Crítica: ‘Black Adam’, la nueva esperanza antiheroica que vuela directa hacia el mejor futuro de DC
La nueva película de Dwayne Johnson, aun pecando de sobreestimulada, promete sentar las bases de algo muy grande
Si bien algunos superhéroes insignia de la cultura pop son Batman, Superman o Wonder Woman, DC aún no había encontrado su sitio en el cine. Pero después de algunas películas aplaudidas, otras fallidas y otras que juntan ambos adjetivos —sí, por increíble que parezca, sucede—; parece que esto por fin se ha corregido. Y la solución tiene nombre propio: Dwayne Johnson.
Los continuados fallos narrativos y líos entre franquicias de DC ha dejado a Marvel Studios pista libre para explotar todo su potencial, tomándose la libertad incluso de experimentar con diferentes formatos. Warner siempre ha sido consciente de esto, pero no ha sido hasta Black Adam cuando por fin le han puesto remedio. Pero, ¿aprueba como película?
Esta cinta no deja de ser la presentación de otro súper, esta vez apostando por el lado tan explorado como atractivo de antihéroes que tiene DC. Se trata de un esclavo de la ciudad de Kahndaq que recibe la magia de los dioses, aunque tras usar sus poderes para su propia venganza, termina cumpliendo un letargo de 5000 años. Ya despierto en la actualidad, tendrá que lidiar con unos enemigos mucho más crueles, además de con una formación de héroes que le intentará detener a toda costa.
Por fin llegó el Universo Cinematográfico de DC
Cuando llegó Batman v Superman: el Amanecer de la Justicia todo era esperanza. Aquello que empezó Marvel en 2008 con Iron Man por fin era tomado por su principal competidora, y aunque tarde —era ya 2016—, prometía un corto pero intenso camino hacia una Liga de la Justicia que hiciera frente a los mismísimos Vengadores. Como es evidente, no sucedió.
La aventura liderada por el Batman de Ben Affleck resultó ser una película caótica, que no se arregló hasta que los fans de Zack Snyder consiguieron que HBO estrenara su corte. Con un tono más serio, y distanciándose de Marvel, por fin había esperanzas de tener un reinicio. Tampoco pasó, pero Black Adam sienta las bases de algo mucho más grande.
Desde el principio —y sin caer en spoilers— la película apuesta por elementos que se han visto en otros títulos recientes de la compañía para denotar que está en un universo compartido, y que tiene intención de seguir por ese mismo camino. Esto choca con lo esperado por The Flash, que se esperaba que arreglara todo a golpe de multiverso; aunque vistos los líos de Ezra Miller, mejor vivir en el presente.
Cualquiera que eche un vistazo rápido a las viñetas sabrá que Black Adam es la némesis de Shazam, de hecho, no esconde que consiguió sus poderes pronunciando ese mismo nombre. No es ningún secreto que los planes de DC es que Johnson se enfrente a Zachary Levi en la gran pantalla —incluso a Henry Cavill como Superman, si se atiende a los rumores de Internet—; y esta película no tiene reparo en demostrarlo escena a escena.
Lo bueno de Black Adam es evidente: está orgullosa de ser un nexo de unión hacia el futuro de DC, uno que presumiblemente hará las cosas bien de una vez por todas. Eso sí, más allá de su papel como elemento de conexión, tiene un metraje cuanto menos curioso.
Black Adam, un superhéroe que busca su sitio
Los primeros minutos de la película cuenta una historia de origen que no dista del planteamiento arquetípico de cualquier proyecto del género; hasta que empieza a hilar fino sobre el universo que comparte con las otras películas de superhéroes de DC. Jaume Collet-Serra dirige una aventura que no tiene miedo a explotar los clichés de cualquier superhéroe, porque sabe que su historia puede quedar relegada sin que pase nada.
Para bien o para mal, descuida su historia de orígenes con tal de contar la aventura que están viviendo; terminando por dejar tramas importantes en segundo plano. Sorprendentemente, el enfoque que se le da a esto termina por tener algunos de los giros más inesperados de toda la trama, sin caer en spoilers.
La música no cesa ni si quiera en los momentos más determinantes de la trama, dando al espectador una continua sensación de no tener escenas trascendentales. Black Adam es frenética, algo que termina por descuidar la presentación de la Sociedad de la Justicia, ¿quizá intencionadamente?
La nueva formación de DC en la gran pantalla va a por todas ya solo con los nombres que se esconden detrás de los personajes —con Noah Centineo o el mismísimo Pierce Brosnan, entre otros—, aunque no termina de despegar. Su conjunto sí que acaba siendo la Liga de la Justicia que los fans debían haber tenido desde un principio, pero la presentación superflua de la misma tal vez se deba a que no quieren que de momento se ponga el foco en ellos. De hecho, no dejan de introducirse en la película como una especie de Escuadrón Suicida que trabaja por voluntad propia.
Sin embargo, quizá su elección no ha sido la mejor baza de la película: los poderes de los héroes ya se han visto en otras producciones, obligando a cualquier espectador a comparar a Doctor Fate con Doctor Strange, a Cyclone con Tormenta, a Atom-Smasher con Ant-Man y a Hawkman con Falcon. Sin entrar qué casa les presentó primero, lo cierto es que en una época en la que Marvel sí se ha preocupado por distanciar a Namor con Aquaman por llegar más tarde a su adaptación, se podría haber tenido un proceso creativo que arriesgara porque les puedan relegar a copia.
Un concepto que pasa la nota
Pese a que el ritmo de la película no deja descansar al protagonista, éste sí que da pequeñas pistas del planteamiento que tiene el héroe . El lado ético de un superhéroe es evidente, jugando siempre en el binomio del bien y el mal; pero Black Adam va más allá: habla del dilema del antihéroe, ese que pretende demostrar que no es mejor quién no hace el mal, sino quien no perjudica a los más débiles.
Pasa desapercibido por la apuesta continua de la película por la acción y el todo-a-la-vez, pero lo cierto es que termina por ser uno de los aspectos más interesantes del personaje. Por ejemplo, todo esto le lleva hasta el punto de ejercer una violencia poco antes vista en otras producciones de la marca. Aunque se pasa todo el metraje buscando su sitio, y tal vez no lo encuentre hasta que DC no tenga un nuevo recorrido; Black Adam es un héroe a seguir de cerca en el futuro. Si respetan su narrativa cuando no esté en su propia película, claro.
- CRÍTICA 'BLACK ADAM'
Black Adam se estrena el 21 de octubre en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...