8 años de 'Melodrama' de Lorde: una ruptura, un éxito que le hizo huir de la fama... ¿y el mejor disco pop jamás creado?
El segundo disco de la artista creó una legión de adeptos que siguen celebrando sus temas a día de hoy

Lorde sobre el escenario del 'Melodrama world tour' en el Club Sant Jordi Club en 2017 en Barcelona. / Jordi Vidal/Redferns / Jordi Vidal
Uno de los mayores elogios que puede recibir un artista es que se le diga que es "el futuro de la música", pero si ese piropo viene del mismísimo David Bowie, sabes que estás ante una voz a la que tener en cuenta. Y eso que no vio el que para muchos es uno de los mejores discos de la historia del pop.
Remontémonos a cuando empezó todo: Lorde, una chica neozelandesa de 16 años, sorprendió al mundo con un álbum debut que nadie esperaba. Pure Heroine huía de la tendencia pop de la época para centrarse en una adolescente hablando del materialismo de su generación, a la vez que rechazaba ese estilo lúcido que no tenía de forma natural, y que tampoco buscaba.

Lorde durante su actuación en los MTV Video Music Awards de 2017, donde interpretó una coreografía de 'Homemade Dynamite'. C Flanigan/Getty / C Flanigan

Lorde durante su actuación en los MTV Video Music Awards de 2017, donde interpretó una coreografía de 'Homemade Dynamite'. C Flanigan/Getty / C Flanigan
Hits como Team, Tennis Court o Royals ―esta última le consiguió dos Grammys― resonaron en todo el mundo, a la par que la consolidaban como una de las popstars de la que no desviar la atención. Para los que no lo hicieron, cuatro años después les regaló Melodrama.
LOS40
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Así, el segundo disco de Lorde llegaba al mundo el 16 de junio de 2017, siendo recibido como una de las obras más aclamadas de la pasada década y, por qué no, de todo este milenio. Pero ¿es tan bueno como parece? ¿Qué cuenta realmente este disco? Si quieres enterarte, sigue leyendo.
Melodrama, la soledad del soltero
Como si la vida se lo hiciera compensar, Lorde se quedó soltera cuando alcanzó el principio del cénit de su fama. Era 2015, y tras tres años de relación, no parece que la idea que él tenía de una pareja pudiera convivir bien con todas esas giras y galas. Algo que, curiosamente, tampoco parece ir con Ella ―su nombre real―. Pero de eso hablaremos después.
Melodrama no habla de una ruptura. Ni si quiera ella lo considera un disco conceptual, contrariamente a la creencia popular; pero sí se centra en una narrativa muy concreta: todas sus canciones transcurren en una sola fiesta. Una que ayuda a su protagonista a pasar por distintas fases dentro de su recién estrenada vida de soltera.
A través de sus canciones se puede corroborar esto, aunque ya solo la portada da pistas. Sam McKinniss, pintor estadounidense, retrató a la artista ―a partir de una previa sesión de fotos― en la cama, mirando al espectador. Colores fríos, melancólicos. Un buen resumen de lo que hay dentro del disco.
Desde el primer tema hasta el último, las letras de Lorde hablan de tristeza, sí, pero también de la euforia de esos momentos en los que se está descubriendo a sí misma. Prueba de ello es "Cariño, iré a recoger mis cosas / pero no puedo dejarlo ir" de Green Light, "¿Qué haremos cuando estemos sobrios?" de Sober o "Terminaremos pintados en la carretera, rojos y color cromo / Todos los cristales rotos brillando / Supongo que estamos de fiesta", de Homemade Dynamite.
Un productor clave, pero una voz esencial
Se acude al nombre de Jack Antonoff a menudo para celebrar Melodrama, aunque ni si quiera aparece en todos los créditos de composición del disco. Lorde sí, claro.

Jack Antonoff y Lorde en los MTV VMAs de 2017, / Jeff Kravitz/FilmMagic / Jeff Kravitz

Jack Antonoff y Lorde en los MTV VMAs de 2017, / Jeff Kravitz/FilmMagic / Jeff Kravitz
El productor, ahora mundialmente reconocido por sus últimas colaboraciones con Taylor Swift ―Evermore, Folklore, The Tortured Poets Department y las regrabaciones, entre otros―, Lana del Rey y Sabrina Carpenter, por vitar algunas; conoció a la artista en un concierto de Grimes. Y a partir de ahí todo fue creer en su visión.
"Es una de las personas más raras que he conocido en mi vida. Es muy suyo, y eso me encanta", comentaba Lorde en una entrevista para iHeart Radio en 2017. Ahí también deja claro que gran parte de Melodrama se creó en una de las habitaciones de Antonoff.

Lorde sobre el escenario del 'Melodrama world tour' en el Club Sant Jordi Club en 2017 en Barcelona. / Jordi Vidal/Redferns / Jordi Vidal

Lorde sobre el escenario del 'Melodrama world tour' en el Club Sant Jordi Club en 2017 en Barcelona. / Jordi Vidal/Redferns / Jordi Vidal
Pese a ello, la gran celebrada siempre será Lorde. No solo supo evolucionar como artista a un disco que seguía contando su vida, sino que además consiguió conquistar a mucha más gente de la que ya tenía prendada de su estilo. Algo que no le llevó a buen camino.
Solar Power, una evolución sincera, pero desastrosa
Nadie sabrá nunca ―a menos que ella lo detalle― de qué estaba escribiendo Lorde tras Melodrama, sobre todo porque tiró todo por la borda. Los cambios en su vida le hicieron tomar un camino totalmente distinto al que quizá podría haber llevado, algo que se nota en Solar Power, su tercer disco de estudio.
Tal y como hace en Melodrama, Lorde también encerró su vida en las doce canciones de su siguiente trabajo. Llaman la atención versos como "Si ahora estás buscando un salvador, bueno, esa no soy yo" de The Path, que parecía aludir a todos aquellos que le habían alzado como icono tras Melodrama.
Ella seguía siendo una chica normal. En la misma canción, cita "Un brazo con escayola en la gala del museo / un tenedor en mi bolso para llevárselo a mi madre a casa / súper modelos bailando alrededor de la tumba de un faraón" haciendo referencia a cómo le impactó el lujo de la MET Gala a la que asistió en 2016.

Lorde en el festival de Glastonbury Festival en 2022. / Jim Dyson/Getty / Jim Dyson

Lorde en el festival de Glastonbury Festival en 2022. / Jim Dyson/Getty / Jim Dyson
Solar Power fue vapuleado, aunque ella lo defendió tildándolo de "disco de transición". Está claro que no era Melodrama, pero seguía contando la vida desde la perspectiva de la neozelandesa. Pero tal vez era más difícil empatizar por hablar desde el privilegio de un retiro que le había proporcionado una fama y reconocimiento global por su música.
Para muchos, el cuarto trabajo de Lorde vuelve al éxito de Melodrama, aunque eso lo tendrán que juzgar sus fans. Virgin volverá a centrarse en su vida, pero esta vez hablando de su expresión e identidad, sin dejar de lado líos amorosos. No todos sus discos serán Melodrama, pero sí los firmará la misma mente detrás de él.












