'Somebody once told me...': La historia detrás de 'All Star' de Smash Mouth, el tema que convirtió en éxito 'Shrek' en sus primeros dos minutos
El single insignia de la mítica banda tiene un significado que va mucho más allá de una de las mejores presentaciones de personaje del cine
Pocas canciones consiguen tener tan buena simbiosis con la película en la que suenan como All Star. Cualquier niño de los 90 en adelante no solo reconocerá Shrek como una de las sagas de animación más conocidas de la historia —muchos mantienen su secuela como uno de los clásicos de culto por excelencia de los 2000—, sino que también tarareará en su cabeza ese archiconocido "Somebody once told me the world is gonna roll me..." que ya es, para muchos, la canción de Shrek. Y sin embargo, es mucho más que eso.
Interpretada por Smash Mouth, que ahora está de luto por el fallecimiento de su vocalista Steve Harwell, salía al mercado con el segundo álbum de la banda, Astro Lounge. Eso sí, ya tuvo éxito mucho antes de que el ogro verde en cuestión conquistara al mundo: su lanzamiento oficial fue el 4 de mayo de 1999; dos años antes que el estreno de la película. Eso sí, ponerla de fondo en una de las escenas de presentación más reconocibles de la historia del cine ha hecho mucho por inmortalizarla.
Y es que, en apenas dos minutos de metraje, Shrek sabe mostrar a la perfección su personalidad riéndose del cuento de hadas que está leyendo mientras está en el baño. Con una patada en la puerta para salir, suenan los primeros segundos del tema y... El resto, como se suele decir, es historia. La letra le viene como anillo al dedo, pues cuenta la historia de una chica que se ríe de un chico al que luego se le anima vivir la vida como le plazca. Algo muy parecido al modo de vivir que cierto ogro verde sigue en su amada ciénaga, aunque se empeñaran en molestarle.
Los años han pasado, pero su fama no se ha reducido ni un ápice. Ya sea por Shrek o gracias a su transformación en meme, además de la teoría del youtuber Joe Sudano —que se propuso demostrar en varios vídeos de su canal— de que la letra del tema se puede adaptar a cualquier otra canción del mundo; All Star es todo un clásico intergeneracional. Pero la realidad detrás de su composición es una de las anécdotas más tiernas que rodearon a Smash Mouth, que antes de llevar la canción al estrellato, quisieron combatir la desigualdad a golpe de música. Y eso que fue una canción que nació de la pura presión.
La verdadera historia detrás de All Star
Rolling Stone fue el medio que se ocupó de documentar la historia oral del tema, que no solo desvela el origen de la canción, sino también por qué terminaron haciéndola. Compartiendo disco con otros éxitos como Come on, come on y Can't get enough of you baby, la inspiración para All Star llegaba al grupo en plena gira de su disco debut gracias a sus seguidores, que siendo a los 90 cumplían con la tradición fan de mandar cartas a sus ídolos. Los Smash, como buenos profesionales, aprovechaban los ratos libres para leerlas todas.
Era concretamente en la lavandería cuando Greg Camp y Paul de Lisle, guitarrista y bajo del grupo respectivamente, se ponían con toda la correspondencia mientras esperaban que su ropa saliera limpia. Para su sorpresa, al poner en común todo lo leído se daban cuenta de que una gran mayoría de las cartas hablaban de cómo algunos niños estaban siendo acosados por gustarles el grupo o, simplemente, por vestir de una manera diferente al resto. Les agradecían ser "su" banda, sin ocultar que estaban algo marginados por sus compañeros. La idea estaba ahí, pero no sus ganas de convertirla en una canción.
El grupo salía de un primer álbum que el público recibió muy bien, mayormente por el recibimiento de Walkin' On The Sun. Para muchos, es el tema que mejor recoge la esencia del grupo, aunque les hacía correr el riesgo de quedarse en unos one hit wonder, por lo que la presión por hacer un segundo disco crecía a medida que se acercaba la fecha de entrega a Interscope, la discográfica que se fijó en ese estilo rockero alternativo desenfadado y quiso apostar por ellos. No a cualquier precio, claro, pues rechazaron la primera entrega de Astro Lounge exigiéndoles al menos un hit incluido en su tracklist.
