Crónica: David Bisbal inaugura las fiestas en Madrid con un concierto que deja claro por qué es el rey de la Navidad... y de los escenarios
El artista demostró que 'Todo es posible en Navidad' con su parada en la capital
David Bisbal actuando en el Movistar Arena de Madrid con su gira ''Todo es posible en Navidad'. / Ricardo Rubio/Europa Press via Getty / Europa Press News
Todo es posible en Navidad. Y si no, que se lo digan a David Bisbal, quien hace un año se autoproclamó rey de las fiestas con un disco que llevó el espíritu de navideño y del burrito sabanero a hogares —y playlist— de toda España. Este 22 de diciembre ha llenado un Movistar Arena con el mismo pretexto. Quien me iba a decir, que también cantaría el de Almería.
Quien fuera rey del verano ahora lo es del invierno, de esa época en la que Mariah Carey reina, del 1 de noviembre al 7 de enero. Para demostrarlo, y sin perder ocasión de resaltar la temática del evento, sonaba un hilo musical de villancicos de fondo en un Movistar Arena que cada vez estaba más lleno. Se hizo algo de rogar, pero aparece... y cantando Navidad junto a ti, por supuesto.
David Bisbal actuando en el Movistar Arena de Madrid con su gira ''Todo es posible en Navidad'. / Ricardo Rubio/Europa Press via Getty / Europa Press News
El 'juego' que luego el propio artista explicaría era muy simple: con un sonido navideño intercalaría sus villancicos con canciones "del principio de la carrera". Y así lo demostró cuando empezó No amanece después de Todo es posible en navidad, para después seguir con una mítica como Esclavo de tus besos.
Su primer acercamiento con el público no tardó, aunque lo hizo a su manera. Agradeció un sonido "como los de antes" gracias a la orquesta que le acompañaba; llegando a desvelar que le apetecía mucho quedarse en ese estilo "por un tiempo" —¿le estaría dando una exclusiva a todos los asistentes?—, y engrandeciendo de nuevo el reto de adivinar sus temas más representativos con ese toque sinfónico.
No se olvidó tampoco de contar agradecido todas las banderas presentes —había de Andalucía, Asturias y, por supuesto, Madrid—, aunque tampoco de cumplir su cometido: tras un breve pero jocoso discurso para con el público, cantó la intensa Dígale con un ya rutinario alarde de voz.
Versiones, lágrimas y villancicos
Quién me iba a decir, Silencio... ¿era un repertorio hecho de éxitos, o es que cualquier repertorio que eligiera el bueno de Bisbi estaría plagado de ellos? Lo único posible a desentonar de ese setlist eran los villancicos, pero enseguida los hacía suyos. Después de Jingle Bell Rock y varios pasos prohibidos —su cadera viajó más que Papá Noel en su trineo alrededor del mundo en Nochebuena—, ni si quiera los descansos se libraban de noticia: escogió que su orquesta tocara Pongamos que hablo de Madrid en su ausencia, no se sabe si por un guiño al ya retirado Sabina o a la ciudad que le acogía esa noche.
David Bisbal actuando en el Movistar Arena de Madrid con su gira ''Todo es posible en Navidad'. / Ricardo Rubio/Europa Press via Getty / Europa Press News
Con una blazer nueva, con tono a juego con Blanca Navidad, luce tan brillante como el tema que pasó a interpretar. Eso sí, esta vez se sentó en un taburete. Sería el único merecido descanso que tendría en dos horas de puro aerobic sobre el escenario.
Allá se permitió dar voz a una triste verdad de la Navidad: no siempre son fechas felices. Como dueño y señor de estas fiestas, se permitió un breve discurso sobre la tristeza que le provoca a algunos estos días tan señalados, así como sus canciones. Aunque él vio posible sacar algo bonito de ello, y no pudo expresarlo mejor con una tierna versión del Always on my mind, un clásico de Billy Joe 'BJ' Thomas popularizado por Elvis y rematado en los 80 por The Pet Shop Boys.
