14 años echando de menos al eterno Antonio Vega

Catorce años han pasado desde aquella triste mañana del 12 de mayo de 2009. Ese día, fallecía en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) el cantante y compositor Antonio Vega debido a un cáncer de pulmón. Tenía 51 años.

Icono de la movida madrileña de los 80 y autor de letras como La chica de ayer, Se dejaba llevar, Lucha de Gigantes, El sitio de mi recreo o Una décima de segundo, Antonio Vega fue artífice de algunas de las canciones que pasarán a la historia y que son ya conocidas por varias generaciones. El autor de algunos de los clásicos de la música popular de nuestro tiempo cuenta con un catálogo envidiable de letras que aún le mantiene vivo.

Nacido en Madrid el 16 de diciembre de 1957, Antonio fue el tercero de seis hermanos. De carácter inquieto, destacó desde bien temprano en casi cualquier disciplina, tanto en las físicas como en las intelectuales. Contado por su propia madre en un documental póstumo, Antonio tenía un 130 de cociente intelectual. Sin embargo, su vida no fue fácil, su coqueteo con las drogas desde muy joven le llevó a un deterioro físico progresivo y a tener una vida muy frágil.

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Tras más de 30 años sobre los escenarios, Vega publicó cerca de una veintena álbumes, algunos de ellos en solitario. La fama la alcanzó en 1978 cuando fundó, junto a su primo Nacho, el grupo Nacha Pop. En 1980 lanzaron su primer trabajo, un disco homónimo que los llevó a convertirse en teloneros de los Ramones en un concierto en la madrileña plaza de toros de Vista Alegre.

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En este primer disco se encuentra La chica de ayer, la canción con la que todos le recuerdan. Considerada la mejor canción del pop español, fue escrita por Antonio en 1977 mientras hacía la mili en Valencia; se convirtió en un himno de la movida madrileña y catapultó a Nacha Pop hasta lo más alto del panorama musical español.

Después de seis discos grabados, Nacha Pop (1980), Buena disposición (1982); Más números, otras letras (1983); Una décima de segundo (1984); Dibujos animados (1985) y El momento (1987), el dúo terminó separándose en 1988, con una serie de conciertos despedida en Madrid en los que se grabó Nacha Pop 1980-1988.

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Antonio Vega, que volvió a reunirse en 2007 con Nacho García Vega para volver a la carretera como Nacha Pop, tras veinte años de separación, publicó varios álbumes en solitario. En 1991, vería la luz el primero de ellos: No me iré mañana, considerado por muchos una obra maestra repleta de títulos que mezclan el pop con la canción de autor, como Se dejaba llevar o Tesoros. A este álbum le seguirían otros tres discos de estudio, Océano de sol (1994), Anatomía de una ola (1998) y De un lugar perdido (2001).

En 2004 murió Margarita del Río, compañera de Antonio Vega y coautora de algunos de sus temas. Esta pérdida llevó al artista madrileño a una profunda depresión durante la cual compondría y grabaría 3000 noches con Marga, un homenaje a la que fue su pareja y que fue editado en 2005.

En los últimos meses de vida, Antonio Vega se encontraba inmerso en la grabación de un nuevo disco recopilatorio en directo. Las grabaciones se realizaron durante su Gira Teatros 2009 con la que visitó Pamplona, Valladolid, Murcia y San Sebastián, ciudad en la que se pudo escuchar su última canción inédita, Antes de haber nacido.

La capilla ardiente fue instalada en la sede madrileña de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), de la que era socio desde 1980, por la que pasaron centenares de amigos y seguidores del cantante, como Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos o Rosario Flores, entre otros, que quisieron despedir al eterno Antonio Vega.