Mario Vaquerizo confiesa al Maestro Joao la experiencia paranormal con su hermano fallecido: "Sentí que se despedía de mí"

El Elegido es ese espacio seguro en el que los invitados acceden a hablar de todo. Bueno, quizá algo más concreto: de todo lo que englobe el mundo del Maestro Joao. Por su programa han pasado nombres como Blas Cantó, Lola Lolita o Eduardo Navarrete, hasta que le ha llegado el turno a una de las celebrities más mediáticas del país y compañero en las mañanas de Anda Ya del Maestro, Mario Vaquerizo.

El marido de Alaska no necesita presentación, y quizá por eso Joao no puede esperar a decir con quién está en pos de resolver si cree que Michael Jackson está vivo o no. Aun así, se presenta como una "Entretenedora", algo que desde luego hace honor a todo su recorrido televisivo desde su debut más popular, el del reality que protagonizó junto a su mujer en MTV.

Fue precisamente allí donde conocimos su faceta más familiar —bueno, todas sus facetas en general—, además de ponerle cara a sus parientes. Eso sí, más allá de una vida llena de excentricidad, eventos y música, también le pesa una triste historia: su hermano Ángel, al que estaba muy unido, falleció en 2004 repentinamente a causa de un atropello. No es un tema que haya ocultado en programas, por lo que siempre habla sin ningún tipo de tabú de ello.

Por ello, después de hablar de Mikel Aizcorbe —director del programa— y de haber visto ovnis, abrieron el melón de haber sufrido alguna presencia paranormal a lo largo de sus vidas. Joao puede contarlas a decenas, pero fue Vaquerizo el que sorprendió al confesar que notó a su hermano mientras estaba pasando por el duelo de su muerte.

"Yo sí he sentido cosas. Desgraciadamente, mi hermano murió y la pena que yo tenía era que yo no me había despedido. No me había dado tiempo, no porque estuviera enfermo, sino porque de la noche a la mañana desapareció", comienza. Parece que el colaborador televisivo tenía eso por resolver cuando sucedió —allá por 2004—, aunque no tardó en solucionarlo de la manera más increíble posible.

Tal y como relata, tanto él como su mujer se fueron a vivir una temporada con los padres de éste. Ahí sucedió: "Son cosas que son innegables. Yo no te voy a decir que vi a mi hermano, yo sentí que se despedía de mí", cuenta, sin caer demasiado en escepticismos. Sí que admite que pudo haber sido una consecuencia de su propia situación, aunque parece que su mujer terminó por darle verdad al asunto: "En ese momento, mi mujer estaba al lado y me dijo "qué bien que te has despedido de tu hermano", lo sintió".

Esa experiencia le hizo ver la vida con mejores ojos, además de empezar a estar más tranquilo después de haber hecho lo que no pudo hacer con su hermano en vida. De hecho, hizo que valorara mejor su momento vital sin tener que preocuparse de la muerte, que aunque sea inevitable, considera que no es el final.

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