Ricky Merino: “El disco me ha quitado mis miedos y barreras”
El solista mallorquín acaba de publicar su álbum debut, Ricky Merino
El pasado 26 de noviembre fue Black Friday en todo el mundo menos para Ricky Merino para quien fue Best Happy Friday Ever. Probablemente el día más feliz de su recién iniciada carrera. Porque el músico mallorquín ha pasado los últimos tres años dando vida a su primer disco de estudio, Ricky Merino, que incluye canciones como Ingravidez, Otra Vez o Sinner.
Su voz, al otro lado del teléfono, suena liberada, repleta de alegría y sobre todo cargada de ilusión para afrontar los siguientes retos que lleguen tras este primer proyecto discográfico en el que ha reunido las canciones que ha publicado en los últimos años además de nuevas canciones que ha compuesto junto a David Otero, Alberto Jiménez (Miss Caffeina) y Nacho Canut, entre otros. Años de trabajo, sesiones de grabación y horas en el estudio de Juan Sueiro que por fin han visto la luz.
El solista tiene claro que quizá el álbum llega en un tiempo no muy propicio para su apuesta sonora pero asegura que tenía verdadera necesidad de empezar a construir su identidad como artista. Una identidad que empezó rodeada de miedos y reticencias.
LOS40: ¿Cómo estás y como te sientes ahora que tu disco de debut está publicado?
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Ricky Merino: Me siento liberado, satisfecho y orgulloso. Siento una gran liberación de que por fin haya podido lanzar este álbum debut que quizá para algunas personas llega un poco tarde pero para mí llega en el momento en el que tiene que llegar. Se han dado así las circunstancias, llega ahora y yo soy feliz.
¿Liberado porque has sentido presión propia o externa?
He notado presión porque ahora mismo el consumo de la música es de singles. Los artistas nos vemos obligados a lanzar un single cada poco tiempo. Pero creo que un artista no empieza a tener una identidad propia hasta que no tiene un primer elepé, un primer disco entero. Cuando veía que no me llegaba la oportunidad porque no dependía de mí. Dependía de un sello, de tener los temas y todo y el proceso ha ido a fuego lento. En ese momento sí sentí presión pensando que no llegaba el momento pese a querer sacarlo para que la gente me conociera con un primer disco. Y por eso me siento liberado ahora.
El disco me ha quitado esos miedos y esas barreras que a veces nos ponemos a nosotros mismos.
Comentaste hace algunos meses que incluso algún sello te había intentado llevar a un género que no te motivaba
Sí. Ocurrió justo cuando salí de OT. Tuve una reunión con un sello que estaba relacionado con el sello en el que estaba en ese momento y se me planteó la posibilidad de grabar un disco de reggaeton. Que yo no tengo nada en contra del reggaeton, solamente es que es un género que no sé hacer, no sé cantarlo y no hacer canciones porque no soy un consumidor. Lo respeto pero no me sale. Lo rechacé y sé que perdí la opción de tener un disco inmediato en el momento del boom. Ahí los números estaban muy bien porque estábamos en plena ola que nos iba a ayudar. Pero sentía que como primer disco que es muy importante como carta de presentación no iba a ser honesto y no me iba a identificar. Por eso preferí esperar y sacar un disco que realmente me define al 100%.
Has hablado de identidad: ¿crees que la identidad de los artistas se está perdiendo en favor del género musical de moda?
Sí. Estoy de acuerdo. Creo que esa es la presión. La música, aunque sea un arte que hacemos para expresarnos, está dentro de una industria de consumo y es lo que hacemos: consumir un producto. Es verdad que la ola ahora mismo se concreta hacia un género. Yo siempre digo que los géneros van evolucionando y cambiando por épocas: en los 90 había un pop muy chicle, en los 2000 el r&b, luego el dance y ahora estamos en el escenario de lo urbano. Me da la sensación de que el consumo tan rápido al que nos tienen obligados las plataformas digitales sí que hace que los artistas intenten adaptarse a lo que se consume en ese momento para conseguir rentabilidad y éxito. Noto que hay falta de variedad pero creo que esto va cambiando y después del pico máximo en el que todo el mundo ha explotado el género empiezan a verse cosas diferentes, propuestas de gente más joven y que a lo mejor estaban cansadas de hacer lo mismo y están probando cosas nuevas.
¿Cómo fue el proceso de grabación de tu disco Ricky Merino?
Empecé en 2018 cuando estábamos con Miénteme que ya estaba con la idea de sacar un disco en esa línea de lo electrónico con un toque funky y un poco retro. Desde entonces, a mi ritmo, no he parado de componer y de juntarme con mucha gente. Ha habido muchos temas que se han quedado fuera del disco porque consideraba que no casaban con la propuesta que quería mostrar. Una cosa que me ha gustado de las críticas de la gente es que se han dado cuenta de que el disco tiene un sonido uniforme. Aunque haya canciones de distintos géneros es uniforme y eso era algo que yo buscaba. Ha sido un proceso largo desde 2018 en el que he descartado muchos temas.
¿Seguiste el guión que te habías fijado para el disco o te has dejado llevar en algún momento?
