Especial
Festival Jardín de las Delicias 2019: Una fantasía llena de sorpresas musicales que venció a la lluvia
El festival despidió el verano de la mejor manera posible consolidándose con récord de asistencia
Hace un año que el Jardín de las Delicias se estrenaba como festival con un cartel que, aunque reducido, conquistó a muchísima gente. Hombres G, Sidecars o Beret eran algunos de los nombres de 2018 que juntaron a centenares de personas en el campus de la Universidad Complutense de Madrid para despedir el verano.
La segunda edición ya vaticinaba otro éxito de ventas, aunque nada adelantaba lo que se vio en el recinto: Una marea de gente a la que poco importaba la lluvia. Los más precavidos -que no fueron pocos- sacrificaron su look festivalero por llevar el chubasquero que la organización repartía para afrontar el día de lluvias.
Presentado como "una experiencia para los sentidos", el Jardín de las Delicias hizo honor a su nombre convirtiendo la Universidad en un auténtico delirio de fantasía que recibía a sus asistentes con una lluvia de pompas de jabón y les guiaba a través de gigantes y hadas que se cruzaban entre el recinto. Un conjunto de detalles cuidados al máximo a los que solo podían poner la guinda con conciertos a la altura de las circunstancias.
Y así lo hizo. Marlon inauguró la jornada en el escenario principal -ya que fue el escenario secundario quien recibió a los primeros asistentes desde la una de la tarde- y cantando entre nubes, consiguieron rellenar tema a tema los huecos de la pista que su condición de primer nombre del cartel le correspondía.
Bely Basarte siguió el festival repartiéndose en cada mano la guitarra y el micrófono, apartando el día gris para recibir los pocos rayos de sol que, si bien no se vieron en ningún otro momento del día, tampoco importó a nadie. Además, abrió la veda de uno de los detalles del festival que marcó la diferencia: Las colaboraciones encima del escenario. La madrileña invitó a Isma Romero para cantar Corriente, un tema a dúo dentro del álbum del cantautor, en una actuación que emocionó a cantantes y público a partes iguales.
Tras ello, los ya considerados himnos Nada fue un error o Color esperanza se afianzaron como la apuesta segura del festival con un Coti convertido en un ídolo de masas sobre el escenario. Que la gente corease sus canciones no sólo sirvió para crear más ambiente, sino para terminar de ver huecos vacíos entre el público.
Esta masa de gente no hizo ni si quiera parada en el baño con tal de ver al siguiente artista. Cuando ya hablamos de Guitarricadelafuente como una de las revelaciones musicales del año no nos equivocábamos, pues el artista fue sin duda una de las actuaciones más esperadas de la noche. Desde sus versiones de Catalina o nana triste a sus originales Guantanamera y Agua y Mezcal, el público cantaba lo que el valenciano entonase en un concierto que sirvió de frontera entre la noche y el día.
Cambiando de artista pero manteniendo las seis cuerdas, comenzaban los primeros conciertos bajo la luz de la luna con Andrés Suárez. Calentando motores frente al gran público para su primer WiZink Center, no dudó en poner a la audiencia patas arriba con su sentida Vuelve o su querida No saben de ti.
Aunque el nivel estaba bastante arriba, llegó uno de los conciertos más esperados de la noche. 84 volvían a los escenarios tras haberse separado hace ya 5 años, aunque parecían venir de una gira por todo el país. La energía del grupo madrileño sólo podía ser comparada con las ganas que los asistentes tenían de verles, llegando a ser los únicos que recibieron una pancarta con un mensaje de amor.
Cuando los chubasqueros servían más de abrigo socorrido que de protección contra las cuatro gotas que se repartían por todo el campus, Rulo y la Contrabanda pisaron fuerte el escenario para dar la nota de guitarra eléctrica a la noche. Volviendo a traer a Suárez al escenario para una rápida colaboración de un tema de La Fuga; el público -o sus cenicientos- siguieron dándolo todo al borde del pogo hasta que acabó el show, con un invitado que si alguien no disfrutó fue por no poder asimilarle a tiempo: El mismísimo Dani Martín se subió al escenario del Jardín de las Delicias para poner el broche de oro al concierto más rockero de la noche.
Entre todas estas actuaciones, el escenario secundario se ganó una mención honorífica resistiendo desde primera hora de la tarde acogiendo a DJs como Luke García o Ardiya animando a todos los que se resistían a los encantos de los artistas principales. Sin embargo, hubo un gigante que hizo que el público abandonase cualquier cosa que estuviesen haciendo para verles en directo.
Taburete se coronaba como cabeza de cartel absoluto con un directo que consiguió sacar la fiesta de los pocos rezagados que quedaban en el recinto. Con México DF sonando y al son de la trompeta, Willy Bárcenas capitaneó un show que completaba a pleno pulmón con sus Mariposas, Walter Palmeras y otros de sus éxitos hasta llegar al cénit con Belerofón o la queridísima Sirenas. No quiso perder la ocasión de interpretar 5 sentidos, una de nuestras nominadas a LOS40 Music Awards como canción del año, para lo que no dudaron en invitar a Dvicio y cantar el buenrollismo del tema sobre las tablas. Para terminar, se fueron Caminito del Motel.
Con acróbatas y figuras de tela gigantes con forma de delfines o medusas a modo de interludio, el Jardín de las Delicias ponía el broche de oro a una noche totalmente mágica con el DJ Set de Juan Magán. Tras la mesa de mezclas, el rey del electrolatino no se pudo resistir a coger el micrófono y trasladarnos a 2011 con Ella no sigue modas o Bailando por ahí, a la vez que pinchaba sus temazos con David Bisbal o con Ana Guerra haciendo la inevitable marcha de los asistentes más agotados un poco más amena.
Un año después, el Jardín de las Delicias se ha consolidado como el fin de fiestas oficial del verano con el que desconectar antes de volver a la rutina de septiembre. Muchos ya esperan la edición del año siguiente con ganas, y seguro que sin acordarse ni si quiera de la lluvia que resbalaba por sus chubasqueros. Como suele decirse en tiempos millenial: Toda una auténtica fantasía.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...