Crónica de 'El Encuentro' de Apple: tecnología y arte se unen en una Puerta de Sol repleta de música española y mucha, mucha gente

El plan no podía ser más atractivo. ¿Una celebración cultural con Apple como anfitrión, en pleno centro de Madrid y con cuatro nombres clave de la escena musical contemporánea española? Pues claro que la gente quería ir. Nadie quería perderse El Encuentro.

El gigante tecnológico siempre ha demostrado un gran apoyo a la cultura, sobre todo a la de España. Pruebas de ello son la entrevista de su director creativo, Zane Lowe, a Rosalía con motivo del lanzamiento de LUX; o cómo incluyó en un spot de sus AirPods, dirigido por Spike Jonze y protagonizado por Pedro Pascal, la primera canción de Guitarricadelafuente, para sorpresa del propio artista. Pero este 19 de noviembre lo ha materializado en forma de homenaje.

Por ello, la madrileña plaza de la Puerta del Sol amanecía con unas extrañas plataformas alrededor de su archiconocida Apple Store. El porqué era simple: esa misma tarde se haría toda una celebración de la música con varios escenarios, y ya había quien lo sabía y había empezado a guardarse los mejores sitios para disfrutar de ella.

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Pero, horas después, esos pocos precavidos no fueron nada comparado a la vista que se podía disfrutar segundos antes de empezar. No había un hueco libre en la plaza, incluso se llegó a cortar su afluencia, confirmando que la alta expectación —y expectativas— del público. ¿Que si fue bien? Te lo contamos desde dentro:

La innovación del concierto

Sabiendo que Apple estaba detrás de todo, era normal esperar una fusión de arte y tecnología para la ejecución de sus actuaciones. Y así fue, con Israel Fernández haciendo cante libre de la forma más tradicional, pero con varios iPhone apuntándole para poder retransmitirlo todo.

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De repente todo Sol era un tablao, aunque no tardaría mucho en cambiar. Apenas otro tema después también del de Toledo —El Anhelo, esta vez sí que dentro de su discografía—, llegaba otra de las estrellas de la velada, Amaia.

La artista también apostó por otro tema que no se puede encontrar en plataformas, Zorongo gitano, que cantó al piano. Los asistentes, como en un partido de tenis, movieron la vista del escenario de la izquierda al de la derecha para disfrutar de su espectáculo.

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En otro movimiento de perspectiva, esta vez hacia el escenario central, el fin de la canción de la navarra hizo que las miradas se dirigieran a Yerai Cortés. El guitarrista revelación que consiguió estar en el diálogo nacional gracias a sus éxitos junto a C. Tangana interpretó otras dos canciones inéditas, Sulao y Puertos italianos. Amaia volvió para su Nanai, esta vez con una curiosa coreografía en el foso bajo los escenarios, también rodado con un teléfono de la marca. Tras ella, otro de los nombres más esperados.

Dellafuente llegó después de un parón de meses, propiciados por el éxito de sus primeros estadios en Madrid. Cantó 13 Preguntas, Romero Santo, Ayer y Manos Rotas; casi sin dejar tiempo al público para aplaudir entre cada número. Al acabar, el público le pidió otra, pero él se mantuvo fiel a la escaleta y dejó paso de nuevo a Amaia.

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En la recta final, Amaia siguió con Yamaguchi, una jota que consiguió el apoteosis del público. No era el final aún, pues sería Yerai el que pusiera el broche final al homenaje con Bulerías, esta vez desde el balcón de la Apple Store y con un juego de acordes por cada punteo en las cuerdas.

Acababa así un espectáculo de medios nunca antes visto en el centro de Madrid, en el que también estuvo Karin Herrero. Nuestro locutor tampoco quiso perderse nada de lo que estaba pasando, ¡y lo tenemos grabado!

Y con un final abrupto aunque de éxtasis, lo vivido en el Kilómetro 0 de la ciudad dejó claro que la música española ya no encuentra fronteras entre países, ni mucho menos entre tecnologías.