Camp habla de ella como "la última canción muerta del disco", y no es casualidad. Después de que la discográfica les exigiera un hit, el grupo creó en dos días Then The Morning Comes y All Star, y el resto fue historia. De nuevo, el tiempo que tardaron en componerlas pudo ser tan breve por tenerlas ya en mente, al menos con la que acabó como parte de la banda sonora de la película más famosa de Dreamworks.
Tal y como cuenta el bajista, la canción era para esos niños. Les querían decir: "Aguantad. Sois los dueños de vuestra vida, controláis vuestro propio barco". Los fans en cuestión eran niños que "no vestían uniforme, en cierta manera", tal y como explica Camp. "No eran mods —un movimiento inglés de los 70 de chicos vestidos de manera muy elegante—, no eran punks, no eran deportistas. Solo eran niños a los que les gustaba la música diciéndonos que les molestaban. Paul y yo acordamos verbalmente escribir un himno para ellos. Y así es como empezó", relata.
La letra, leída a sabiendas de su historia, es todo un canto a la libertad de todo aquel al que no le dejan hacer lo que le da la gana. Aunque curiosamente, uno de los primeros versos de la canción o hace referencia a eso. Es el que dice She was looking kind of dumb / With her finger and her thumb / In the shape of an "L" on her forehead —Ella parecía algo tonta / con su dedo y su pulgar / formando una 'L' en su frente en castellano—, que hace referencia a la vida de Camp, cuando una expareja le llamó "loser" —perdedor— por dormir por las mañanas después de pasarse la noche de fiesta por su trabajo de cantar en bodas y eventos. Ella le recriminó que debería hacer algo con su vida, porque ese oficio podría no durarle para siempre. Razón no le faltaba, aunque sí visión de futuro.
Cómo All Star llegó a Shrek (y viceversa)
Ya en 2001, Dreamworks lo tenían claro: querían All Star para Shrek. Estaban muy decididos a que Smash Mouth sonara en la película, pero sobre todo ese segundo single que les había llevado a la gloria tres dos años atrás. La banda por su parte dudó por tratarse de una película infantil y, sobre todo, por el riesgo que significaba una baja recaudación en taquilla. Pero terminaron cediendo, claro.
Tenían en mente el modelo Disney, por lo que no querían correr el riesgo de ser infantilizados. Para colmo, también les pedían hacer una versión del I'm A Believer de Neil Diamond y tan versionada a través de los años, y ellos eran tajantes: "No queremos hacer una versión para una película de dibujos animados", le dijeron a Robert Hayes, mánager de la banda desde 1996. Y realmente no querían, pero Dreamworks sí. ¿Que cómo los terminaron convenciendo de que Shrek era diferente? Fácil: simplemente les pusieron la película. Intuyeron el posible éxito de la cinta, sabían que era buena. Por desgracia, el hecho de trabajar en su tercer disco les hacía estar demasiado ocupados para ceder, además de dudar sobre si eso entraría en conflicto con el futuro lanzamiento.
Pero Interscope movió la ficha definitiva volviendo a rechazar el tercer disco, prácticamente con las mismas directrices que con el segundo. Mientras trataban de construir un hit a la altura de All Star, el 11-S sacudió el mundo, algo que irrumpió en uno de sus singles, Pacific Coast Party. Según contaron, la letra incluía un verso en el que hablaba de estar de fiesta en la Costa Oeste... Y la Costa Oeste estaba muy afectada por los atentados. Gracias a posponerlo por el desastre, accedieron a entrar en Shrek. Pero la película ya estaba cerrada.
Su mánager terminó convenciéndoles haciendo la versión de I'm A Believer y cediendo la licencia de All Star para el inicio de la cinta, y en sus propias palabras, "terminó siendo la película animada más grande de la historia". No se equivocaba, pues el fenómeno verde no solo caló en que miles de personas se enamoraran del ogro, sino que también compraran millones de copias del single, haciéndole tener una segunda vida de lo más prolífica.
Años después, Shrek no se entiende sin Smash Mouth, por mucho que el espectador siempre clame a favor del ogro. La personalidad del grupo ayudó al personaje a formar la suya propia, y todo gracias a un tema que apostaba por ser tú mismo; algo en lo que lleva siendo un referente desde hace más de dos décadas: porque solo las estrellas fugaces rompen el molde. O, en otras palabras, sé una estrella del rock, haz tu show y que te paguen por ello.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me...