Me he dejado llevar por la necesidad de ir sacando singles. A mí me gustaría para un segundo disco cocinar las canciones y guardarlas para luego lanzarlas en un LP. Lo que pasa que ahora se consume todo tan rápido que me he obligado a ir sacando singles. Al tener que ir lanzando singles he ido improvisando dentro del estilo que me gusta que es el mío y que tiene una cohesión. No tenía una estrategia de tener unos temas que tuvieran que ir de una manera y otros de otra manera. Al final, el ritmo al que va la música me ha obligado a ir hasta el punto en el que estoy. Y ahora sí que he podido añadir canciones nuevas en el disco. Pero hasta ahora, el hecho de tener que ir publicando single tras single ha hecho que fuera improvisando.
Supongo que el hecho de trabajar con gente como David Otero o Nacho Canut te ha ayudado a inspirarte para componer...
Y para aprender porque yo hasta 2018 sólo había compuesto 2 canciones. Una fue Nuestra Isla que la lancé antes del programa y luego Miénteme. No me había atrevido a escribir porque creía que no sabía. Y al juntarme con gente tan buena me ha ayudado mucho a aprender de quien sabe mucho más que yo y lleva muchos años más que yo en la industria.
¿Ha sido, entonces, este disco no solo un regalo para tus seguidores sino también para ti mismo?
Sí. Es un regalo porque me ha quitado muchos miedos a componer, a contar lo que quiero contar, a hacer la música que yo quiero hacer. Antes tenía miedo a no hacer la música que yo quería hacer. Yo también he llegado al punto de plantearme si quería hacer una música más comercial para ser más rentable. Pero esto me ha ayudado a ser más libre y componer para contar lo que quiero contar y en el estilo en el que quiero moverme. Y también a pedir ayuda a la gente a la que admiro. Por ejemplo con Ruth Lorenzo siempre quise grabar Carnaval y no me atrevía a pedírselo porque creía que me iba a decir que no y luego me dijo que sí. El disco me ha quitado esos miedos y esas barreras que a veces nos ponemos a nosotros mismos.
Y la principal barrera la puso la pandemia. ¿Cómo ha sido trabajar sin verse las caras?
Ha sido todo online. Las 3 colaboraciones del disco hemos grabado las voces por separados en el estudio. Con la pandemia y gracias a la tecnología que nos lo permite, pudimos trabajar a distancia. Luego sí nos juntamos para el videoclip con Conchita Wurst y con Ruth Lorenzo. Incluso para la promo también aunque con Conchita fue más difícil porque estaba en Austria pero con Ruth sí que vino a Madrid. Lo que me fascina es que no se nota el trabajo a distancia gracias a los medios que hay ahora.
Conchita Wurst, Ruth Lorenzo... El disco tiene un aire muy eurovisivo por las colaboraciones y por el sonido. ¿Fue algo intencionado?
No. Fue algo normal que sale de forma natural. A mí me encanta el pop y en Eurovisión siempre se ha nutrido de ello. Soy muy fan de Eurovisión. Soy Eurofan y por eso conozco a Conchita Wurst y a Ruth Lorenzo ya la conocía de X Factor. Estoy muy influenciado por las cosas que me gustan: el pop y el pop anglosajón. Voy cogiendo de aquello que conozco.
Pero en tus letras sí coincide la temática con muchas reivindicaciones del festival
Intento que mis letras siempre sean alegres y muy festivas. Me gusta cuando la música es terapéutica y te ayuda a sanar. Estoy en un momento en el que necesito expresar buen rollo y positividad. Y a lo mejor coincide un poco con Eurovision por eso, porque invita a la fiesta. Me sale así componer de esta manera. Siempre componemos sobre el amor porque es el sentimiento más universal. Pero me gusta también componer desde un sitio divertido en el que la gente pueda escucharlo y ponerse a bailar.
Siento una gran liberación de que por fin haya podido lanzar este álbum debut que quizá para algunas personas llega un poco tarde pero para mí llega en el momento en el que tiene que llegar
¿Y después del disco de debut, qué tienes en la agenda?
Estoy inmerso completamente en el teatro con Ghost el Musical que me lleva casi toda la semana. También quiero hacer una gira de presentación del disco para promocionarlo que veré cómo puedo hacer alternándola con la gira de Ghost el Musical que muy pronto también se pondrá en marcha. Y luego también tengo una cosa con la que estoy muy ilusionado es que a principios del año que viene se empezará a ver en Reino Unido el programa que grabé este verano. Es un salto al Reino Unido y es algo que me hace mucha ilusión ver qué pasa.
¿Qué expectativas tenías para este disco?
No me he marcado unas expectativas concretas para este disco. Hace 4 años quizá sí que me lo planteaba viendo como todos mis compañeros eran disco de oro y hacían números muy locos... Pero comprendí que no era lo que yo pretendía ni buscaba. Este disco es mi debut y es mi carta de presentación. Quiero que sea el pistoletazo de salida de más cosas que vendrán en el futuro. Es un camino de ir poco a poco, de ir asentándome y mi único objetivo es que la gente me conozca y pueda asentarme como artista.
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005