Electric Lady Studios: El “terreno sagrado” que construyó Jimi Hendrix para los demás
Es el estudio más antiguo y próspero de la ciudad de Nueva York
Jimi Hendrix en 1967 / ullstein bild
The Clash grabaron Should I stay or should I go. David Bowie registró Fame junto a John Lennon. Britney Spears, Beyoncé o Lady Gaga plasmaron allí algunos de sus hits. Y muchísimos otros grandes iconos de la música viajaron a Nueva York y entraron en los famosos Electric Lady Studios para pisar ‘terreno sagrado’ y grabar su música. Los construyó Jimi Hendrix. Eran su sueño. Casi como su segunda casa. La fiesta de inauguración fue el 26 de agosto de 1970. Se había convertido en el primer artista propietario de un estudio… murió menos de tres semanas después por una sobredosis de barbitúricos.
‘The Generation Club’ era uno de los sitios favoritos de Jimi Hendrix para sus ‘jam session’. Un ‘nightclub’ en Greenwich Village, Nueva York, frecuentado también por B.B. King o Chuck Berry. Pero un día cerró sus puertas… y desapareció.
Jimi quiso resucitarlo, pero sus asesores le persuadieron. Eddie Kramer, su ingeniero de sonido, contó en NPR: “Me invitaron a ir para echar un vistazo antes de comprarlo. En ese momento el plan era añadir una máquina de ocho pistas en un rincón y grabar algunas canciones allí. Yo les dije, ‘Es una idea terrible ¿queréis que Jimi tenga un ‘nightclub’? Es una locura. Lo cierto es que pasa tanto tiempo en el estudio que se gasta más de 150.000 dólares al año ¿Por qué no hacemos el mejor estudio del mundo? Y así nació Electric Lady Studios”.
La construcción tardó casi el doble de lo previsto y se duplicó el presupuesto inicial. Se estima que en total costó un millón de dólares. Los permisos se retrasaron, el sitio se inundó debido a las fuertes lluvias durante la demolición y tuvieron que instalarse bombas de desagüe después de insonorizarse cuando se descubrió que el edificio estaba sobre el afluente de un rio subterráneo, Minetta Creek.
El arquitecto, John Stark, hizo un “increíble trabajo”, según Kramer. Siguió los deseos específicos de Hendrix que le pidió evitar los ángulos rectos. Ventanas redondas, una máquina que generaba iluminación ambiental de múltiples colores o un mural psicodélico. Se diseñó para conseguir una sensación relajante que incentivara la creatividad del músico, un ambiente cómodo adaptado a sus necesidades y que también proporcionara una atmósfera de grabación profesional.
El 26 de agosto de 1970, Jimi Hendrix celebró la fiesta de inauguración de los Electric Lady. Entre los invitados estaban Steve Winwood, Eric Clapton, Ron Wood o Patti Smith, quien recordaba ese día en sus memorias, ‘Just kids’: “Me puse mi sombrero de paja y fui hacia allí, pero cuando llegué, no me atrevía a entrar. Por casualidad, Jimi Hendrix me encontró allí sentada, como si fuera una paleta, y sonrió. Pasó un rato conmigo, en las escaleras, y me contó su visión de lo que quería hacer con el estudio. Soñaba con reunir a músicos de todo el mundo en Woodstock que se sentarían en círculo, en un campo, y tocarían y tocarían. No importaba la clave o el tempo o la melodía. Solo tocarían hasta encontrar un lenguaje común. Con el tiempo, grabarían ese lenguaje abstracto universal de la música en su nuevo estudio”.
Después de la fiesta, Hendrix cogió un vuelo de Air India con destino a Londres para tocar en el Festival Isle of Wight. Nunca regresó a Estados Unidos.
Jimi, convertido en el único artista propietario de un estudio de grabación, murió menos de un mes después. Tan solo pudo utilizarlo 10 semanas y únicamente registró un puñado de canciones. La mayor parte de ellas durante la fase final de construcción, cuando todavía no se había terminado. La primera vez que lo usó fue el 15 de junio de 1970, cuando hizo una ‘jam session’ con Steve Winwood y Chris Wood de Traffic. Al día siguiente grabó allí su primera canción: Night bird flying.
Su último disco, una demo de Belly Button Window, se grabó el 22 de agosto.
Belly Button Window
Electric Lady Studios rompió moldes. "Cuando un músico entra ahí, realmente siente como ‘¡Guau, aquí puedo hacer música magnífica!’”, decía Eddie Kramer en NPR. A lo largo de 55 años por allí han pasado los más grandes. Desde Taylor Swift, Beyoncé, Lady Gaga o Britney Spears, hasta Stevie Wonder, Led Zeppelin, David Bowie, The Rolling Stones, Patti Smith o The Clash, entre otras muchas grandes estrellas. Es un lugar mágico. Mantiene su reputación como ‘el terreno más sagrado para grabar música’. Es, además, el estudio más antiguo y próspero de la ciudad de Nueva York.