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Cómo la improvisación sobre un lienzo en blanco se convirtió en ‘We can't dance’, el mayor ‘hit’ de Genesis y el adiós de Phil Collins

Las letras que el batería escribió para este álbum son las mejores en la historia del grupo, según Rutherford. El propio Phil cree que son las mejores de su carrera

Tony Banks, Phil Collins y Mike Rutherford de Genesis en 1993 / Rob Verhorst

A principios de los 90, Genesis era una de las grandes bandas del rock mundial. Colgaban el cartel de ‘sold out’ en los estadios de ambos lados del Atlántico. En la primavera de 1991, tras un paréntesis de casi cuatro años, el trío se reunió para grabar ‘We can't dance’ (1991). El último en el que participó Phil Collins antes de su adiós, casi definitivo, para dedicarse por completo a sus proyectos en solitario. Se convirtió en el mayor éxito de la banda.

La gira mundial de ‘Invisible Touch’ (su 13º álbum) había sido extremadamente agotadora para Genesis. Entre 1986 y 1987, el batería y cantante, Phil Collins, el teclista Tony Banks y el bajista y guitarrista Mike Rutherford hicieron 112 conciertos a los que asistieron en torno a 3’5 millones de personas.

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Entre el 1 y el 4 Julio de 1987 despidieron su extenso tour con cuatro conciertos – todos ellos con las entradas agotadas – en el Estadio de Wembley en Londres para una audiencia estimada de 300.000 personas.

El trio inglés, en ese momento una de las grandes bandas de rock del planeta, entró en un periodo de inactividad de tres años y medio. En ese tiempo, cada miembro continuó con sus respectivos proyectos. Rutherford con Mike and the Mechanics y Collins protagonizando la película ‘Buster’ (1988) y publicando su cuarto disco en solitario, ‘...But Seriously’ (1989), que obtuvo un gran éxito mundial. Tanto es así que sus compañeros pensaban que Phil dejaría definitivamente a la banda durante esta época.

Pero no fue así. Después de hacer un largo tour… regresó a Genesis y en la primavera de 1991 se desplazó junto a Mike y Tony al estudio privado de su propiedad, llamado The Farm, en Chiddingfold, Surrey, donde escribieron y grabaron su álbum nº 14. Partían de 0, solo tenían un lienzo en blanco. “Empezamos este álbum con absolutamente nada”, declaró Collins a Music Connection “Sin ideas vocales, sin ideas musicales, nada. Solo nosotros entrando en el estudio e improvisando con lo que nos parecía. No había reglas”. Contaron con la ayuda de Nick Davis en la producción

Por primera vez autorizaron que se grabaran las sesiones que vieron la luz en el documental 'No Admittance'.

De esas largas sesiones improvisadas en el estudio, seleccionaron las 12 canciones – más de 70 minutos - que formarían el repertorio de 'We can't dance'. Collins contribuyó con las letras de 8 temas, más que en ningún disco anterior y Rutherford elogió su trabajo al considerar que eran las mejores en la historia del grupo. El vocalista y batería fue más allá cuando calificó las letras de su último álbum con Genesis como las mejores de su carrera. La música la compusieron los tres.

Entre 1991 y 1993, se publicaron seis singles. El primero, ‘No son of mine’, cuenta la historia de un chico que huye de la violencia de su hogar y, después de reconsiderarlo, intenta regresar solo para ser rechazado por su padre. En varias entrevistas, Phil Collins dijo que la letra era deliberadamente ambigua respecto a si el narrador o su madre eran víctimas de abuso doméstico.

Sin duda, el mayor éxito del álbum fue el segundo sencillo, ‘I can’t dance’. “No es sobre ser incapaz de bailar”, dijo Collins en Rolling Stone. “Es sobre los tipos que tienen buena imagen pero que no pueden encadenar una frase. Cada estrofa es una burla a los anuncios de vaqueros. Fue divertido, pero el público pensaba, ‘¿qué significa que no puede bailar?’ No captaron el humor y se cargaron la parte divertida”.

El clip ilustra el glamour falso y artificial de los spots televisivos de jeans y se mofa de los modelos. Termina con una parodia del clip de 'Black or white' de Michael Jackson en la que Collins imita el baile del ‘rey del pop’.

Otros singles fueron 'Hold on my heart' o ‘Jesus he knows me’, una mordaz parodia al movimiento de televangelistas en Estados Unidos.

La banda sorprendió con la portada. Era diferente a todas las anteriores que, en ocasiones, se habían calificado de aburridas. La de ‘We can’t dance’, sin embargo, era una colorida ilustración, una pintura en acuarela creada por la artista Felicity Roma Bowers.

‘We can’t dance’ se publicó el 11 de Noviembre de 1991 y sus ventas millonarias lo convirtieron en el mayor éxito mundial de Genesis. Entre otros logros, fue su quinto nº1 consecutivo en UK y batió récords en Alemania donde lideró las listas en 1991 y 1992 durante 24 semanas. “Honestamente, ahora sentimos que es nuestro mejor álbum”, confesó Banks en UCR.

Entre Mayo y Noviembre de 1992, hicieron una gira por grandes estadios y arenas de Norteamérica y Europa. De nuevo, agotaron las entradas. Pero, desafortunadamente para los fans, era el fin de una era. Cuando el tour concluyó, Collins retomó su carrera como solista con ‘Both sides’ (1993). Pero esta vez no regresó. En 1996 anunció su marcha (casi) definitiva de la formación.

En 2007 se reunió con sus compañeros para la gira 'Turn it on again’ y, de nuevo, en 2021 para ‘The Last Domino?’. Esta vez sí, su último tour.