No rebajó la intensidad del show, porque aún con Te deseo muy felices fiestas de por medio, y la sorpresa de interpretar un clásico para sorpresa de sus fans del otro lado del charco, le llegó el turno a Mi Princesa. Y tras esto, dijo: "¿Nos vamos p'arriba un poco o qué? Yo creo que el formalismo está muy bien, pero qué tal si...".
Una nevada de éxitos
Su propuesta indecente podría invitar a pensar que se atrevería con alguno de sus temas más bailables, pero no. Le tocó el turno a Si tú la quieres, y más allá de lo bonito —y de lo conseguido, pues se notó en la voz al unísono de la gente que ya es uno de los grandes hits de su discografía—, también hubo una curiosidad chismosa: tras ese tema, en colaboración con Aitana, le llegó el turno a A partir de hoy, otra con Sebastián Yatra. Ninguno de los dos apareció sobre el escenario, pero tampoco importó.
El show empezaba a venirse arriba, y para prueba, tocó la santa trinidad del pop español como es Corazón latino, Lloraré las penas y Bulería. Podría haberle bastado con la energía del público, que ya desbordaba por ser las canciones que eran, pero él aportó lo suyo. Una energía mayúscula.
David Bisbal actuando en el Movistar Arena de Madrid con su gira ''Todo es posible en Navidad'. / Ricardo Rubio/Europa Press via Getty / Europa Press News
Una vez más, Bisbal demostró que no interpreta sus canciones, sino que vive su música. Este humilde redactor apenas pudo tomar notas porque todo estaba sucediendo en el escenario. Y todo viene de él: subía las escaleras, hacía su bisbivuelta, ponía el puño en alto, saltaba a la plataforma de abajo, volvía a bajar las escaleras —con los pies juntos, separados, o de dos en dos escalones—, se pegaba un sprint hasta el piano. “Mi madre siempre me dice que me esté quierecito, este es el concierto que le dedico”, dijo después, con una tímida gota de sudor asomándole por los rizos.
Rey indiscutible de la Navidad
Si al debate sobre que los hombres de la industria musical española apenas se mueven en el escenario se aportase de prueba a David Bisbal, cualquier argumento se perdería. Él es la excepción, claro, pero qué excepción. Si OT no hubiera existido o él hubiera nacido hace apenas una década, también sería una estrella: sus bailes le hubieran hecho famoso en TikTok.
Para su particular bis, no era una preocupación poder romper la energía generada. Preocupó con sus palabras —“si no has cantado esta canción en el colegio, no eres español”, avisó—, pero con una nueva blazer negra de terciopelo y solo acompañado de una guitarra, empezó con Los peces en el río. Consiguió un milagro navideño: tanto la pista como las gradas se levantaron a vivirla como si de Livin' on a prayer se tratase. La magia bisbalera.
David Bisbal actuando en el Movistar Arena de Madrid con su gira ''Todo es posible en Navidad'. / Ricardo Rubio/Europa Press via Getty / Europa Press News
Un tuki, tuki, tuki después, cerró por todo lo alto. Ese Ave María, que nunca ha sido realmente suya porque pasó a ser patrimonio español desde que se publicó allá por 2002, consiguió tener a todos en lo alto hasta la última nota. "¡Ay, mi Madrid!", cantó al final, cambiando la letra como haría Bob Dylan. Una lluvia de chispas le hizo el camino al backstage.
Diez Movistar Arenas después —confirmó que esta era su décimo primera vez en esta arena, con todos los nombres anteriores que eso conlleva, otra broma que tampoco se le resistió sobre el escenario—, Bisbal demostró que da igual los años de trayectoria que lleve a sus espaldas, o los conceptos nuevos que introduzca en su discografía. Cada fecha es un compromiso íntimo con cada fan que acude a verle, y está claro que él lo dará todo haga calor, llueve o nieve. Sobre todo esta última, porque parece que le está cogiendo mucho gusto a ser el galán oficial de cada invierno.