un fenómeno enormemente inusual en esas latitudes.
8. Es peligrosa. Y no hablamos solo de los resbalones y caídas que puede ocasionar, sino a su extraordinaria capacidad para reflejar las radiaciones ultravioletas, lo que puede provocar un tipo de ceguera llamada fotoqueratitis. Por ello, si vamos a estar mucho tiempo al aire libre en un sitio nevado es fundamental llevar unas gafas protectoras.
9. Hay quien hace arte con ella. Y son auténticos maestros. La meca de los artistas que utilizan la nieve como materia prima para sus obras es la ciudad china de Harbin, en el noroeste del país y cerca de la frontera con Rusia. Allí se celebra, desde 1963, el Festival Internacional de Escultura de Hielo y Nieve.
10. Un cuatrillón. Este es el número de copos de nieve que caen cada año en todo el hemisferio norte, según los cálculos de los expertos en meteorología. O lo que es lo mismo, 1.000.000.000.000.000.000.000.000 copos. Sí: hay gente que se ha dedicado a hacer ese cálculo. No nos preguntes cómo.