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Taylor Lautner confiesa los problemas de imagen corporal que le causó la saga ‘Crepúsculo’
El actor fue Jacob Black, un hombre lobo que fue toda una sensación entre los adolescentes de los 2000
Taylor Lautner fue toda una revelación en 2008 gracias a su participación en la saga Crepúsculo, un papel que le catapultó a la fama absoluta gracias a un elemento muy concreto: su físico. El personaje de Jacob Black solía salir sin camiseta en gran parte de sus planos —normal, era un licántropo—, algo que ahora dice haberle pasado factura.
Cuando el actor empezó a rodar la saga basada en las novelas de Stephenie Meyer tenía solo 16 años, y su físico tenía mucho peso en la identidad de su personaje. Evidentemente, este factor consiguió levantar a legiones de fans que tenían que decidirse entre el Team Edward o el Team Jacob; una lucha que se queda en nada si se tiene en cuenta las consecuencias psicológicas por las que pasó el actor tras las cinco entregas cinematográficas.
Y es que según ha contado en el podcast que tiene junto a su mujer, lo que a priori eran planos semidesnudo, terminaron por convertirse en un problema. "Cuando tenía entre 16 y 20 años, protagonizando la franquicia en la que mi personaje es conocido por quitarse la camiseta cada dos por tres, no sabía que me estaba afectando o me iba a afectar en el futuro con la imagen corporal", comienza en el programa, haciendo referencia al tiempo transcurrido entre Crepúsculo y Amanecer Parte 2 —primera y última entrega de la saga, respectivamente—.
Finalmente sí que le acabó afectando, ya que según cuenta, para él ese no era su cuerpo natural. Según recoge la revista People, el estadounidense tenía que ingerir 3200 calorías al día y tener una turina de cinco días en el gimnasio, algo que le hizo tener una transición de pesar aproxidamanete 60 kilos en la primera película y casi 80 en la última. "Sí, no era mi cuerpo natural. Tenía que trabajar muy duro para tenerlo y era muy, muy difícil mantenerlo", prosigue en el podcast.
Su experiencia fue tal que, al terminar de rodar todas las entregas, se "rebeló" contra el gimnasio y dejó de hacer ejercicio. "¿Qué ocuppe cuando no quieres ni ver un gimnasio? Que empiezas a perder tus abdominales. Empecé a tener un cuerpo normal", cuenta, haciendo después referencia a la película Persiguiendo un sueño (Run the tide) de 2016, en la que interpretaba a un hombre normal con el que "pensaba que se veía bien".
Sin embargo, llegaron las comparaciones. Él mismo vio una fotografía comparando el cuerpo que tenía ese momento con el que tenía en Eclipse, en el que la gente comentaba que "se había dejado". "Tío, ¿realmente me he dejado? No creo que luzca tan mal", confiesa que pensó, algo que le llevó a tener una crisis de salud mental.
Afortunadamente, dice que aprendió que tenía que priorizar la salud mental por encima de cualquier cambio físico. De este modo, ponía la guinda con una interesante reflexión: "No busques la felicidad en cómo debe ser tu cuerpo. No creo que porque pierdas 10 kilos o incrementes músculo, vas a despertar y mirarte al espejo y ser feliz de repente. No es donde debería buscar validez".
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...