Especial
Crónica: Amaia enamora y emociona a partes iguales en una Riviera a rebosar
El talento de la extriunfita conmueve (y revoluciona) Madrid en un concierto mágico
Amaia presentaba en Madrid la gira Cuando no se quién soy, el concierto perteneciente al ciclo Inverfest duró algo más de hora y media en la que La Riviera se rindió a sus pies, con dos noches seguidas con el cartel de sold out en la puerta. Y en LOS40 no hemos querido perdérnoslo.
Allí presentó su segundo disco, producido por Alizzz, que supone un cambio de sonido respecto a su anterior trabajo: Una fusión de géneros combinados con ápices de folclore popular. El productor español, responsable de la gran mayoría de éxitos de C. Tangana e incluso con un disco propio en el mercado, ha conseguido combinar a la perfección lo moderno con lo clásico en un trabajo en el que la voz de la artista predomina sobre todo lo demás.
Y eso es algo que ella sabe llevar al directo a la perfección, y que demostró una vez más sobre el escenario. El derroche de talento de la cantautora es constante, siendo su versatilidad musical lo que destaca por encima de otras de sus cualidades. Comenzó la noche con Bienvenidos al show, y desde el primer acorde, los allí presentes sabíamos que íbamos a presenciar algo mágico. La navarra, arropada de su banda, no tardó en demostrar lo que se esperaba de ella y mucho más desde que pisó el escenario: desparpajo, talento y sobre todo mucha música predominaron en la sala madrileña.
El show se puede separar en dos partes, una sección acústica que alternaba el piano y la guitarra y otra con banda que consiguió hacer temblar el suelo. Y ambas se intercalan a la perfección a lo largo del concierto en los momentos más oportunos, provocando que el público pasara de la euforia a la emoción de un momento a otro.
Los asistentes estaban totalmente dentro del espectáculo desde el principio, y la sinergia entre la gente y Amaia fue sensacional. Logrando la perfecta mezcla entre fiesta y emoción, temas como Pesimista hicieron que, por un momento, sintiéramos que sus canciones nos abrazasen por completo. Desde la pista, con la sala a rebosar, vivimos un vaivén de emociones que se vio reflejado en las lágrimas de muchos.
Por otro lado, El Encuentro, Así Bailaba o La canción que no quiero cantarte desataron la locura en la sala madrileña. El setlist del concierto fue de lo más completo: interpretó principalmente los temas de su último disco, como Dilo sin hablar, Yo invito y especialmente Yamaguchi, cantando tanto la versión original en castellano como la japonesa, que estrenó hace unas semanas.
Sus versiones, una guinda para un show con reminiscencias a OT
Por supuesto, la que fue ganadora de Operación Triunfo 2017 no pasó por alto los éxitos de su álbum debut y nos deleitó con El Relámpago, Nuevo verano y Quedará en nuestra mente, entre otros éxitos. Aunque este repaso por sus inicios no hubiera sido lo mismo sin haber incluido algunas de sus famosas versiones, que ya en su día convirtieron sus ratos a solas con el piano en la Academia en vídeos virales.
Y es que pese a ser algo que acostumbra a hacer, la sorpresa de la noche fueron las covers a piano y voz de Ave María de David Bisbal y Fiebre de Bad Gyal. Como era de esperar, la reivindicación femenina ocurrió con la citada Así bailaba, su canción junto a Rigoberta Bandini que, aún sin traer a la finalista del Benidorm Fest 2022 al escenario, consiguió dejar sin voz a toda la sala. La guinda del pastel fue, sin duda, el cierre del show; con La canción que no quiero cantarte acompañada de otra extriunfita como es Maria Escarmiento —dejando claro que ya acostumbra a cantarla con invitada muy especial en cada fecha—.
Durante su despedida, la intérprete volvió a hacer gala de su característica naturalidad. De lo más emocionada, confesó estar sin palabras tras lo vivido esa noche en Madrid. Amaia lo ha vuelto a hacer: ha superado cualquier expectativa a golpe de sorpresa y música, algo que se han convertido en una seña de identidad que deja claro que Amaia es una de las artistas más completas del momento. Y seguro que no tiene problema en seguir haciendo sold-outs para demostrarlo.