Sofía salva en el último momento su rosco de ‘Pasapalabra’ magistralmente (y con un gesto de lo más curioso)

Sofía lleva arrasando en Pasapalabra desde su primer programa. Cuando el concurso de Antena 3 se enfrentaba a una nueva etapa -Pablo Díaz hizo historia en el concurso tras llevarse un bote millonario después de 259 programas-, la concursante sorprendió en su debut demostrando que, además de en el resto de pruebas, era imparable en el rosco. Y así lo sigue haciendo a día de hoy.

Con subidas y bajadas, la aspirante a ganadora ha seguido con un correcto desarrollo en todos los días de emisión. Pero no todo iba a ser un camino de rosas: ya le ha llegado el día en el que ha tenido un primer susto por el que casi tiene que irse de vuelta a casa. Y es que Marco Antonio, su oponente de los últimos programas, ha solventado la mala pata de sus dos errores en el rosco con un total de veintidós aciertos. Sofía, a 21 segundos de terminar el tiempo que había acumulado, sólo había conseguido veinte respuestas correctas -eso sí, con ningún fallo-.

Cuando el público presente en plató y la audiencia del programa veía peligrar de manera evidente la permanencia de la sanitaria en el concurso, ella volvió a hacer gala de su "amor por las palabras" -tal y como contó en su presentación el pasado mes de junio- y de su habilidad salvándose en el último momento de su turno, y lo ha hecho de manera magistral. Además, ha querido celebrarlo de una manera un tanto extraña:

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Tan solo ha necesitado ocho segundos para acertar la letra M -"Prenda femenina de punto muy fino que se ciñe a la pierna y llega hasta medio muslo o hasta la cintura"- y la letra U -"Primera persona del plural del presente de subjuntivo del verbo 'urbanizar'"-. En ese tiempo casi récord, ha alcanzado la tranquilidad más absoluta además de otros dos tantos verdes para su rosco.

Gracias a 'Media' y a 'Urbanicemos' ha podido respirar hondo y no tener que enfrentarse a la letra Z, la cual ha asegurado no saber hablando con el presentador. A falta de tres letras para el gran bote, la concursante ha decidido permanecer en silencio y hacer aspamientos con las manos para evitar la tentación de contestar. Así ha decidido gastar sus diez últimos segundos de rosco, provocando el silencio en plató mientras lo hacía. Aunque de todas maneras, viendo cómo cuida y mide sus respuestas en siempre esta última prueba, que contestase sin estar plenamente segura de sus últimas letras era de lo más improbable.

Antes de despedir el programa del día, Roberto Leal ha revelado cuáles eran las letras restantes, aunque poco le importaba ya: estaba tranquila desde su tribuna, posiblemente pensando en cómo se ha salvado en el último momento de una expulsión asegurada. Una historia con final feliz que indica que Sofía promete seguir dando guerra -y mucha tralla al diccionario- en los próximos programas.