Especial
33 años de ‘Out of Time’, el disco de R.E.M. que demostró que lo indie también podía ser un éxito comercial
El séptimo álbum de la banda de Michael Stipe consolidó a la banda en una poderosa potencia del pop-rock
Todos los grandes grupos que han trascendido en la historia de la música suelen contar con un punto de inflexión, un álbum gracias al cual despegan y se consolidan como grandes estrellas internacionales. Achtung Baby fue el que elevó a U2 en 1991, el mismo año en el que Nirvana redefinió el grunge con Nevermind. Se cumplen ahora 33 años de ese año tan importante para estas dos bandas, pero no solo para ellas. 1991 también es el año en el que se publicó un álbum que cambió la vida de unos jóvenes universitarios.
El 12 de marzo de 1991, R.E.M. lanzaron el que sería su séptimo disco de estudio, Out of Time, con el que los chicos de Athens (Georgia) pasaron de ser unos venerados héroes por parte de otros estudiantes en una poderosa potencia del pop-rock. Desde 1980 hasta entonces, Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Berry lanzaron sus primeros cinco álbumes de estudio con un sello independiente. Algunos singles como Radio Free Europe o Fall on me ya habían cautivado a muchos seguidores. Cientos de fans coreaban sus canciones, más de lo que cualquier banda dedicada al indie podía aspirar, sin embargo su alcance estaba muy limitado a Estados Unidos, y era muy difícil para ellos exportar su música más allá.
Uno de los grandes momentos que contribuyó al gran cambio de R.E.M. fue la firma del primer contrato millonario con Warner Bros en 1988. Con ello llegó Green, un nuevo disco en el que las canciones aparecían mucho más pulidas. Sin embargo, el que de verdad hizo cambiar para siempre la perspectiva de la banda fue su séptimo disco, Out of Time, en 1991, casi diez años después de su debut. En medio de una gran corriente de rock alternativo que estaba imperando en ese momento en la música, el gran cambio renovador llegó para quedarse.
El bajista Mike Mills explicó en una entrevista en The Guardian en 2014 lo que siginificó este lanzamiento a nivel de notoriedad. "Marcó la transición de bastante grande a realmente grande. Aunque nosotros sentimos la fama como algo gradual. Tuvimos mucha suerte porque todos los discos, hasta Automatic for the People (1992) y tal vez Monster (1994), vendieron más que el anterior. Así que fue algo muy natural y orgánico, en lugar de esta gran avalancha de notoriedad", dijo el músico.
Out of Time demostró que el éxito comercial no está reñido con la definición de una banda indie. De esa manera, otros grupos eminentemente independientes tuvieron a partir de aquí el camino más llano para hacer ver cómo sus carreras llegaban al gran público. Algunas estadounidenses como Pearl Jam, Nirvana o Smashing Pumpkins vivieron este fenómeno, pero también otras inglesas, como Blur o Pulp. El mismo Kurt Cobain se declaró un enorme fan de R.E.M. y llegó a decir unas bonitas palabras que demuestran su devoción: "Si pudiera escribir solo un par de canciones tan buenas como las que han escrito... No sé cómo esa banda hace lo que hacen. Dios, son los mejores. Se han enfrentado a su éxito como santos y siguen ofreciendo buena música".
Para ser justos, también hay que reconocer que muchos seguidores acérrimos de R.E.M. se sintieron traicionados por la banda, y acusaron a los de Michael Stipe de haber comprometido su sonido y habían perdido esa credibilidad que habían ido forjando en su etapa más indie. Así describió el sonido del disco su vocalista en una entrevista en The New York Times: "Para mi, Out of Time es un récord de desafíos. Después de que nuestra gira de once meses terminó en 1989 y llegó el momento de escribir el nuevo álbum, Peter no quería mirar una guitarra eléctrica, y mucho menos tocar una. Dado que todos en la banda son multinstrumentistas, optaron por pasarse a instrumentos que eran inusuales para ellos".
Esa fue una de las claves del éxito del disco: introducir nuevos instrumentos y sonidos a los que no estábamos acostumbrados con los antiguos trabajos de la banda. De esta manera, la guitarra se combina con el clavicémbalo o la mandolina, y forma una experiencia auditiva general más ecléctica y experimental. En cuanto a las letras, destaca que en las once canciones de Out of Time es difícil encontrar canciones explícitamente políticas, reemplazadas por otras que eminentemente tenían que ver con el amor. "Como letrista, no debería estar encadenado a esta imagen que en cada canción escribe sobre la difícil situación de las personas sin hogar o el medio ambiente", dijo Stipe en una entrevista en SPIN Magazine en 1991. "Cada canción de este disco es una canción de amor. Todo lo político es solo una corriente oculta. He escrito canciones de amor, pero eran bastante oscuras y oblicuas. Estas canciones tratan sobre todo tipo de amor, excepto quizás el amor por la patria".
Consagrado como el sencillo principal tres semanas antes de la fecha de lanzamiento del álbum, el conmovedor Losing My Religion, que examina la obsesión y la duda en asuntos del corazón, sigue siendo la canción más exitosa y reconocible de R.E.M. hasta la fecha, aunque no necesariamente la canción más fuerte del álbum. Tanto la banda como la discográfica nunca esperaron que la canción se volviera tan omnipresente como lo hizo, pero la radio y MTV se engancharon e llevaron a la canción a alturas estratosféricas.
El disco contiene muchas canciones que legítimamente califican como algunas de las mejores de R.E.M. de su prolífica carrera. Fue el primero de los dos álbumes de la banda en encabezar las listas de éxitos de su país natal y en el Reino Unido. El segundo de ellos fue Monster, en 1994. Out of Time dominó las listas y ganó tres premios Grammy en 1992, incluido el de mejor disco de música alternativa. Además, es el trabajo responsable de hacer R.E.M. un elemento omnipresente y permanente en el panorama del rock-pop, una posición que mantuvo a lo largo de su historia, hasta su ruptura amistosa en 2011.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic