Especial
Mia Zapata, la fugaz estrella del punk rock cuya muerte no se resolvió hasta 10 años más tarde
Su nombre no resonó tan fuerte como el de otras cantantes grunge, pero sí lo fue su violenta muerte, cuya causa fue un misterio durante años
Quizá no muchos habrán oído hablar de Mia Zapata, vocalista de The Gits; puede que su nombre solo suene en los oídos de los más aficionados del punk rock de los años 90. Pero lo cierto es que hay una parte que sí ha escuchado, en una o varias ocasiones, el nombre de esta mujer, puesto que pertenece a la larga lista del Club de los 27 a la que pertenecen otros artistas como Kurt Cobain, Jimi Hendrix, Janis Joplin o Jim Morrison. Otra forma de nombrarlos sería la de aquellas promesas que murieron víctimas de la maldición de su generación.
A este grupo pertenecen aquellos iconos del mundo de la música que, a sus 27 años, les llegó el momento de dejar este mundo o, en casos como el de Mia Zapata, los forzaron a desprenderse de él. La muerte de Mia Katherine Zapata (nacida en Kentucky, en agosto de 1965) fue especialmente sonada por lo macabro de la situación.
Aunque The Gits nació en Ohio, Zapata y el resto de sus compañeros de banda —Joe Bazo (guitarra), Mateo Fred Dresdner (bajo) y Steve Moriarty (batería)— se trasladaron con sus armas y sus letras a Seattle, cuna, por aquel entonces, del rock alternativo y de un nuevo movimiento que estaba empezando a surgir entre la música adolescente, el grunge.
Mia y su grupo arrancaron su viaje discográfico allá por 1992. Pero su éxito, o al menos el que auguraban que tendrían, no pudo durar, puesto que solo un año más tarde se daba a conocer la turbulenta muerte de su vocalista.
La noche en la que el punk rock se quedó sin Mia Zapata
La última vez que se vio a Mia Zapata con vida fue en la madrugada del 7 de julio de 1993, cuando la cantante salió del Comet Tavern, ubicado en Capitol Hill, después de haber estado tomándose algo con un grupo de amigos.
Al parecer, la cantante abandonó el local sola y, según se supo más tarde, iba a ir a visitar a un amigo. Más tarde, sobre las 3:30 horas, encontraron su cuerpo en la calle, en el Distrito Central de Seattle con evidentes signos de violencia. Mia tenía entonces 27 años.
El informe forense confirmó entonces que la joven había sido fuertemente golpeada, violada y estrangulada; pero nadie supo determinar (o imaginar siquiera) quién había sido el responsable de un crimen tan atroz.
Lo que sí se sabe es que durante mucho tiempo lo que le hicieron a Mia Zapata sentó un precedente bastante peligroso y la gente temió ser atacada igual que ella, que había sido asaltada en plena calle. Sin embargo, el asesino o asesina seguía sin aparecer, lo que motivó a muchos artistas de la época a volcarse en tratar de dar carpetazo al caso y que el de Zapata no terminara siendo otro crimen sin resolver.
Nirvana o Pearl Jam fueron algunos grupos que colaboraron en un álbum recopilatorio en el que el objetivo era recaudar fondos para contratar a investigadores privados que dieran una solución. Además, los integrantes de The Gits también crearon Home Alive, una organización que enseñaba a las mujeres defensa personal. Pero ni su dinero ni su renombre fueron suficientes para conocer lo que realmente ocurrió aquella noche. Hubo que esperar casi diez años para saberlo, como recoge Rolling Stone.
La muestra de ADN que resolvió el crimen
Fue en 2002 cuando el mundo supo, al fin, quién debía rendir cuentas por la muerte de Mia Zapata. Gracias a una muestra de saliva hallada en el cuerpo de la joven se pudo cotejar con el ADN de los perfiles de criminales que aparecían en la base de datos del FBI.
La muestra analizada coincidía con la de un hombre de amplio historial delictivo; Jesús Mezquía. El delincuente fue detenido en Miami y posteriormente condenado a 36 años en prisión por asesinar y violar a Mia Zapata.
En enero de 2021, el Departamento Correccional del Estado de Washington dio a conocer la noticia de la muerte de Mezquía en el hospital a los 66 años.
Sandra Escobar
Periodista de LOS40.