El 'no' de Maná a grabar 'La tortura' que abrió las puertas del dúo Shakira - Alejandro Sanz
Te lo agradezco, pero no y Bésame protagonizan su primera trilogía pero estamos seguros que habrá más

Shakira y Alejandro Sanz, en los Premios Grammy 2006 / Stephen Lovekin/WireImage for NARAS (Getty Images)
Hay decisiones que cambian el rumbo de la música para siempre. Una de ellas ocurrió a principios de los 2000, cuando el grupo mexicano Maná rechazó grabar una canción que les había ofrecido Shakira. El tema, una mezcla atrevida de pop latino con reguetón incipiente, se llamaba La tortura. En ese momento, nadie imaginaba que ese "no" abriría la puerta a una de las colaboraciones más icónicas del pop en español: la de Shakira y Alejandro Sanz.
Según fuentes cercanas a la producción, Maná consideró que la canción no encajaba con su estilo. El tema, con su ritmo sensual y su letra cargada de ambigüedad emocional, parecía demasiado arriesgado para el cuarteto tapatío.

Fue entonces cuando el entorno musical de la de Barranquilla pensó en unir su camino con un artista español que por aquel entonces estaba en boca de todos a uno y otro lado del Atlántico. Alejandro Sanz, el cantautor madrileño, ya era una figura consolidada en la música hispana.
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La química fue inmediata. La tortura, lanzada en 2005, no solo fue un éxito rotundo —rompió récords de ventas, dominó las listas de Billboard y se convirtió en un himno generacional—, sino que también marcó el inicio de una relación artística que ha perdurado dos décadas.
Una conexión más allá del estudio
No hacía falta ser el más listo de la clase para saber que las imágenes del videoclip de La tortura iban a dar mucho que hablar. De hecho no tardaron en aparecer los rumores que hablaban de una conexión más allá del estudio de grabación.
Y como siempre sucede en esta clase de rumores, el hecho de que ninguno de los dos artistas le diera mayor importancia y de que nadie pudiera negar su increíble feeling ante las cámaras alimentó a la fiera amarilla, rosa o del color que prefiráis vestir al sensacionalismo. Y aunque hubiera sido cierto, ¿a quién le importaba?
Tras el éxito de La tortura, Shakira y Sanz repitieron fórmula en 2006 con Te lo agradezco, pero no, una balada pop con tintes flamencos incluida en el álbum El tren de los momentos del madrileño. La canción, más íntima y melancólica, mostró otra faceta de su conexión: la capacidad de narrar el desamor con una complicidad que traspasaba el micrófono.
Desde entonces, sus caminos se han cruzado en múltiples ocasiones. Han compartido escenario en conciertos memorables como aquel con el que se quiso promocionar los juegos olímpicos en Madrid hasta su doble colaboración reciente en Miami en este 2025. Sus actuaciones conjuntas no han sido solo una colaboración musical sino una conversación entre dos artistas que se entienden sin palabras.

Bésame, el regreso más esperado
En mayo de 2025, veinte años después de aquel primer encuentro musical, Shakira y Alejandro Sanz volvieron a unir sus voces en Bésame, una balada romántica y nostálgica que forma parte del nuevo álbum de Sanz, ¿Y ahora qué? La canción, con guitarras suaves y una producción minimalista, es un regreso a la esencia de ambos: emoción pura, sin artificios.
El lanzamiento no fue casual. Días antes, sorprendieron al público en Charlotte (EE.UU.) al interpretar juntos el tema en uno de los conciertos de la gira mundial de Shakira. La ovación fue inmediata. Luego repitieron la hazaña en Miami demostrando que su conexión sigue tan viva como en 2005.
Lo que comenzó como una colaboración fortuita tras el rechazo de Maná, se ha convertido en una de las alianzas más queridas del pop latino. Shakira y Alejandro Sanz no solo han compartido canciones, sino también una visión artística que trasciende géneros y generaciones. Y que pudo haber cambiado si en lugar de un no hubiera habido un sí.