Jerry Lee Lewis apuntó a una botella de Coca-Cola y las dos balas impactaron en el pecho de su bajista
El bajista, que resultó gravemente herido y permaneció un mes hospitalizado, demandó a su jefe y le pidió 400.000 dólares

El cantante Jerry Lee Lewis / Steve Wood
El 29 de septiembre de 2025, Jerry Lee Lewis hubiera cumplido 90 años. Falleció a los 87. Por causas naturales. El 29 de septiembre de 1976, el pionero del rock celebró su 41º cumpleaños en la cárcel. Había disparado, accidentalmente, a su bajista mientras se divertía agujereando una puerta o una lata de Coca-Cola, según las fuentes. Fue un mal año para Jerry que volvió a ser arrestado cuando se presentó armado y ebrio en Graceland. Quería ver a Elvis Presley.
Al igual que la guitarra de Chuck Berry, el piano de Lewis fue esencial en el nacimiento del rock and roll a mediados de los 50. Fue tan influyente que, por ejemplo, cuando John Lennon le conoció en el backstage de un concierto en Los Ángeles, se puso de rodillas y le besó los pies.
La conducta del pionero del rock se ajustó a la perfección a los cánones de ‘chico malo’, seña de identidad de los músicos de rock. Las siete décadas de carrera del nativo de Louisiana estuvieron plagadas de controversia. Su vida fue una combinación de escándalos relacionados con sus múltiples matrimonios (siete), sus extravagantes comportamientos en el escenario – prendió fuego a su piano – o sus adicciones. Además, sufrió las trágicas muertes de dos de sus hijos. Steven Allen se ahogó a los 3 años y Jerry Lee Lewis Jr. falleció en un accidente de coche a los 19 años.
LOS40 Classic
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Desde que era niño recibió el apodo de ‘The Killer’. Mitos y leyendas aparte, lo cierto es que Lewis nunca asesinó a nadie. Sin embargo, en 1976, coincidiendo con su 41 cumpleaños, estuvo a punto de hacerlo. Le faltó muy poco.
Las versiones sobre el incidente varían según el medio. Según The Current, Lewis celebraba el aniversario de su nacimiento haciendo prácticas de tiro en su oficina. Se divertía agujereando una puerta. Otros medios, aseguran que disparó a una botella de Coca-Cola. Sea como fuere, el resultado fue el mismo.
Según el New York Times: "En Septiembre de 1976, mientras veía la televisión en la casa de su mujer, Mr. Lewis disparó accidentalmente a su bajista, Norman Owens, en el pecho, con una pistola Magnum 357 después de anunciar: ‘Voy a disparar sobre esa botella de Coca-Cola o no me llamo Jerry Lee Lewis’”.
Countryreunionmusic.com publica que el incidente ocurrió a la 1:35 pm en la vivienda de su cuarta mujer, Jaren, en Collierville, Tennessee, una casa a las afueras de Memphis a donde Owens había acudido con su mujer para entregar el último álbum de Jerry, ‘Country class’.
Lee Lewis declaró a los oficiales de policía que los dos estaban "jugando" con una pistola Magnum 357 y desconocía que el arma estaba cargada cuando se disparó. Owens, por su parte, aseguró que su jefe sacó la pistola y disparó a la botella de refresco que estaba a casi un metro de distancia. Y que erró en su objetivo. Dos balas se incrustaron en la parte superior derecha de su pecho.
Owens, que entonces tenía 31 años, resultó gravemente herido y permaneció un mes hospitalizado. Afortunadamente sobrevivió, pero en 1977 demandó a su jefe y le pidió 400.000 dólares. Jerry fue arrestado y comenzó su 41º cumpleaños en la cárcel de Collierville City acusado de disparar un arma de fuego dentro de los límites de la ciudad.
“¿Es verdad que disparaste a tu bajista?”, le preguntaban en una entrevista publicada en Rolling Stone en diciembre de 1979. “Le disparé”, contestó Lewis rotundamente. “¿Fue un accidente?”, cuestionaba la popular revista. Y, de nuevo, la respuesta fue categórica: “Por supuesto. Fue un accidente”.
1976 fue un año malo para Lewis. Muy malo. En Octubre fue arrestado otra vez acusado de alteración del orden público por gritar obscenidades, supuestamente, a un policía fuera de servicio. En Noviembre volvieron a detenerle por conducir de forma temeraria bajo los efectos del alcohol y sin carnet de conducir. Pocas horas después, tuvo otro encontronazo con la justicia cuando se presentó en Graceland en plena noche, ebrio, y agitando una pistola: “Elvis me ha llamado y me ha pedido que venga”. Era mentira, claro.












