El talento oculto de Lola Indigo: un proyecto sólido y una crack en networking
La popstar tiene la mejor red de contactos de la industria musical
A priori, cuando Lola Indigo hizo su debut en la industria musical, lo tenía todo en contra. Ninguna primera expulsada de Operación triunfo – salvo Nena Daconte – había conseguido tanto con tan poco. Pero ella aprovechó el escaparate que le brindó el programa y construyó un proyecto con cuatro duros y mucha ambición. Han pasado los años desde que Ya no quiero ná recibiera el certificado de himno. Todo lo que ha venido después ya es historia del pop de este bendito país. El tiempo, la disciplina y el amor a esta profesión han colocado a la cantante en una merecidísima posición de privilegio dentro de la industria musical ‘made in Spain’. Pero no solo con trabajo en el estudio de grabación se construye un imperio. En este convulso mundo se necesitan un par de cosas más para ser la número uno: credibilidad y tejer con mimo la mayor red de contactos. Vamos, ser una crack haciendo networking.
La credibilidad se la ha ganado a pulso. Lola Indigo supo ver que faltaba una popstar en España y se inspiró en las mejores – Lady Gaga, Britney Spears y Rihanna – para crear una propuesta que combinara voz y baile. Titulada como hitmaker, fue a reventar el mainstream, pero no puso todos los huevos en la misma cesta. También echó raíces en un universo urbano a punto de eclosionar. En su discografía entraron en juego nombres como Mala Rodríguez y Don Patricio tras su éxito Contando lunares. Porque, en esto de hacer carrera, la intuición, el olfato, es clave, y Lola Indigo la puso en práctica desde muy pronto con unos resultados extraordinarios.
En 2020, en plena cuarentena, el nombre de Lola Indigo sonaba como un murmullo de puertas para fuera. No era la cantante más internationally, pero se sabía que trabajar con ella daba ciertas garantías. Empezaron a salir entonces colaboraciones con chicha, con sustancia. Por ejemplo, 4 besos con Rauw Alejandro. Todavía no era el chico de Todo de ti y Desesperados. Le quedaba un escalón para ser uno de los máximos exponentes y eso Lola supo verlo. Otra vez tuvo buen olfato. “Superdura la colaboración con Lola. Tremendo talento de allá de España. Ellos me hicieron el acercamiento y me gustó mucho el tema. Me enamoré, hablé con el equipo de trabajo de ella y cuando estaba de tour nos juntamos para realizar el vídeo. Lola tiene un talento brutal. puede cantar y puede bailar, tiene un gran potencial”, dijo el propio ‘Rauw Rauw’ sobre ella.
Más adelante entabló amistad con Danna Paola cuando la mexicana vivía en Madrid durante sus años en Élite. Un día, mientras comían tacos, le presentó Santería, uno de los mejores temas de su discografía. Ya entonces, Lola no solo sabía con quién colaborar, si no que sabía qué canción era la correcta para que tuviera más fuerza y adquiriera el estatus de hit. Sabía buscar la combi perfecta. Ese featuring femenino – también con la chilena Denisse Rosenthal – tuvo una acogida maravillosa. No fue el himno que merecía ser por culpa de la pandemia. Sin embargo, permanece en el imaginario de Lola como el tema que continúo el legado de Akelarre. Pero vayamos un poco más adelante para entender la faceta de Lola Indigo como la implacable business woman.
Por aquel entonces, Lola Indigo había fichado por La Voz para ser asesora de Luis Fonsi. Se conocían de pasada, compartían discográfica y habían coincidido en algún que otro evento, pero la amistad se materializó durante los tiempos muertos en el backstage y se consolidó en lo que luego fue Corazones rotos, cuarto adelanto de El Dragón. Ella lo tenía claro desde el principio: el cantante puertorriqueño tenía que subirse al tema, y lo logró. “Lo escuché cantando una canción de Antonio Orozco cuando estaba de asesora suya en La Voz y ahí supe que tenía que estar en Corazones rotos”. Lo dijo y lo hizo. Al igual que con Manuel Turizo. Nunca una edición de LOS40 Music Awards había dado para tanto. “La primera vez que conocí a Manu fue en la boda de Lele Pons. Y en los premios 40 me invitó a un chupito. Tengo una muy buena amiga bailarina ahora está bailando para él. Han sido muchos momentos que nos han unido”, recordó Lola Indigo en una entrevista con LOS40 con motivo del lanzamiento de 1000COSAS.
Pero aunque todas estas colaboraciones han sido imprescindibles para fortalecer su proyecto, la marca Lola Indigo ha conseguido llegar más lejos gracias a la alianza hispano-argentina que se hizo efectiva en High (remix) y poco después con La niña de la escuela. La carrera de Lola Indigo al otro lado del charco comenzó a hacer su escalada también en 2020, justo cuando María Becerra y Tini se convirtieron en algo más que dos followers de Instagram. Lo de ellas es amistad verdadera, una que, además, funciona en todos los ámbitos. Conectaron por las casualidades de la industria, pero el feeling les hizo cuidarse y quererse. “Tengo relación con la familia y con los amigos de Tini. Me ha abierto las puertas de su casa, de su show y de su vida. Es una de las personas que tengo en mi vida que más quiero, de las relaciones más puras que tengo en la vida", comentó un buen día sobre Tini, mientras que dijo esto otro cuando nació Discoteka con María Becerra. “Estaba bastante crítica por una movida personal, pero me empuje a ir al estudio porque tenía muchas ganas de escribir con Mery. Como High fue a distancia no quería que nada me frenara de ir al estudio esa noche”. Constancia y ser incondicional, base de cualquier buena amistad.
Lola Indigo es la amiga que siempre está ahí al otro lado del teléfono, la que escucha y deja hablar. Puede que por eso sea tan querida. Puede que por eso haya conseguido armar uno de los proyectos más sólidos de la escena actual. Su especialidad en networking (y en las relaciones humanas) le ha ayudado a abrirse paso en una industria supercompetitiva, ser la popular y jugarlo a favor para ser capaz de presumir ahora de una discografía coherente con lo que quiere ser. Lo siguiente, el lanzamiento más inminente, es Un perreito pa’ llorar junto a Paulo Londra. Otra prueba de su buen hacer en el mercado LATAM. Otra prueba de que su talento no tan oculto la va a llevar todo lo alto que ella quiera.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...