16º aniversario de 'Bad Romance' de Lady Gaga: curiosidades sobre el hit que cambió las reglas del pop para siempre

Si Lady Gaga es la artista intergeneracional que se le considera es gracias a Bad Romance. Puede que ya lo hubiese conseguido casi todo con The Fame, un fantástico debut que la catapultó a la relevancia internacional ―Just Dance y Pokerface fueron número 1 de LOS40 en 2009, por ejemplo―; pero ese primer single de su segundo trabajo fue el que la asentaría para siempre en la industria.

The Fame Monster, pese a considerarse su segundo álbum, se encargó a la artista como un apéndice de su presentación a la música con la que seguir recavando éxito. Pero sus canciones poco tenían que ver con el dance de ese primer disco, sobre todo con la macabra presentación que tuvo, Bad Romance.

Dieciséis años después, el primer single de Gaga sigue tan vigente como para ser una de las últimas canciones de la MAYHEM Ball. De igual manera, la canción siempre ha ocupado un puesto importante en las cuatro giras que siguieron a su disco... así como entre las favoritas de sus fans, los Little Monsters.

Pero no solo es una canción que gustó, sino que cambió para muchos las reglas del juego. Y por ello, en LOS40 celebramos su aniversario con una serie de curiosidades sobre todo lo que rodeó al que, a día de hoy, sigue siendo una de las canciones más importantes de toda la discografía de Lady Gaga:

Un estreno de alta costura

La relación de amistad entre Lady Gaga y Alexander McQueen era muy conocida, y de hecho, el diseñador fue una parte esencial de The Fame Monster ―por él va el famoso Alejandro, aunque solo fuera por el nombre― desde sus inicios. En lo que respecta a Bad Romance, su moda influyó en varios sentidos a que el tema tuviera la acogida que tuvo.

Se estrenó en el desfile Plato's Atlantis de Primavera-Verano de 2010 durante la semana de la moda de París del 2009, un evento que no solo fue el último trabajo del diseñador ―se quitó la vida unos meses después, un acontecimiento que marcaría la carrera de Gaga―, sino que también fue un punto de revolución para la industria de la moda.

Fue al final del mismo cuando se puso Bad Romance, apenas unas semanas antes de poder escucharse a nivel mundial, algo que terminó de darle el toque icónico que de primeras no parecía necesitar. ¿Que qué prendas se presentaron allí? Pues, entre ellas, el conjunto que cerró el desfile: un vestido con falda globo, unos leggins y sus icónicas botas Armadillo.

Fue con este modelo de zapato al que asistió a los premios MTV Video Music Awards de 2010. Sí, en aquella gala en la que llevó el archiconocido vestido de carne y en la que arrasó con siete moonmen. Entre ellos, el más importante de la gala; el de Mejor vídeo del año. Un galardón que recibió cantando a capella un tema, desconocido aún por aquel entonces, llamado Born This Way.

Un videoclip de récord y de culto

Que Bad Romance era algo grande no se consolidó con su canción, sino con su videoclip. Sí, la canción y sus Ra-ra-ah-ah-ah conquistaron a gran parte del público, pero fue su vídeo el que terminó de hacer el trabajo. Y el porqué no solo está en sus visuales.

El concepto del vídeo gira en torno a una trama de trata de blancas, con un grupo de supermodelos entre las que se encuentra Gaga y que son raptadas para ser luego vendidas a la mafia. Y todo bajo el toque de Francis Lawrence, quien ya había dirigido videoclips como el de Whenever, whenever de Shakira, I'm a slave 4 you de Britney Spears y Waiting for tonight, de Jennifer Lopez, entre muchos otros; además de películas como Soy Leyenda.

En 2013 se incorporaría a la saga de Los Juegos del Hambre para dirigir todas sus secuelas, dándole a Jennifer Lawrence un toque de lo más Bad Romance ―una estética minimalista totalmente blanca con elementos rojos― para las imágenes promocionales de Sinsajo. A la hora de elegirle, Gaga llegó a explicar que el cineasta era el indicado para llevar al gran público sus ideas más locas.

El resultado fue una explosión pop que supo encerrar elementos de la década de los 2010 incluso antes de que empezara, sin importar colar objetos tan específicos como un mando nunchuck de la Wii. Y el público lo agradeció: no solo superó las mil millones de reproducciones, sino que consiguió estar en el podio de vídeo más visto de la historia de YouTube durante años.

Una letra monstruosamente cinematográfica

Se dice mucho que esta canción vino de una 'paranoia' de la propia Gaga, aunque lo cierto es que, junto con las demás canciones que forman The Fame Monster, simbolizaba un monstruo al que temer. Si Speechless era el monstruo de la muerte, Teeth el de la verdad y Alejandro el de los hombres, Bad Romance era el del amor.

Casi parece exagerado referirse a ello como una letra sobre la friendzone, pero es que es lo que es: ella no quiere ser amiga de su ligue, prefiere un mal amor antes que cualquier cosa. Y le viene de una pasión que le hace apreciar hasta su vértigo, su psicosis, querer estar en su ventana indiscreta... que no son otra cosa que títulos de películas.

"Recito películas de (Alfred) Hitchcock dándoles una connotación sexual, pero en realidad lo que digo es que cuando quieres a alguien tanto, el miedo a perderlo es tan profundo que quieres su psicosis, su fealdad, quiero todas tus partes desagradables, esas que piensas que nadie nunca querrá. Yo amo todas esas partes. Cualquier tipo de carga que tengas, también es mía. Entrégamela", dijo Gaga en una entrevista a Fuse en 2009.

Su otra referencia de cine es más dudosa. La rumorología popular dicta que los outfits blancos de látex terminados en coronas que tienen tanto ella como las bailarinas al principio del vídeo están inspirados en las bestias de la adaptación fílmica de Donde viven los monstruos... aunque también hay quien dice que Gaga se inspiró en una chica con un conjunto parecido que conoció en Ibiza.