Crítica 'The Flash': Un crossover definitivo que es aceptable y veloz, pero aun así no llega a tiempo a salvar DC
La película más ambiciosa de DC hasta la fecha supera expectativas, pero no es capaz de reflotar el viejo plan de Warner
The Flash ha llegado lenta, e incluso tarde. Es irónico —sobre todo por tener a un protagonista con supervelocidad— que la que era la gran película de DC ahora pueda pasar desapercibida, pero nada puede convencer ya a la gran masa de audiencia que espera que James Gunn haga las cosas bien. ¿O tal vez sí?
Pongámonos en situación. The Flash es la primera película en solitario de uno de los pocos miembros de la Liga de la Justicia que aún no tenía —obviemos aquel proyecto cancelado del Batman de Ben Affleck y el de Cyborg, que nunca llegó a estar sobre la mesa—, aunque narra uno de los cómics más importantes para toda la estructura argumental de todo DC; por no hablar de que era la excusa perfecta para hacer bien las cosas. Efectivamente, se trata del Multiverso.
En la película, Flash descubre que puede viajar al pasado gracias a su velocidad, algo que le permite evitar el asesinato de su madre y vivir una vida familiar plena. Sin embargo, y como cualquier marvelita ya sabrá, cambiar el pasado trae consecuencias para el presente... Y en este caso, trae de vuelta variantes y personajes que el público creía ya más que superados, como son la Supergirl de Sasha Calle o el Batman de Michael Keaton, los dos platos fuertes que Warner ha utilizado como mejor baza de cara a la promoción.
Todo parece apuntar a que los continuos adelantos de la película —algo que contra todo pronóstico ha jugado a su favor, sobre todo por los constantes retrasos que ha sufrido su fecha de estreno— ha podido estropear ciertas sorpresas; pero no. The Flash es un soplo de aire fresco cuando todo se creía acabado, aunque realmente sí que lo esté. Sí, es una buena película de superhéroes, aunque muy pocos confíen en ello.
Ezra Miller, un chico ejemplar (en pantalla)
Parece obvio, pero las actuaciones terminan por convencer la trama. El Flash de Ezra Miller es naif, gracioso y algo inocentón, y aún así se diferencia de su variante del pasado con otra interpretación más imprudente e impulsivo. Dejando a un lado todas esas polémicas que ha ido coleccionando a lo largo de los últimos meses —algo muy complicado, al menos a corto plazo—, es el actor perfecto para el papel. Aunque sus compañeros de reparto no se quedan atrás.
Desde España es imposible ignorar a Maribel Verdú, cuya presencia en escena parece obra del caprichoso multiverso. Verla interactuar con un superhéroe de DC sigue siendo extraño, aunque se ajuste a la perfección al papel. La decisión de Andy Muschietti de convertir a la madre de Barry Allen en una mujer latina —no esconde esas palabras en español cuando se asusta o se ríe— es todo un acierto, no por ningún tópico oxidado: sino porque eso ha hecho que sea Maribel Verdú y no ninguna otra actriz.
Michael Keaton, otra de las estrellas de la cinta, no termina de aportar nada más allá de una presencia ideal para los nostálgicos; sin llegar a dar la profundidad de su Batman que muchos necesitaban. Sasha Calle, en cambio, es todo un activo a explorar. Lástima que estemos ante...
La última oportunidad de DC
Que DC ha sido un caos no es ningún secreto. Disfrutable, sí, pero un caos que no supo terminar de encajar en una cartelera superheorica dominada por Marvel. Liga de la Justicia, pese a sus continuos intentos de generar expectación desde películas como Batman v Superman o Escuadrón Suicida, no terminaba de potenciar ese lado emocional que tantos fans experimentaron en Vengadores; quienes por supuesto llegaron al nirvana en Vengadores: Endgame. DC solo se quedó cerca en el famoso cameo de la escena post-créditos de Black Adam.
Los planes de Gunn pasan por una estrategia muy similar a la de Disney, tal vez con una variedad más tangible de géneros, y en la que The Flash tiene todas las posibilidades de encajar. Eso sí, tal vez su peor oportunidad de llegar al público sea que no termina de encajar con esos nuevos planes ni se espera otra entrega, tal y como ya le pasó a ¡Shazam! La Furia de los Dioses. Pero de ser así, los espectadores de DC se estarán perdiendo una de sus mejores películas.
Dejando a un lado su poca esperanza de permanencia a un universo cinematográfico cohesionado, The Flash es entretenida, juega a la perfección con la balanza de géneros y termina por presentar bien el concepto multiversal de marras. Claro, que en un mundo en el que tu target ya ha visto y entendido las ramificaciones de universos en Vengadores, Loki, Spider-Man, Doctor Strange y Ant-Man, quizá se llegue un poco tarde a repartir el pastel. Pero sabe cómo solventarlo.
Sin caer en spoilers, Flash consigue una cantidad de sorpresas y guiños más que aceptable, sin caer en la banalización de los mismos. En otras palabras: sabe manejar de una forma maestra el fan-service, de una manera en la que lo conseguido por Spider-Man: No Way Home parecen minucias. Al César lo que es del César.
CRÍTICA 'THE FLASH'
Lo mejor: Su manejo del multiverso, de los géneros y su reparto; además de un fan-service muy bien utilizado
Lo peor: La renovación de DC puede pasarle factura.
Nota: 8
The Flash se estrena el 16 de junio en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me...